Infierno [JONGKEY] ♥

10. Epílogo: "Realidad"

Epílogo: Realidad

Los dedos de Kibum se curvaron sobre el colchón blanco, mientras su cuerpo se sacudía por las suaves olas de placer. Con los ojos cerrados y la cabeza apoyada en la almohada, saboreó la sensación de los labios húmedos y cálidos contra la piel de su cuello, y tomó el pelo teñido de su alma gemela con la mano.

Su espalda estaba pegada a las sábanas a causa del sudor, y él ligeramente levantó su pierna para rozar la cadera del ángel con ella, de alguna manera se aferró a ella para mantener el equilibrio. Sobre él, una cálida silueta estaba dominada por dos hermosas alas que creaban sombra en ambos.

Abrió los ojos para mirar las plumas, y sin saber lo que estaba haciendo, levantó el brazo para tocarlos. Un escalofrío recorrió la columna vertebral de Jonghyun y dejó el cuello del humano para capturar sus labios, besándolo ferozmente pero con una suavidad que hizo que Kibum se sintiera mareado. Las manos de este último encontraron su camino en la espalda sudorosa del ángel, justo debajo de las raíces de sus alas, y la rascó suavemente; no dolorosamente, solo para liberar los intensos sentimientos que lo estaban invadiendo.

La única ventana había sido cubierta con una cortina blanca, gruesa para dejarlos invisibles pero lo suficientemente delgados como para oscurecer ligeramente la habitación, dándole una cálida luz rosada. Los únicos sonidos que resonaban contra las paredes eran suspiros, silenciosos gemidos y besos, susurros y pinceles. A veces, crujidos de alas.

Kibum podía sentirlo, podía sentir lo mejor que era en comparación con la primera vez, gracias a las alas libres de Jonghyun. Era como si el placer de su amante aumentara fuertemente, como si la fuerza contenida en ellos se convirtiera en otra cosa solo para agregar intensidad a su clímax.

El humano de repente dejó que un sonido más agudo abandonara su garganta, un sonido que fue silenciado por los labios de su alma gemela contra los suyos, al ser besado con la boca abierta. Se sentía cálido por dentro, cálido afuera, sabía que se suponía que lo que estaban haciendo no se podía permitir donde estaban, pero no pudieron resistir la tentación...

Pasaron unos segundos y el cuerpo de Kibum se arqueó lentamente, su torso desnudo se encontró con otro, fuerte, caliente y húmedo. Su cabeza comenzó a girar ya que solo podía ver estrellas con sus ojos cerrados, luego las estrellas se volvieron blancas...

Y él se despertó.

Su aliento se rompió cuando se sentó en la cama, su fina sábana de verano se deslizó desde su torso hasta descansar en su regazo. La gota de sudor corría por sus sienes, y su pecho debajo de la camiseta sin mangas, el verde pálido que llevaba para dormir a pesar del calor de la temporada. Sentado todavía, logró recuperar el aliento ya que, una vez más, había tenido un sueño húmedo. En realidad, no lo pensó como un sueño húmedo, sino como un recuerdo.

Estaba recordando la última noche que había pasado con Jonghyun antes de su regreso a la Tierra, esa noche habían hecho el amor a pesar de su renuencia al principio, después de todo, estaban en el cielo en ese momento... No era la primera vez que hacía esto... soñar, con todo lo detallado, tanto que podría jurar que no solo estaba en su mente hasta que se despertara, justo antes del momento en que había venido. Con ese pensamiento, Kibum bajó la mirada hacia su entrepierna, y suspiró. Otra mañana comenzando con ropa interior sucia.

No era como si se sintiera avergonzado, en realidad no lo hacía en absoluto, solo estaba haciendo que le doliera el corazón al despertarse solo, mojado por un sueño y no por la realidad. Soñar con la realidad era aún peor.

Kibum lentamente se levantó y se quitó sus calzoncillos, también agarrando su sábana antes de dirigirse al baño. Al salir de su habitación, escuchó algo de ruido en la cocina desde el pasillo del primer piso, y supuso que sus dos compañeros estaban ocupados preparando el desayuno. O tal vez la cena. Ni siquiera sabía qué hora era, y no le importaba pues era domingo.