Tranquilidad, aquella era la sensación que ahora envolvía la mansión de Ryusei, desde el intercambio de confesiones entre él y Ryuta se dio un cambio radical en las auras que los rodeaban a ambos. Mientras permanecían separados, cada uno se centra en sus propias actividades, Ryusei en atender todos los asuntos relacionados a su trabajo, y Ryuta dedicándose a leer o entretener su mente con actividades que no requirieran mucha movilidad para sus piernas.
Aquellas extremidades al mostrar mejoría fue motivo de alivio, sin embargo, aún era pronto para comenzar a realizar rehabilitación, existían partes de hueso que un se hallaban dañadas, pero sería solo cuestión de tiempo para que pudiera comenzar a moverlas y ser capaz de caminar nuevamente. Permaneciendo en la habitación Ryuta por momentos paseaba sus dedos por sus oídos sintiendo aquellos accesorios que ahora los adornaban, dichos aretes eran suficientes para hacerle confiar en los sentimientos que Ryusei profesaba hacia él.
—Ryuta, es hora de la medicina.
Para el menor desarrollar confianza hacia los guardaespaldas de Ryusei, le resulto una tarea difícil. Tanto Kohaku como Seiran, desde mucho antes que Ryuta se empujara a sí mismo a borrar su propia memoria, ya habían jurado proteger a aquel chico a quien injustamente le habían causado un daño apenas reversible.
—¿Ryusei-sama, aún está ocupado?
—El amo ha debido salir unos momentos fuera de la mansión, dijo que volverá para la hora de cenar.
—Ya veo.
Tiempo atrás, para Ryuta que Ryusei dejará la mansión podría haberle causado un gran temor, no obstante, sabiendo que Kohaku o Seiran permanecerían cerca suyo resultaba suficiente para sentirse seguro, pues conocía que ninguno de ellos permitiría que le hicieran algún daño. Distrayendo su mente decidió mirar un poco de televisión, y justo cuando esta se encendió contempló a Ryusei en pantalla asistiendo a una especie de evento. Kohaku notando la atención que el menor estaba prestándole al programa le explico que Ryusei había sido invitado a asistir a una pequeña fiesta a la cual asistía gente sumamente importante.
Para Ryuta causaba un poco de ansiedad no poder acompañar a Ryusei a sus eventos, pero este le prometido que tan pronto como sus piernas se encontraran del todo bien podría acompañarlo a cuantos sitios deseara. Al acabarse la transmisión de aquel evento y quedarse solo, Ryuta saco aquella foto que había descubierto tiempo atrás, mirando a quienes aparecían en la foto, sin importar cuantas veces la mirará, sentía una gran irritación envolverlo. Aun con sus sentimientos confesados y correspondidos, conocer que alguien poseía su misma mirada le hacían sentirse enormemente molesto.
—¿Por qué existe alguien igual a mí? —se preguntó mirando fijamente a uno de los chicos quien aparecía en aquella foto, le resultaba confuso sentirse tan irritado por alguien a quien no conocía, pero al mismo tiempo sentía una pequeña curiosidad en saber la existencia de dicha foto, debía existir una razón para que tal fotografía existiera. Ryuta pensó un poco en todas las situaciones que tuvieron lugar desde el instante en que había abierto sus ojos y se encontró siendo incapaz de recordar su propio nombre, podía recordar los cuidados brindados por Ryusei durante un tiempo donde parecía que en cualquier momento su vida parecía estarlo abandonando, también algunas preguntas pero eran confusas, para Ryuta no existía motivo por el cual no pudiera recordar las preocupaciones de Ryusei, sin embargo, si las había olvidado quizás era debido a que no existía motivo para recordarlas.
Entrada la noche, siendo casi media noche Ryusei finalmente retorno a su hogar, dirigiéndose a la habitación encontró al menor aun despierto, quitándose su saco lo dejo sobre un pequeño sofá situado a un costado de la habitación, aproximándose a la cama poco tardó en obtener la atención del menor quien esbozó una de sus tiernas sonrisa—. Bienvenido a casa, Ryusei-sama.
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Secuestrado por error (YAOI R-18)
Romance¿Cómo paso esto? La vida normal y tranquila que tuve por 17 años se me arrebato sin que pudiera hacer nada, nunca le di un motivo a alguien para hacerme esto, siempre fui alguien quien lo único que deseaba era vivir tranquilo y poder sacar a mis pad...