Trece años después...
Los años pasaron y Peter se convirtió en un adolescente apuesto de dieciséis años. Sus padres y tíos le contaron de una organización terrorista que había acabado con la vida de mucha gente inocente por una fórmula para crear alfas de rango superior como su papá Steve. Unos días antes de cumplir dieciséis, se enteró que dicha organización resurgió con más fuerza, pues salieron a la luz los alfas que habían creado.
Hace años, cuando Hydra se enteró de los planes de los vengadores para acabar con ellos y apropiarse de la fórmula, escondieron a sus sujetos de prueba y ahora que estaban listos para pelear, les estaban provocando muchos problemas a los vengadores.
Steve, el alfa del equipo, se vio en la necesidad de reclutar más súper héroes para lidiar con la crisis que Hydra había provocado. Pronto la torre Stark se convirtió en la guarida de los vengadores. Pete comenzó a convivir con muchos nuevos tíos, como, por ejemplo, Thor quien regresó de inmediato al llamado de Tony. Siempre se veía insinuante con su papá omega, pero solo bastaba una mirada intimidatoria por parte de Steve para que el semidiós se retirara riendo.
Otro alfa quien llamó mucho su atención fue el rey de Wakanda con su tecnología que compartió con Tony. Un hecho algo molesto para el adolescente, pues la atención de su papá omega estaba casi en su totalidad sobre las nuevas enseñanzas de aquel rey, al igual, Bruce estaba absorto de la misma forma. Se sentía un poco relegado, pues no le era permitido intervenir en las misiones contra Hydra.
Aprovechando el arduo trabajo sus padres y los nuevos vengadores, desarrolló un traje para mantener oculta su identidad y así mostrarles que estaba listo para luchar a su lado. Por las noches salía a patrullar las calles y mantener el crimen bajo control, una forma sencilla para que comenzaran a tomarlo en cuenta.
Thor era el único quien insistía en integrarlo a las filas de los vengadores, platicando anécdotas donde el semidiós a esa edad ya estaba peleando por el honor de Asgard y pedía que no lo subestimaran por ser omega.
Cada vez que era mencionada su naturaleza frente a los imponentes alfas de los vengadores, Pete, se mordía el labio. El adolescente había llegado a los catorce años a la madurez descubriendo ser omega y en ningún momento se sintió desprotegido, toda su familia lo quería por quien era, no por su naturaleza.
Después de muchas discusiones, Tony le dio una oportunidad para ir a misiones que no involucraban mucho peligro siendo de gran ayuda como distracción; de esa forma se convirtió en el apoyo del equipo y logró ser parte de los vengadores a su corta edad. Su ayuda tuvo un impacto tan fuerte en las batallas, que su familia le pidió suspender durante un año sus estudios. De esa forma, podría continuar ayudándolos para resolver la terrible crisis que Hydra representaba.
Para la semana después de su dieciseisavo cumpleaños, ya tenían a once vengadores viviendo en la torre, contando a su propia familia. La gran mayoría eran alfas y era tanta la carga de feromonas que a veces se veía obligado a tomarse un descanso.
Uno de tantos días, estaba dando un paseo por la gran ciudad, colgándose de los edificios y finalmente sentándose en la orilla de uno mientras degustaba un hot dog sin levantar del todo su máscara, solo dejando su boca libre.
A lo lejos vio que se acercaban un par de camionetas a toda velocidad, parecía una persecución. No tuvo tiempo de procesar nada cuando las vio chocar, provocando un estrepitoso accidente. Dejó su comida a un lado y se acercó a la escena, en la cual, un tipo de traje rojo desmembraba a los ocupantes de las camionetas con sus dos largas katanas.
Pete siguió descendiendo hasta pararse en el techo de un edificio muy pequeño, lanzó sus telarañas y atrajo al sujeto para detener su sádica matanza. En cuanto lo tuvo cerca lo envolvió en su telaraña hasta dejarlo inmóvil y lo empujó para sentarlo en el piso contra una pared. El tipo hizo un ruido sorprendido y él solo entornó los ojos bajo su máscara.
— ¿Quién eres y quién te crees para asesinar de esa forma? —Preguntó con firmeza y se extrañó cuando vio al tipo estremecerse.
—No son inocentes, pequeño niño —contestó él en un tono grueso que le erizó la piel.
Había escuchado a otros alfas hablar de esa forma; sin embargo, el tono de ese sujeto hacía cosas extrañas en su sistema, era como si esa sensual voz acariciara su piel de una forma seductora.
— ¿Quién eres? —Insistió en un tono vergonzosamente más débil.
—Deadpool —respondió el tipo en ese mismo tono excitante—, y tú debes ser Spider Man, el pequeño niño de los vengadores.
—Así que eres ese asesino a sueldo que ha estado provocando problemas por las noches —sentenció hincándose para estar más cerca del sujeto e ignorando por completo el comentario menospreciativo.
—Algo así —respondió el tipo con voz divertida—, aunque si tú quieres puedo darte otro tipo de problemas en las noches.
Esa voz sugerente, esa propuesta lasciva lo hizo acercarse hasta retirar la máscara y ver la cara deforme del sujeto. Esa mirada se clavó en su alma haciendo que su muñeca ardiera como si un lazo se apretara en su piel. Él mismo se retiró su máscara cuando sintió que el aire no llegaba a sus pulmones, dejando vulnerable su identidad. Vio los ojos de Deadpool dilatarse y su respiración se agitó de la misma forma en como él respiraba.
—Esta sensación —jadeó acercándose más a esos labios que se abrieron por la cercanía.
—Eres mi destinado —respondió Deadpool en el mismo tono bajo.
¿El fin?
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¡Como podrán deducir, la siguiente historia es Spideypool! Habrá mucha superfamily también y por fin el tema de los destinados. Nos vemos en "Tu destino es amarme" al final de esta historia mostraré la sinopsis ✌️
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Nuestra gran familia (Stony mpreg)
Hayran KurguTony Stark y Steve Rogers son pareja desde hace un tiempo, ahora que ambos tienen veintitrés años de edad se encuentran en una nueva etapa de su vida. Tony está embarazado. Todos están emocionados con la gran noticia; sin embargo, Steve, está un po...