Infierno [JONGKEY] ♥

3. "Nueva misión"

Capítulo 03: Nueva misión

Bajo su forma humana, Lucifer caminaba por los corredores de las cárceles, seguido por sus tres Furias. En su camino, como siempre, los otros prisioneros suplicaron misericordia para algunos y lo amenazaron por los demás. Pero el Señor no les prestó ningún tipo de atención, sus ojos miraban hacia la última puerta.

Cuando llegó, la abrió y entró en la celda mientras las mujeres lo seguían y se cerraban detrás de ellas.

— ¿Nos estabas esperando? —Preguntó Lucifer cuando vio al ángel, parado y mirándolo. —Eso es amable de tu parte, no tendré que obligarte a ponerte de pie.

— ¿Por qué hiciste eso? —Preguntó Jonghyun, su tono de voz permaneció tan calmado como siempre, casi desestabilizador proveniente de un prisionero.

—Hice tantas cosas últimamente... ¿Me puedes especificar?

—A Key.

El Señor de la Oscuridad dejó de caminar hacia el ángel cuando escuchó este conocido nombre. Sus ojos ya oscuros parecen absorber toda la luz de la habitación e incluso las Furias dieron un paso atrás; sabían cuándo deben estar asustados.

—No puedes pronunciar el nombre de mi esclavo, ángel. —El Diablo escupió. —He sido misericordioso contigo, envié a mi mejor chico para que te limpiara después de que mis soldados rompieron tu repugnante cuerpo, ¿y qué? ¿Crees que puedes escupir mi hospitalidad así?

—No le temo a ti ni a tus furiosos cachorros. —Dijo el prisionero, sus orbes dorados reflejaban su seriedad. —No se merecía el dolor que le infligiste.

— Y como el ángel que eres, ¿te sientes culpable? Déjame recordarte algo: estás en el infierno. Los humanos que ves aquí son míos, así que si quiero hacerlos sufrir por mi propio placer, lo hago. No puedes salvar a nadie en mi territorio, no lo olvides.

Jonghyun no respondió y sus ojos siguieron los pasos de Lucifer alrededor de la celda, sus puños apretados. Eso era cierto, no podía hacer su trabajo angelical allí, e incluso si su naturaleza lo hacía querer salvar a este humano... eso era imposible. Las almas caídas no podrían ser salvadas.

—Pero dado que pareces tan preocupado por él, te tranquilizaré, ¿no? —Dijo el Señor, dándose la vuelta para enfrentar a su prisionero. —Recibió su castigo con obediencia. ¿No escuchaste sus gritos?

— ¡Tú...!

—No puedes hacer nada, estás encadenado. ¿Qué pasa con este ángel? ¡Tiene fuego en lugar de sangre en sus venas! Espera, déjame ver tu pelo...

Lucifer se acercó al ángel y agarró su mandíbula para levantar la cabeza. Luego tocó el cabello teñido e incluso lo olió, frunciendo el ceño antes de reír, dando un paso atrás.

—Ya veo. —dijo antes de chasquear los dedos para hacer que las Furias se le acercaran. —Ahora, ángel... ¿me dirás lo que quiero escuchar?

—Preferiría morir. —Respondió Jonghyun, mirando a las mujeres que le sonreían maliciosamente.

—Respuesta incorrecta. Sería demasiado fácil matarte, al igual que matamos a tres de tus hermanos.

El ángel se congeló ante las palabras que acaba de escuchar. Sí, había visto a esos malditos demonios arrancar las alas de su hermano antes de apuñalarlas con sus garras. El simple recuerdo lo llenó de algún tipo de ira, pero lo ocultó lo mejor que pudo; su enemigo no debería ver sus debilidades.

—Voy a repetir la pregunta, después de todo, cualquiera puede cometer un error. —Lucifer sonrió. —Odio, cariño, ¿puedes...?

La mujer a la que llamó, la del látigo, asintió y se acercó a Jonghyun. Cuando ella lo agarró por el hombro, ella aplastó la rodilla del ángel con su pie para hacerlo arrodillarse; el último dejó escapar un grito, pero como solo había una Furia atacándolo, encontró la fuerza para agarrar su pierna, haciéndola caer con la cabeza primero sobre la piedra.