La confusión reinaba en su mente, los pensamientos iban y venían sin poder encontrar un fin, Ryuta estando recostado en su cama se mantenía con su vista perdida en el mar, contemplando aquel majestuosos panorama continuaba divagando entre las razones por las cuales sus captores mostraban tantas atenciones hacía él, pero sus pensamientos poco podían ocupar totalmente su mente, debido a los fuertes medicamentos que debía ingerir Ryuta pasaba gran parte del tiempo durmiendo.
El "Maestro" habiendo trasladado completamente su oficina a su residencia poseía una mayor comodidad para realizar su trabajo, y más aun le hacia estar tranquilo poder estar donde existieran una mayor tasa de protección para Ryuta. Kohaku y Seiran por su lado se mantenían en constante vigilancia, para ellos no existía mejor privilegia que poder cuidar de la persona que les había dado una razón para continuar viviendo.
—¿Joven Ryuta, como se siente? —pregunto Kohaku ingresando a la habitación con una bandeja de comida. Habiendo transcurrido una semana desde su llegada a aquella propiedad Ryuta mostraba, aunque lenta, una alentadora mejoría, era como si en cierta forma hubiera aceptado que en realidad todo por cuanto había pasado sirviera para asegurar las vidas de las personas a quienes más apreciaba—. El "Maestro" vendrá a verlo una vez termine de atender algunas llamas.
Ryuta aun si se negaba a cruzar palabras con sus secuestradores, le era sorprendente que estos no se mostraran molestos o irritados, más bien era todo lo contrario, tanto el "Maestro" como sus guardianes se comportaban de una forma en que le impedían sentirse presionado u obligado a hablarles, incluso le daban una sensación de darle su tiempo para dirigirles la palabra.
Para el menor se había vuelto una rutina ver a Kohaku y Seiran, ir y venir a su habitación, ambos chicos parecían haberse tomado turnos para llevarle comida, bañarlo, cambiarlo de ropas o brindarle una silenciosa compañía. Durante aquellos primeros días, Ryuta tenia contadas las veces en que el "Maestro" había ido a verlo, permanecía por un par de horas junto a él y luego se retiraba a una habitación continua la cual se conectaba a donde estaba por una puerta que por las noches permanecía abierta.
—Kohaku y Seiran dicen que has comido un poco más hoy.
Aun si la presencia del "Maestro" le ocasionaba aun un grado elevado de miedo Ryuta por momentos encontraba tranquilidad al escuchar como aquel adulto lo deleitaba con su voz, una voz grave y de cierta forma gentil.
—Por cierto, te traje un regalo —con su vista puesto hacia abajo Ryuta pudo ver el instante en que un pequeño regalo fue puesto sobre sus piernas, aquel regalo se hallaba envuelto por un papel blanco con rayas azules, al elevar su rostro el "Maestro" le hizo una seña para que abriera el paquete. Ryuta un tanto dudo lentamente fue deshaciéndose de la envoltura, sin poderlo evitar lagrimas fueron rondando por sus mejillas al ver que entre sus manos sostenía un portarretrato con una foto donde estaban él y su familia, justo cuando alzo su vista una mano su apoyada gentilmente sobre su cabeza—. Esta habitación ya no es solo mía, esto quizás te ayude a sentirte un poco mejor.
—G-gracias...
Al quedarse dormido Ryuta, el "Maestro" coloco aquel portarretrato sobre la mesa de noche, al salir de la habitación se encontró a Kohaku que se encontraba transportando unos papeles hacia otra sección de la casa donde se guardaban varios documentos importantes—. Kohaku —lo llamo obteniendo al instante su atención—. Cuando hallas terminado de llevar esos documentos ven a mi oficina, te tengo una misión.
Al caer la noche Ryuta como las demás noches ceno acompañado por Seiran quien únicamente se limitaba a servirle y verlo comer. Ryuta mientras comía intentaba adivinar qué pensarían sobre él los guardianes del "Maestro", ambos chicos posiblemente no estuvieran atendiéndolo por voluntad propia, quizás solo lo hacían por obedecer a quien era su jefe—. S-Seiran —llamo a su acompañante quien velozmente lo volteo a ver—. ¿Y-y el "Maestro"?
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Secuestrado por error (YAOI R-18)
Romance¿Cómo paso esto? La vida normal y tranquila que tuve por 17 años se me arrebato sin que pudiera hacer nada, nunca le di un motivo a alguien para hacerme esto, siempre fui alguien quien lo único que deseaba era vivir tranquilo y poder sacar a mis pad...