Hunters (Terminada)

Capítulo 10

Cuando se hizo por la mañana todo era un revuelo. Se sospechaba que el accidente había sido intencionado. Habían muerto un hunter y una mujer lobo, otros tres lobos y otro hunter estaban levemente heridos. Y “lo nunca visto” una novata de apenas 18 años consiguió mantener a raya a dos lobos descontrolados. Por lo visto, me estaba convirtiendo en un fenómeno por aquí. Además, he sido la única que ha tenido el valor de enfrentarse a Bratt, el hunter que se las daba con aires de superioridad. Tuve que pasarme a que le echaran un vistazo a la herida del abdomen. Solo tuvieron que ponerme unos cuantos puntos y después pude irme.

Decidí que tenía que ir a ver a Christian, al fin y al cabo le hice bastante daño. Al menos me aliviaba saber que no se quedaría ciego, simplemente no podría abrir sus ojos hasta dentro de unos días. Pero antes me dirigí hacia la sala de entrenamiento, para ver si me encontraba a Jack. Es su lugar favorito de toda la base.

La sala de entrenamiento se divide por edades en distintas puertas, desde los 16 años hasta los 45, que es cuando los hunters pueden “jubilarse” por así decirlo.

Me dirigí a la de 18 años, y me encontré con la sala abierta de par en par y unos sonidos secos, sería Jack. Me asomé un poco y, allí estaba, tirando cuchillos a una diana. Parecía furioso ¿sería por lo que pasó ayer? Me di cuenta de que no estaba solo, allí estaba Sam también.

Por alguna razón decidí esconderme y escuchar sin ser vista. Se que estaba mal, pero mi instinto me lo pedía.

-¿Es que no lo entiendes?- Gritó de repente Jack, y lanzó otro cuchillo, dando en el blanco.- ¡No podemos ocultarle lo que realmente es! ¡No lo aguanto más! Sam, no puedo, llevamos toda la vida mintiéndole.

-Lo sé Jack tranquilízate yo…- intentó decirle Sam para tranquilizarlo.

-¿Que me tranquilice?- dejó de tirar cuchillos a la diana y se giró hacia Sam.- Jen no se merece esto, tiene que saber la verdad, ya van dos heridas en ese punto, y sabes que pasará la próxima vez.-

¿Qué pasaba aquí? ¿Sobre qué me han mentido? ¿Lo que realmente soy? Todas esas preguntas me venían a la mente. No entendía nada.

-Sam… - empezó a decir Jack.- Tanto tú como yo sabemos que si le decimos la verdad…- tragó saliva.- Pueda descubrir donde se encuentra su padre, joder Sam, tenemos que decirle que su padre no está muerto, que intentaron engañarnos.-

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No pude evitarlo pero me planté delante de la puerta y los miré fijamente a los dos. Se sorprendieron al verme, y ambos miraron hacia el suelo.

-Jen déjanos que te expliquem…- Empezó a decir Sam.

-¡Cállate!- Le grite.

Empecé a llorar mientras me fui acercando a Sam, él no me miraba a la cara, le agarré por la camisa y lo levanté.

-¿Cómo que mi padre está vivo?- No pude contenerme, estaba furiosa.- ¿Por qué me lo ocultasteis?-

-Jen… me haces… daño.- Me dijo Sam, pero no le solté.

-¿Sobre que más me habéis mentido?-

-Jen… nosotros no… podemos.- Dijo Sam entrecortadamente.

-Quiero que me lo contéis todo.- Le grité nuevamente.- ¿Qué es lo que realmente soy? ¿Dónde está mi padre?-

Por fin le solté, bueno más bien lo empujé, así que cayó de espaldas al suelo. No me arrepentí de haberlo hecho.

-Jen, escúchanos nosotros no podemos…-

-¡Que me lo contéis todo!- Aún estando furiosa no pude contener las lágrimas.- ¿Qué pasa conmigo? ¿Por qué no me lo decís?

-Pero…-

-Te lo contaremos.- Dijo Jack, me giré hacia él y lo vi muy serio, no bromeaba.- Estoy harto de ocultarlo todo, se merece que le digamos la verdad.-

-Gracias.- le dije e intenté secarme las lágrimas.

-Bueno como ya sabes, tu padre no está muerto.- me dijo Jack.- Pero por desgracia, no sabemos dónde está.-

Eso me destrozó y volví a llorar, pero, al menos no estaba muerto, mi padre seguía vivo en algún lugar, y yo lo encontraré. Tengo que encontrarlo.