Infierno [JONGKEY] ♥

1. "Prisionero"

Capítulo 01: Prisionero

El ángel reunió todos los recuerdos que precedieron a su despertar en esta cárcel, pero las cosas que recordaba estaban fragmentadas. Solo podía ver su partida del cielo al mundo de los mortales, ya que estaba acompañado por otros ángeles como él. Entonces, fue un agujero negro.

Lo único que sabía en ese instante era que era una necesidad escapar de este lugar, por no decir una cuestión de vida o muerte. La presencia forzada de un ángel en el infierno no podía ser un signo positivo, sin embargo, tenía que ocultar cualquier tipo de pánico o debilidad de los ojos infernales: se le había enseñado de esta manera.

Si él era el prisionero de Lucifer, tenía que prepararse para lo peor.

Dado que el Señor de la Oscuridad había sido derribado milenios antes, marcando la victoria de los buenos contra los malos, no había duda de que estaba considerando su venganza. Su astucia no tenía límites, por lo que el ángel no se sintió sorprendido por su rapto; solo se sintió ofendido ya que no había podido defenderse mejor.

Sin embargo, ahuyentó este pensamiento lo más rápido posible porque le habían enseñado que fallar no era algo que debía tomar con enojo o desilusión. "El fracaso es solo la oportunidad de lograr las cosas de una mejor manera", le había dicho el Arcángel una vez, ya que había perdido una pelea entrenando contra uno de sus hermanos. Sin embargo, no olvidó ninguna de sus derrotas, solo hizo lo posible por ocultar este rasgo que un ángel no debería desarrollar: orgullo.

Este orgullo que hervía a través de sus venas se excedió en su deseo de mantener la calma y le hizo tomarse de sus propias muñecas y tobillos mientras trataba por todos los medios de liberarlos de esas cadenas. El alboroto que estaba haciendo resonó tanto en las cárceles que era imposible que nadie lo oyera. Eso era perfecto, eso era lo que él quería: hacerse notar.

Dejó escapar un grito roto de su garganta mientras tiraba más fuerte pero una fuerte risa lo interrumpió, haciéndolo mirar hacia arriba con sus ojos cada vez más abiertos. El ángel instintivamente dobló sus rodillas para adoptar una posición defensiva, mirando a todas partes para captar el origen del ruido. Pero parecía que esta risa malvada... venía de todas partes. Estaba resonando en toda la cárcel, pero también en la mente del prisionero, haciéndolo fruncir el ceño y bajar la cabeza.

—Entonces, ¿finalmente decidiste honrarnos despertando?

Una voz fuerte y profunda salió de la nada, haciendo temblar las paredes y las llamas de la vela del corredor casi mueren. El ángel levantó la cabeza y esperó unos segundos antes de que un gran incendio apareciera frente a él. Las llamas ardientes estaban tan cerca de su cuerpo que lo obligó a arrodillarse para evitar este calor infernal. El sudor corría por su rostro y su torso, trazando algunos surcos en la tierra que lo cubría.

El fuego espectacular desapareció lentamente para dar paso a una silueta alta, un hombre hecho de lava seca. Su piel era de color marrón oscuro, casi negra, y estaba excavada con líneas rojas y anaranjadas que recordaban la forma en que el suelo de un volcán se rompe cuando hace erupción, permitiendo que la lava líquida caliente salga de allí. Eso fue todo, él era un volcán que amenazaba con explotar en cualquier momento. Pero lo más aterrador no era su cuerpo, era su cabeza. Era grande, y el ángel pudo distinguir una enorme boca llena de fuego y dos ojos penetrantes que parecían dos poderosas llamas.

El punto culminante fueron los dos cuernos masivos que surgieron de los lados de su frente, haciéndolo imponente y verdaderamente terrible. Cuando vio la mirada del ángel, de repente estalló en una risa malvada, echó la cabeza hacia atrás mientras su garganta llameante parecía estallar al igual que sus cicatrices ardientes.