Cap. 17 ¿El Adrienette se acabo?

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Mientras se dirigían a sus casas fueron separados en grupos, Marinette hablaba con Alya, Adrien con Nino dejando así a las cuatro mejores amigas hablar entre ellas sobre el tema y lo que se aproximaba.

—Por las caras de Adrien y Marinette algo salió mal—decía Ale.

—El Adrienette se nos está desmoronando—comentó dramáticamente Angie.

—No podremos hacer mucho, es mejor no entrometernos y dejar que lo arreglen solos—aseveró Pris.

—Bueno si, después de todo lo dijo el maestro Fu: ambos están hechos el uno para el otro. Todo se va a arreglar, están destinados.—dijo positiva Laura.

—Oigan, pero a todo esto...no entiendo ¿cómo Marinette fue desakumatizada?—analizó Angie.

—Puede que ella al ser portadora de ese miraculous, lo logró purificar—supuso Pris.

—Mmm...¿cómo habrá sido?—Ale tenía curiosidad. Entre todas se miraron y se encogieron de hombros.

Para ese entonces Alya ya estaba al tanto de lo que había pasado en su ausencia. Al enterarse de todas las causas de la desgracia de su amiga no pudo evitar sentirse culpable por ocultarle algo así a quien era su confidente aunque ésta le hubiera ocultado su identidad heroíca, pero eso era entendible Marinette quería proteger a su amiga y con información superflua corría peligro, Alya en cambio le oculto una verdad de la que solo estaba excluida ella y eso la estaba matando.

—Parte de lo que te pasó fue mi culpa, lo siento mucho Marinette —se lamentó Alya.

—Está bien, ahora comprendo que también eres amiga de Adrien y eso implica que guardes su secreto—ella se mostró comprensiva.

—Oh gracias, Mari por perdonarme y comprender mi situación poniéndote en mis zapatos, desde ahora no más secretos—Alya se exultó y saltó para abrazar a su amiga.

—No más secretos—confirmó la chica de coletas riendo.

—Y...¿qué harás con Adrien?—consultó temerosa de que la pregunta moleste o incomode a su mejor amiga.

—No tengo mucho que hacer o decir, pensaré mejor y con la cabeza fría, por ahora aún no sé como van a resultar las cosas entre nosotros—respondió en tono neutral, después de unos segundos rompió el silencio que se había formado—necesito un favor—añadió.

Marinette le pidió a su amiga que se quedara con ella y que Adrien vaya con Nino, ella no quería vivir en el mismo lugar que el rubio...por el momento, necesitaba despejarse y pensar claramente, después vería que haría por ahora sólo lo necesitaba lejos. Alya, por supuesto aceptó gustosa.

Los amigos tomaron rutas distintas para conducirse a sus respectivos hogares—o en este caso al lugar donde se hospedaban los extranjeros dimensionales—apenas llegaron a su destino fueron directo a recostarse con el plan de dormir, sin embargo, debido a la situación que habían vivido se permitieron a sí mismos divagar en sus mentes sobre lo ocurrido. La azabache se preparaba mentalmente para una conversación que sin duda tendrían que tener.

Ella se mantenía en un debate mental que la mantenía despierta, daba vueltas en la cama tratando de encontrar la postura adecuada, se puso por un momento en posición fetal mientras pensaba en Adrien, él quería a Ladybug y lo había demostrado en varias ocasiones, si la heroína no estuviera ¿él se enamoraría de Marinette? no lo sabía, después de todo Chat conoció primero a la portadora del miraculous de la buena suerte.

Calor.

Eso empezó a sentir, estaba pensando mucho así que tomó entre sus manos todas las cobijas que la cubrían y las dejó al pie de la cama dejándola completamente expuesta pero luego su mente le hizo una mala jugada recordando que dormía en un ático—que ni siquiera se parecía al suyo—y le entró algo de pavor, trémula cogió sólo la sábana para cubrirse hasta la altura del cuello, ya más segura retomó el conversatorio con su subconsciente donde el mediador era ella misma.

Miraculous en...¿nuestro mundo?Donde viven las historias. Descúbrelo ahora