Capítulo 9.

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                                                                                                  Malú

Deje recibir información desde hace rato, aunque para decir verdad mejor no involucrarme en ello.

No me gustaría estar en una situación incómoda con Bart.

Al terminar de desayunar, limpio la comisura de mis labios pasando la lengua por la zona.
Levanto del colchón y me asomo a un extremo de la pared que se encuentra delante mía. Despliego un cacho de pared que sobresale de la superficie.

Veo como aparece delante de mis ojos una guitarra; al pasar uno de mis dedos por las cuerdas siento una mano en mi hombro con lo cuál llego a asustarme.

- No quiero que vuelvas a acercarte - sus ojos marrones se profundizan con los míos- por favor - intento de suplica-

- Vale - deslizo mis pies descalzos dando dos pasos hacia atrás-

- Eh - atrapa mi cuerpo rápidamente teniendo nuestras miradas bastante cerca de lo normal- no te enfades

- No me he enfadado - elevó mis hombros en respuesta a mi comentario-

- Sí, ese tono de voz ya lo conozco. No hace falta que lo ocultes - se rasca la nuca- además tienes motivos para estar así - su mano bajo su tela de la blusa me distrae por completo-

- Eh sí, aún así...me voy, gracias por todo - al girar mi cuerpo en un ángulo de 30 grados voy pillando mi traje y los tacones-

- Tienes el baño a tu izquierda - sus pies descalzos caminan por el pavimento del suelo dando relevancia que va a la cama-

Al pasar por la puerta del baño, se puede apreciar una mampara de color negro cubierta de cristal, a su derecha se encuentra el lavabo y el lava manos.

[...]

En cuestión de segundos estoy vestida, y ya en la puerta.

- Nos vemos pronto - alzo la mirada para regalarle una sonrisa-

Él la recibe al instante, no tarda en devolvérmelo.

Antes de abrir la puerta deposito un beso en su mejilla y muevo el pomo de arriba- abajo.

Nos encontramos ni más ni menos a Julia.

No me sale las palabras con lo que interviene él.

- Julia, vete - sus palabras han sonado con tanta arrogancia-

- No, por favor dejadme pasar. Necesito explicar lo que pasó anoche - se le ve tan desesperada que no sé si creer o no su actuación de niña rica-

- No tienes nada que explicar, querías cargarte a mi chico - oigo como tose- y a mí ¿Qué pretendes? ¿Qué creamos tu historia de niña consentida?

- Tienes todo el derecho a decir todo lo que piensas Malú, pero, acabé dándome cuenta de que no sois las personas que estaba buscando. Roberto me contó que conoce a un matrimonio que le estaba buscando por cuestión de negocios, no sé cómo demonios acabó aquí; es decir contigo Abraham. Además, ni siquiera sois un matrimonio, tan sólo unos policías de pacotilla - cada palabra que soltaba sin respiración desde su boca han sido el llamar de atención durante dos minutos-

- ¿Perdona? - suelta Mateo-

- Déjate de pretextos - suelto con desgarro-

- No es ningún pretexto - pausa por un momento, suspira a la misma vez que cierra los ojos- he tenido que denunciar a mi propio marido por estafa, tuve la oportunidad de matarlo pero no pude ¿Sabéis el dolor que una siente al ver que le han engañado por tanto tiempo?

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