Capítulo 9: Olivia

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Bebí de la mimosa, saboreando el sabor de la naranja. Beth estaba bebiendo su tercera mimosa para el tiempo que llevábamos allí. Agatha definitivamente sabía preparar los mejores tragos del mundo. Incluso estaban mejores de los que bebí hace días en el bar.

Había salido de la oficina hace poco, Beth había pasado por mí para tener una tarde/noche de chicas, debido a que era viernes, y mañana ninguna debía levantarse temprano.
Además, Michael dijo que mañana en la tarde pasaría por mí, para ir de paseo por la costa.

No estaba feliz con él. De hecho, no estaba feliz en absoluto. Mis pesadillas habían vuelto tan salvajes como antes. Despertando en medio de la noche, gritando, haciendo que los chicos de seguridad se levantasen tan rápido como un parpadeo, desenfundando sus armas frente a mí, encontrándose con la situación más incómoda que podían imaginar, una chica gritando de miedo por sus sueños en la noche.

Si bien había estado poco tiempo con Lucas, él lograba mantenerme centrada. Ahuyentando las pesadillas, haciéndome sentir segura. Haciéndome sentir a salvo con él, por el simple hecho de que él sabía cómo defenderse, a él y a su entorno. Eso relajaba mi mente, dejándome respirar a su alrededor. Aunque, definitivamente, no estaba a su alrededor por la seguridad que inspiraba en mí, con Lucas había sido definitivamente por él como hombre, porque me atraía en más de diez formas distintas.

Debido a esto, las pesadillas y la lejanía de Luke, mi humor no era el mejor, estaba durmiendo menos de tres horas diarias, lo que hacía que estuviese cansada constantemente, y quedándome dormida en cualquier lugar.

Hace dos días, Ben tuvo que despertarme en la oficina, antes de que me hubiesen llamado para una reunión de emergencia. No alcanzaban las palabras para decir lo avergonzada que había estado con esa situación.



Las cosas con Lucas habían terminado de la manera más rara posible. Sin embargo, sabía que no era por lo que él me había dicho. Pura basura. Las cosas entre nosotros no habían estado yendo rápido en absoluto. De hecho, había ido tan normal como podía ir, yendo en citas, viéndonos algunos días, mandándonos mensajes. Del mismo modo que otras relaciones comenzaban.

Sabía, desde el fondo de mi corazón, que él se había alejado de mí debido a la detective que nos topamos en el restaurant. Tenía la certeza de que ella lo estaba manipulando con lo que él me dijo, que sería visto de mala forma, que podrían sacarlo del caso, sancionarlo, y un montón de cosas más.

Ciertamente no quería arruinar su vida haciendo que lo despidieran o le quitaran sus placas, por el contrario, quería ayudarle, pero también quería tenerlo en mi vida y ya. Nadie dijo que la vida pudiese ser fácil. O que el dinero podía comprar la felicidad.

Lo extrañaba como nunca había extrañado a alguien, pero... entonces hace un par de días, Michael me llamó y pidió hablar conmigo, acepté, sin saber lo que él quería. Él quería volver.

Bueno, después de ver los pros y los contras, acepté un tiempo de prueba. ¿Qué más daba? Lo quería, sí. Pero no lo amaba. Verle no me causaba nada, era como si mi corazón ni siquiera latiera cuando él estaba cerca, o cuando me besaba, no sentía ese calor recorriendo mi cuerpo, no sentía nada por él además de cariño, y eso me hacía sentir tan vacía y superflua a su alrededor, que me dejaba sintiéndome extraña el resto del tiempo.


El móvil de Beth comenzó a sonar estruendosamente con una canción de Bruno Mars, sonrió cuando vio quien llamaba.
Oh, sí. Ese debía ser Garrett Gallagher. Desde que ellos estaban saliendo, era como si Beth estuviese feliz constantemente, una sonrisa plantada en su rostro, su ánimo feliz contagiando el ambiente. Era feliz por ella, de verdad que sí, pero con mi oscuro estado de ánimo actual, me molestaba que estuviese tan feliz. Tan mal como sonaba. Sí, merecía el premio a la peor mejor amiga del año.

―Hey, cariño. ¿Qué sucede? ―La sonrisa de Beth fue desapareciendo a medida que Garrett le respondía. Mi amiga me miró rápidamente, su expresión ensombreciéndose. ―Bien. Estoy con ella, de todos modos. Sí. Bien.

Ella cortó y yo la miré, esperando por información. Sabiendo, en el fondo de mi corazón, que algo malo estaba sucediendo.

―Lucas está en el hospital, Liv. Resultó herido en una balacera.

Don't let me FallDonde viven las historias. Descúbrelo ahora