Capítulo 13

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Me puse manos a la obra con la sirena. Me quedé mirándola, realmente era hermosa, con una piel blanca como la nieve, un pelo rubio levemente ondulado, muy largo. Su pecho estaba tapado por dos grandes conchas, y muy ajustado en su cuello había un collar de perlas. La cola era de un color azul cielo con tonos plateados, realmente bonita. 

Tenía que darme prisa, así que dejé mis pensamientos a un lado. Este trabajo iba a ser realmente difícil. La sangre estaba congelada y mi trabajo era ponerla en movimiento. No podría hacerlo muy lento o no llegaría la suficiente sangre al corazón a tiempo, pero tampoco muy rápido o podría provocarle daños irreversibles en cualquier parte del cuerpo.

Después de una media hora había terminado con unas trece personas, y quedaban una más, diez de ellas eran sirenas, los otros cuatro, hunters. En unos tres minutos más terminé con el último. Estaba exhausta y me recosté en la arena. Estaba sudando mucho y me temblaban las manos. Jack se acerco a mí, parecía preocupado.

-¿Estás bien?- me pregunto.- Estas pálida.

-No es nada… solo estoy algo cansada.- Me incorporé un poco sobre los codos.- Se me pasará enseguida.

Giré mi cabeza y vi a la primera sirena que descongelamos que ya estaba consciente. Me miró y con sus labios gesticuló algo parecido a “Ven, rápido” ¿Tendría algún problema?

-¡Venid todos aquí, hay más!- Gritó Patri desde la otra punta de la sala.

Jack me ayudó a incorporarme y me llevó lentamente hacia donde estaba la sirena. Mientras el resto del grupo se dirigían hacia donde sñalaba Patri. La sirena intentaba decirme algo pero no podía oírla, lo decía muy bajo.

-¿Qué intentas decirme?- Le pregunté. Acerqué mi oido a sus labios.

-No… no confiéis en ella.- dijo señalando a Patri.- Es… es…

-¿Qué pasa con ella?- ¿Patri? ¿Qué podría hacer ella?

-Es… una trampa… no vayáis, por favor, no vayáis.- Dijo lamentándose.

Me giré hacia donde estaba el equipo. Patri había pulsado una especie de botón secreto en la pared y tenía una media sonrisa en su cara que me hizo estremecerme. Se escucharon unos zumbidos y luego gritos. Jack y yo nos miramos, intenté levantarme pero mis piernas no me respondieron.

Patri se giró y nos miró. No parecía la misma Patri simpática y alegre de siempre. Ésta daba miedo.

-Y solo quedan dos.- Dijo ella.- En fin, manos a la obra.

-¿Por qué haces esto?- Le pregunté. Por fin pude levantarme.- ¿Qué es lo que pretendes?-

-Eso es fácil, hago esto primero porque me divierte, y segundo, porque ya va siendo hora de que despiertes.-

¿Qué despierte? ¿A qué se refería? Miré a Jack y vi que estaba maldiciendo algo. Él sabía de qué iba esto. Patri estaba formulando algo… Intenté leer un poco sus labios, era un conjuro de manipulación. Pero Jack fue directo a por ella sacando uno de sus cuchillos. Patri sonrió, solo le faltaba una parte del conjuro y Jack se acercaba imprudentemente a ella.

-¡Jack! ¡Espera!- Tenía que pararle, pero no sabía cómo.- ¡Eso es lo que quiere, no vayas!- Le grité

Pero era demasiado tarde, Jack ya estaba suficientemente cerca de ella, intentando atacarle con uno de sus cuchillos, pero ella lo esquivó fácilmente y posó su mano en el rostro de Jack. Su conjuro estaba completo.

-Muy bien Jack.- Dijo Patri.- Ahora date la vuelta.

Y Jack obedeció. Se le vio en la cara que estaba sorprendido. Con este hechizo Patri podía controlar las acciones de Jack, pero su conciencia estaba despierta, es decir, sabía lo que hacía pero no podría controlarlo.

-Eres una maldita trai…-

-Cállate.- Le ordenó Patri a Jack y no le dejó terminar.- Muy bien Jack, ya sabes dónde tienes que atacarla, justo en la parte derecha del abdomen.

Jack empezó a correr hacia mí.Conseguí esquivarlo varias veces, aunque con pasos torpes. Todavía no me había recuperado del todo. Seguimos el tira y afloja bastante rato, yo no podía atacarlo obviamente.

-Esto no funciona…- Dijo Patri y se puso a pensar.- Ya sé, Jack ven aquí.- Le empezó a susurrar algo al oído.

Jack abrió mucho los ojos y miró a Patri horrorizado.

-No pienso hacer es…-

-Calla y obedece.-

Jack tiró los cuchillos al suelo, cosa que me extrañó y vino caminando hacia mí, tenía una mirada sombría.

-Jen… yo lo siento, creo… que ya estoy fuera… del control.- Parecía que le costaba decir esas palabras.

No le entendí y estaba confundida, pero cuando estuvo a una distancia más o menos cerca de mí hizo lo último que esperaba que hiciera, me besó. ¡Me estaba besando! ¿Ahora?

Su beso fue algo dulce pero cuando le miré, Jack estaba llorando y cuando me fui a separar, sentí dolor. Jack cayó de rodillas al suelo, todavía llorando. El cuchillo lo tenía escondido en su espalda, el beso fue una distracción. Pero algo ocurrió luego, fue mi espalda, me empezó a arder, fue un dolor que nunca antes había experimentado. Empecé a gritar, Jack intentó acercarse pero algo se lo impidió. Había una especie de barrera invisible que no dejaba a nadie acercarse.

-Bueno como dicen… mi trabajo aquí ha terminado.- Dijo Patri riéndose, y de pronto desapareció.

Sentí que algo se desgarraba en mi espalda, me retorcí en el suelo varias veces. Era insoportable.

De pronto de donde provenía el dolor aparecieron dos alas de plumas blancas como la nieve, manchadas en las puntas con mi sangre.

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Este ha sido el capítulo número 13. Emocionante ¿Verdad? 

Ahora estoy escribiendo también mi otra historia "No digas nada, solo quedate conmigo" Para lo que les va gustando esta novela si quieren pásense a leerla.

Besos

PaulaMD

Hunters (Terminada)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora