Revenge

CAPÍTULO 7

Decisiones

La habitación estaba llena de penumbras se podía escuchar los sollozos y el llanto descontrolado del doncel, sin importarle nada Sasuke tomo al rubio del brazo para después arrastrarlo a la cama, vio como el cuerpo delicado de Naruto caía de manera aparatosa en el lecho, sin medir sus actos el varón empezó a quitarse la ropa para después encimarse a su presa, sus ojos negros observaban cómo el contrario temblaba de miedo.

No podía creer su mala suerte, podía sentir como el varón estaba recorriendo su cuerpo con sus grandes manos, no quería esto, pero Sasuke tenía a su papá y si le hacía algo, no podría vivir con la culpa de solo pensar que a su padre le pasara algo por su gran error, hasta que una idea le ilumino la mente algo por lo que nunca en su vida había esperado hacer, pero que en este momento era necesario, tratando de calmar su llanto, dijo algo que no solo desconcertó a su verdugo sino también a él mismo.

− ¿Si me entrego a ti voluntariamente, dejarías a mi papá libre?

Esa pregunta había desconcertado totalmente a Sasuke no por la frase en sí sino por el tono tan calmado con que lo dijo, como si el rubio estuviera resignado a su destino, sin saber que hacer dejo de tratar de bajarle los pantalones a Naruto y se sentó en la cama para meditar la respuesta, a pesar del tono tan calmado que el doncel uso, su cuerpo temblaba de solo pensar que pasaría a continuación.

−Sí, dejare a tu padre libre, con la condición de que te conviertas en mi puta hasta que me aburra de ti.

No se sorprendió cuando escucho ha Sasuke decir aquello, muy en el fondo se lo esperaba, casi llora por su destino tan desafortunado, pero todo sea por su padre, el valía el sacrificio tan grande que estaba haciendo para salvarlo.

−Está bien, lo haré.

−Muy bien, empieza a quitarte la ropa.

No debería sorprenderse, pero lo hizo cuando escucho una orden tan directa, sin saber qué hacer y dudando un momento empezó a llevarse lentamente las manos al chaleco que portaba, lentamente iba deshaciendo los botones de su prenda, cuando la quito sintió lo inevitable cada vez más cerca, con cuidado siguió con los de su camisa la cual agradecía que tuviera más ojales.

Los ojos negros del varón no dejaban de ver como lentamente el doncel se iba deshaciendo de sus prendas de ropa cuando la camisa estuvo en el piso, no pudo evitar recrearse con tal vista que le daba Naruto con su piel bronceada y sus pezones en un tono rosa oscuro, su pene estaba tan duro que no creía poder aguantar más, pero fue el rostro del rubio el que lo hizo dudar.

Se podía ver con solo echar un simple vistazo que el doncel no estaba nada feliz ni cómodo, su miraba estaba en todas partes menos en el varón que lo veía con insistencia, a pesar que estaban a menos de 30 cm de distancia, Naruto parecía como si su mente estuviera en otro lugar mientras que su cuerpo hacía todo mecánicamente como un robot.

Cuando los pantalones estuvieron también en algún lugar de la habitación y después su ropa interior le siguió, sus ojos terminaron vagando a la zona intima del doncel la cual estaba totalmente flácida sin ninguna excitación fue en ese momento en el cual dudo de sus actos ¿Qué estaba haciendo? ¿Por qué no se sentía como se imaginó? Sus manos empezaron a temblar como lo hacía el cuerpo del rubio.

Naruto solo estaba ahí hincado en la cama desnudo esperando que Sasuke hiciera con él lo que quisiera, pero de forma repentina el varón no hacía ningún movimiento solo estaba estático viéndolo con una mirada que no supo interpretar, hasta que sintió como el cuerpo del contrario se presionaba hacia el suyo para empezar a acariciarlo con una suavidad que no esperaba.

− ¿Qué me haces Naruto?− El doncel no entendía a qué venia esa pregunta y más dicha como la expresó Sasuke, la suavidad con que lo tocaba y su forma de hablar lo dejó frio, no se esperaba esto de él, creía que sería, cruel, frio, pero solo lo acariciaba como si hubiera esperado este momento por mucho tiempo. − ¿Por qué no puedo darte tu merecido? ¿Qué me hiciste?

El rubio se quedó de piedra al escuchar la última pregunta de Sasuke, no sabía que decir, solo siguió sintiendo como las ahora suaves manos del varón recorrían su cuerpo con cautela y dulzura, hasta que sintió como la repentina calidez que empezó a apreciar se iba cuando el contrario ponía distancia entre ellos, sin verlo venir los labios de él se posicionaron sobre los suyos, con una delicadeza casi efímera, después de ese breve toque todo se volvió muy confuso, no solo para él sino también para aquel que juro hacerlo sufrir hasta que pagara todos sus pecados.