Capítulo 17.

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Narra Julia:

Al pisar el último escalón vemos como Dana corre tras Víctor por lo que él se desplaza continuamente por toda la sala, parece ser que le tiene bastante miedo a los perros ¡Y dice ser que es el amigo más fiel del hombre!

Pasos siguientes a ello nos encontramos a la pequeña Chloe pintando encima de la mesa del comedor en la que continúa su madre dejándole un tazón de leche caliente, junto a un sándwich.

- Mi amor pintas después, ¿si? - hace el intento de quitarle de las manos-

- Noo mami - con el tono de puchero que hace no le convence y se dispone a desayunar. Nos ve y saluda con la mano con una sonrisa-

- Buenos días chicos, ¿Cómo habéis dormido? - Pepe deja en un plato varias rebanadas de pan, mientras que Pepi llena vasos de zumo de naranja-

- Dentro de lo que cabe - digo apenada-

Dylan retira una silla para acceda a sentarme a ella, se lo agradezco y doy el primer sorbo al vaso de zumo.

- ¿De qué quieres la tostada? - se adueña de una y con el cuchillo en la otra mano-

- No hace falta, ya me lo preparo yo - voy a atrapar ambas cosas pero esquiva mi acción-

- No cariño, te quiero mimar - dice en una sonrisa tímida-

Antes de responderle le miro dulcemente.

Si supiera lo que soy realmente, se asustaría y no volvería a hablarme nunca más. Y sería lo menos que quiero ya que sería el primer hombre en tratarme tan bien.

- ¿Sois pareja, no? - Pepi, hay que tener cuidado con ella. O eso dijo Malú antes de llegar a España, se cuenta la leyenda que te hace sacar toda tu vida en cinco minutos y creo que lo va a conseguir. Sabiendo lo bocazas que soy, aunque lo estoy poniendo en práctica-

- No Pepi - digo en una sonrisa, lo más amable que puedo en estos momentos-

- Oh, y creí que sí con lo bonita pareja que hacen - se asigna un asiento y se siente en ella-

- Mujer no empieces por la mañana - Pepe interviene en la conversación sentándose al lado de su mujer, se adueña de una tostada y se echa mermelada- ustedes no la hagan caso - da su primera mordida-

- No me hagas riñas delante de la gente - dice dándole una colleja por lo que se le cae la rebanada de pan-

Todos de la sala reímos, y más Chloe; se le ve que se mancha la nariz de cacao, y la manera que mira a Pepe lo admira muchísimo. A pesar de que no sea su abuelo de sangre, lo quiere de la misma manera y eso es más lo que me encanta de los niños; sean inocentes y que le den igual todo sea quien sea le aporte cariño porque eso es lo que tenemos que recibir todo en algún momento de nuestras vidas.

En mi caso no ha sido así, mayormente he vivido en un ámbito desequilibrado por así decirlo.
Mi "supuesto" padre me tenía esclavizada por muchos años ya que mi madre llegaba a las tantas horas de la noche y nunca se llegó a enterar, sería un problema más de lo que tenía al día-día.

- Eh Julia, ¿Estás bien? - dice Dylan-

- Eh sí, ¿Qué pasa? - contacto con los ojos de él, tan oscuros que son y una historia en la que esconder-

- Por un momento te quedaste desconectada del mundo - veo como un cacho de mermelada le cae en pico a la comisura del labio. Se lo retiro de inmediato-

- Disculpa - doy un gran mordisco a mi tostada-

- ¿Estás bien? - dice Verónica-

- Sí, no te preocupes - me bebo el zumo de un trago grande y levanto de mi asiento-

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