Miraculous en...¿nuestro mundo?

Cap. 19 ¿ Serán capaces de querer a su otra mitad?

—¡Miraculous Ladybug!—gritó lanzando el objeto al cielo reparándo los daños causados y devolviendo al ex-akumatizado a su dimensión.

Ladybug pudo sola con el akuma, el felino no hizo mucho pero fue de igual modo imprescindible en la batalla, después de todo eran un equipo. Antes de que la heroína de motas pudiera retirarse de la escena Chat la detuvo.

—My lady...amm...no hemos hablado desde que descubriste mi identidad—dijo pusilánime.

—Oh, es cierto—recordó cuando sonó el primer pitido de sus aretes.

—¿Sigues enojada?—preguntó temeroso de su respuesta.

—¿Enojada?

—Eso demostraste, cuando te enteraste de mi identidad, sólo fuiste fría y pusiste una cara de poker—aclaró bajando la cabeza.

—¿Cara de poker?—el rubio suspiró.

—El punto es que parecías molesta.

—Ah, eso—otro pitido de sus aretes—solo fue la impresión, todo está bien—le sonrió y Chat levantó la cabeza de golpé con una sonrisa plasmada en sus labios que fue convirtiéndose en una pícara.

—Me alegra oír eso porque estaba pensando en salir hoy, ya sabes, nosotros dos para conversar y conocernos más ahora que sabes mi identidad, no quiero forzarte a que me digas la tuya, recuerda eso—Ladybug no esperaba eso de su parte y quedó perpleja.

Ella había decidido tratar de conquistarlo pero no como Ladybug, quería que quisiera su otra faceta de chica tímida e introvertida. Aunque claro, ya había pensado que para que él quiera su otra mitad, ella también tendría que enamorarse de la otra parte del héroe, la bromista y coqueta.

¿Serán capaces de querer a su otra mitad?

Pero no quería que Adrien se fijara en Marinette sólo porque la heroína lo rechazó pero tampoco quería herir los sentimientos del héroe ni darle falsas esperanzas, debía ser sutíl.

—Eh...pues hoy iba a...¡Marinette! ¡si! ella es mi amiga y está pasando por algo duro, debes saberlo ¿no? son amigos—inventó rápidamente.

—Entonces...¡espera! ¿cómo sabes que soy amigo de Marinette? y más importante ¡¿tú eres amiga de ella?!—interrogó entrecerrando los ojos.

—Digámos que te conozco en mi forma civil y a ella también, tenemos la misma edad después de todo—contestó guiñándole un ojo mientras se escuchaba otro pitido—no te puedo decir más ya que me descubrirías—río. Enrolló su yo-yo en una chimenea para luego tomar impulso y salir de ahí antes de que Chat Noir la detenga.

—¡Ey! ¡espera my Lady, no me dijiste tu respuesta final!—a pesar de haberlo dejado ahí parado sentía un pequeño alivio dentro de él ¿la razón? pues que no tenía seguridad de cual era la edad de su Lady y el saber que por lo menos era adolescente le hacía sentir mejor, no quería que fuera muy mayor o menor, aunque debió suponerlo ya que a pesar de que no era muy alta había podido distinguir la silueta de una chica en pleno desarrollo hacia la madurez.

Pero no podía estar seguro ya que los kwamis esconden la identidad de su portador de una manera en la que ni siquiera con el físico podrías distinguir a la persona. Aunque para ser sinceros la hubiera querido sin importar qué.

Permaneció unos segundos más ahí hasta que decidió buscar un lugar para destransformarse, encontró un árbol en una calle poco transitada y en él vio una oportunidad.

Ya como Adrien tomó asiento en una de las bancas que estaban cerca, se arrimó contra el espaldar y suspiro profundamente mientras empezaba a divagar sobre lo ocurrido.