Capítulo 44.

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Narra Malú:

El suplicio es la tercera persona del cuarto.

Los ojos cafés de mi chico se vuelven oscuros nada más observar lo visto ante nuestros ojos.

Él vuelve a la misma posición de antes.

Víctor se hace presente en el vídeo, no está sólo, este mantiene un arma en sus manos y la bala sale disparada a la cabeza de Sara, tanto suplica para acabar con su vida.

¿Cómo es capaz de grabar tan semejante cosa? Después de todo lo que ha hecho, no es más que un psicópata.

No entiendo como llegué a salir con él.

El cuerpo de ella, Sara yace en la ducha, poco a poco se hunde bajo el agua que pasa de un color blanco a rojo.

La otra silueta se muestra, y sin menos sorpresa. Marta.

Él tenía razón. Abraham. No sé como, pero nunca se equivoca.

- Dios - masculla a la misma vez se pasa nuevamente las manos por su cara, una lágrima cae de sus ojos-

- Lo siento muchísimo cariño - acaricio su cuerpo, este se lanza a mi cuerpo y respondo al acto. Rodeo mis brazos en el suyo en un intento de consuelo-

Ambos apoyados en el colchón, mientras que su cabeza acaba en mi pecho.

El enredo de mis dedos en su cabello es la reliquia de la suerte, calma a los más fieras. Pero el golpeo de la puerta se hace hueco entre nosotros.

- Malú..- la cabeza de mi hermano se asoma por esta- ¿Interrumpo algo?

- No - respondo en la posición que nos encontramos-

- Mamá y papá quieren hablar con nosotros - abre la puerta por completo dejando de ver a ellos-

- Si es así, me voy - Abraham apoya ambas manos encima del colchón y deja un beso en mis labios, se deja caer y con los pasos perezosos desaparece ante mi vista-

Bostezo, y estiro mi cuerpo nada más ponerme recta.

El hecho que Abraham se haya ido, preocupa bastante. Él ya de por sí tiene varios cristales como espinas dentro de su cuerpo.
Nos pasa sólo desgracias.

A posteriori,Jose se sienta a mi derecha, mientras mis padres permanecen de pié.

- No os quedéis ahí, sentaros - atrapo el ordenador entre mis manos y lo coloco en la mesilla de noche-

- Esto chicos..- mi padre se rasca la mejilla, nervioso-

- Os preguntaréis porque la cueva se abrió - suelta mi madre-

- Así es, juraría que vuestras palabras fueron no volveréis a pisar este sitio, nunca más - habla a regañadientes mi hermano-

- Así fue, no entiendo de que manera pasó esto, y ya sabéis que es un sitio peligroso - la gran melena de mi padre cae delante de sus ojos, y se lo coloca de nuevo-

- ¿Habéis hablado del sitio a alguien? - miro a ambos buscando algún detalle expresivo-

- No - responde mi padre-

Observo como la vista de mi madre rueda hacia otro lado, juega con sus pulseras.

- Mamá.. - digo en un susurro-

- Mamá - repite mi hermano en un tono desesperado-

- Víctor..- habla entre varios suspiros y comienza a llorar- de verdad que lo siento muchísimo...él...él..me tiene amenazada de muerte si no correspondo a varios actos, y me sonsaco la información

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