Círculo Instantáneo

Capiítulo 47.

Narra Malú:

La marca de la suela de los zapatos van dejando rastro a medida que inspecciono el lugar.

La luz que desprende de la linterna que llevo a mano, no es suficiente. Permaneció en la casa durante diez años o incluso más.

Cada uno nos hemos dispersados en el hogar. Dylan en la planta de arriba, sitio en el que sucedió los hechos, Abraham la parte trasera, y yo en la entrada principal.

Observo como va parpadeando la luz, no tendré más remedio en usar el del móvil, lo mismo será.
Así pasa si no vienes preparado en investigar.

Empieza a sonar el típico sonido de un despertador, ¿De verdad que sigue funcionando? Acerco mis pasos delante de un armario, pulso el botón, las tres de la madrugada.

Veo como está lleno de retratos familiares, figuras de cristal y en los cajones vacíos, sólo hay polvo, diviso como en la parte alta hay dos puertas. Por desgracia a mi estatura no llego mi alcance, busco con la mirada cualquier cosa que me pueda sostener, sólo la silla del piano, subo encima, abro las mini puertas, sostengo entre mi mano izquierda un frasco lleno de fotos de carrete.
Aprieto mi suela, veo venir una caída torpe de las mías y vuelvo a mi posición de antes, echo el vistazo de que es una tapa cubierta de celo, destapo el objeto y sonsaco dibujos, doy pequeños golpes si hay alguna compuerta,negativo.

Los dibujos son apoyados bajo mi brazo, y el frasco en la misma posición de antes.

Escucho unos pasos suaves, giro con seguridad.

- ¿Abraham? - espero una respuesta-

A medida que doy media vuelta ya que está la cocina, sólo me encontraré más polvo, dirijo mis pasos hacia otra parte. El recibidor, miro entre libros, nada. Golpeo mi pié derecho en la esquina del sofá, inmediatamente caigo encima y en un pequeño movimiento este se gira quedándome en frente de un gran cuadro de un hombre, supongo que será el padre de Dylan.

Levanto, veo como hay una cámara pequeña anclada en el, fuerzo con el y lo guardo en mi bolsillo.

Doy otro vistazo al lugar, reviso, todo se lo habrán llevado en su momento.

- Cariño - la voz de Abraham se hace hueco, doy un pequeño brinco, no me lo esperaba. Él sonríe- Ven - estira su brazo en busca de mi mano-

Tomo de él, guia sus pasos a la parte trasera de la casa, el gran salón, a una esquina hay un ordenador encendido con cámaras, va mostrando cada lugar que está grabando.

- Sigo sin entender del cómo sigue captando imágenes, han pasado...a saber cuántos años - se pasa las manos por su barba-

- Alguien ha estado entrando y saliendo,habrá puesto estas cámaras nuevas, y para ello conocerá la casa tanto como la familia Watson - busco vídeos de los dias anteriores en los diferentes lugares del hogar- Abraham - llamo su atención ya que está pendiente de otra cosa-

- ¿Qué pasa? - guía su mirada a la pantalla-

Un chico de unos treinta años y poco coloca unos muñecos en una habitación, se queda mirando todo, contando pasos.

- ¿Qué hace? - pregunta Abraham-

- Creo que está recreando el momento anterior de la muerte de Hannah - observo como hay dos muñecos encima de la cama, y el resto hace un medio círculo en el suelo-

Busco por fecha el día de la muerte de la chica, sonrío cinicamente, no está.
Vuelvo a la fecha de hoy.

- ¿Dylan, dónde está? - esta vez pregunto yo-

Abraham teclea buscando en cada esquina.

Ambos nos miramos con preocupación, andamos con rapidez en busca de nuestro amigo.

Narra Dylan:

Al poner el pié en mi casa, recorre un escalofrío por toda mi espalda.

Siempre me pasa al pisar un sitio que ha ocurrido homicidios.

Antes de entrar al cuarto de mi hermana, voy al de mis padres. Dudo mucho que tengan algo que ver con su muerte, pero la curiosidad mata al gato.

Todo vacío, muebles, vestidor, baño. No lo pienso muchas veces y doy la vuelta a la cama. ¿Por qué querían tener armas mis padres? Dos revólver, tres calibre 45, una Beretta 92 y una pistola neumática.

Atrapo entre mis finas manos una sábana y meto todo, realizo un nudo para llevarlo al hombro.

Nada más pasar delante de mi cuarto, invaden todos los recuerdos, no soy capaz de entrar, y ahora mucho menos el de mi hermana.

Suspiro con suavidad, echo todo el coraje que llevo dentro y observo como hay muñecos bien colocados, agacho mi cuerpo a la altura de la cama, nada más cerrar los ojos, la veo a ella ahí tumbada boca abajo con los ojos abiertos. Siempre he pensado que habrá visto algo para que tenga esa expresión.

Siento una respiración más en el cuarto, levanto rápidamente y trago saliva.
La luz de la linterna no alumbra tanto, pero al menos puedo ver en la oscuridad.

Los ojos se van a salir del cuenco, y la respiración empieza a estar agitada.

- Te he estado esperando por mucho tiempo hermanito - Ella es Hannah-

No quiero cerrar los ojos, me gustaría que todo sea alucinaciones, pero no sé que creer.

- Ha..Hannah...- hablo con la voz temblorosa-

- Siento mucho que hayas vivido en esas situaciones, y si estoy aquí es para darte pistas de quién me mató

- ¿Por qué no me dices quién fue? - si, estoy hablando con un muerto-

- Tú eres policia, tienes que encontrar pruebas para testificar contra él. A parte, la chica morena que hay en casa también tiene algo que te servirá de ayuda

- Hannah...esto no está pasando - susurro a lo bajo-

- A pesar de estar muerta, sigo teniendo el oído de Dumbo. Sólo déjame decirte una cosa, sabía que en algún momento iba a morir, pero no pensé que llegaría a ser esa persona

- ¿Qué? ¿En qué estabas metida?

- No estaba metida en nada, sólo me enteré de unos asuntos peligrosos, y me mataron porque decía que probablemente sería una chivata - observo su vestimenta, la misma ropa con la que murió-

- Joder Hannah...- los ojos se humedecen, no creo que esté ella aquí presente y ayudando en el caso. Sonará ridículo, lo sé- ¿Cuál es la pista?

- La única que te voy a dar es la casita pequeña de ahí abajo - señala a la ventana, al lado de la piscina- el resto lo tienen tus amigos

Asiento con la cabeza, voy a salir del cuarto, pero noto su mano fría como el hielo tocar mi hombro.

- Baja por aquí - abre la ventana. Desde niña tiene montado una tirolina-

- No, voy a dar el cante, prefiero hacer como la vieja usanza - tiro de las sábanas nuevamente, hago nudos entre ellas, lo amarro con la puerta del baño y bajo con las piernas agarrada a ella como un mono-

Los pasos firmes van en dirección a la casita, abro con cuidado ya que suele salir un chirrido.

- Mete todo en mi mochila, y el día que te declaren inocente, me iré tranquila

- Adiós Hannah...- ella sale pasando al lado de mis amigos-

- Eh, ¿Qué te pasa? Tienes la cara pálida - habla Abraham-

- Nada, termino de guardar todo esto y nos vamos

Así pasa.

Al salir de la casa, dos pasos para el coche diviso con la mirada a un chico que vi hace un par de días. Isaac Pucket.

¡Holaaa, Holaaaa! ¿Cómo estáis? Os dejo este nuevo capítulo por aquí, no olviden de dar sus teorías o comentarios que quieran dejar.
¿Pensáis que Isaac está involucrado en el homicidio de Hannah?
¡Darle a la ☆!