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Cori


"El destino pone a muchas personas en tu vida, pero solo las mejores permanecen"


-No entiendo que le pasa a Adela, estoy muy preocupada- dije mordiéndome las uñas una vez más.

-Tampoco sé que le pasa, Cori. Es como si hubiera desaparecido de la fas de la tierra, no contesta el teléfono, no viene a la universidad, no la encuentro en su casa y lo más extraño de todo esto es que tampoco he visto a Bruno por aquí- dijo Matilda y pude darme cuenta de que podrían estar juntos.

-¿A quién podríamos preguntarle?-

-No lo sé, me siento atada de manos y pies. Podríamos ir a sus terapias y preguntar- decía una Matilda demasiado pensativa.

-No puedo ir ahora. El profesor Smith me pidió que le hiciera clases particulares a Siro y justo ahora es la primera- dije de mala gana.

-Uhh buena suerte con eso. Yo veré si puedo averiguar algo- dijo despidiéndose de mi.

Estos días han sido una verdadera tortura, partiendo por el hecho de que no sabemos nada de Adela. Desapareció hace un tiempo, pero hace más de una semana que no sabemos nada de ella y a pesar de lo preocupadas que estamos, no sabemos que más hacer que dejarla tranquila. Sabemos que está viva ya que sube fotos a sus redes sociales, pero se ve que no anda en buenos pasos y me aterra no estar ahí para ella. Nunca me había visto en una situación parecida y en estos momentos mi mente tiene mil ideas y ninguna llega a alguna parte. Creo que por esto llevamos media hora tratando de estudiar con Siro y no he podido enseñarle nada.

-Creo que Teo te tiene mal- decía un Siro demasiado burlón.

-¿Qué?- fue lo único que salió de mi boca.

-Creo que bastante mal, de hecho- dijo riéndose de mi.

-No es eso- ya no tenia ni ganas de discutir con el. Ya era bastante tortura tener que verlo en las clases y ahora después de clases.

-¿Quieres que te pregunte que es lo que pasa y actúe como tu psicólogo? Porque créeme que no tengo ganas-

-Nadie te pidió eso-

-Creo que debes estar bastante mal... no pensé que vería el día en que la perfecta Corina no me respondiera con un poco de sarcasmo-

-No me digas Corina- dije mirando por la ventana. De verdad que no tenia ganas de hablar con él en este momento.

-¿Qué pasa, Corina?- dijo con un tono de burla cuando dijo mi nombre, el cual odio por cierto.

-Es Adela, no aparece-

-En verdad no era una pregunta y no me interesa, pero bueno... me diste un poco de pena. ¿Adela tu amiga, la amargada?-

-No le digas así, no la conoces-

-Yo digo lo que veo-

-Pero si, es ella. No aparece hace como una semana y no sabemos que hacer-

-¿Ella es amiga de Asa?- me preguntó y mis antenas se encendieron de inmediato.

-Si, ¿por qué? ¿Cómo sabes?-

-Asa es mi amigo, podría preguntarle-

-¡Por favor! Si lo haces te amaría por siempre, quiero decir te lo agradecería. No es como que te ame o algo así, la verdad no me caes ni bien...-

-Tranquila, tampoco me caes bien- dijo riendo y pude ver que su sonrisa era un poco triste en ese momento, pero lo ignoré. Lo único importante ahora era saber que pasaba con Adela.

-Le mandaré un mensaje y cuando me responda te digo- dijo poniéndose de pie.

-¿Qué haces? Aún no hemos estudiado-

-Creo que hoy no es un buen día para intentar estudiar algo. Nos vemos-

-¡Gracias!- alcancé a gritarle antes de que saliera por la puerta de la biblioteca.

Nunca pensé que Siro y Asa fueran amigos, pero tiene sentido ya que tienen el mismo estilo, se podría decir, ya que a ninguno lo conozco bien. A Asa solo lo he visto dos vez y lo demás de él lo se por Adela y bueno Siro es otro cuento aparte.

Iba tan ensimismada en mis pensamientos que no me di cuenta que alguien venia justo en mi dirección.

-¡Cori! ¿cómo estás?- era Teo, justo ahora.

-¿Bien y tu?- dije tratando de calmarme, aunque me era imposible cada vez que lo veía.

-Bien gracias. Recuerdas de lo que hablamos en la fiesta-

-¿Que necesitabas ayuda con algo?-

-¡Si! ¿podrías ayudarme en este momento?-

-¿Ahora?- de verdad que mi mente no estaba funcionando bien como para nada de esto.

-Claro, si puedes- dijo mirándome con esos ojos color marrón tan hermosos y no pude decirle otra cosa que si.

No sabía como me iba a concentrar si en mi mente lo único que daba vueltas era mi preocupación por Adela y los ojos de Teo que me miraban y no apartaban la vista.

Traté como pude de ayudarle y poner atención a todo lo que me decía, pero era una tarea demasiado difícil para mi.

Mi celular empieza a sonar y me di cuenta que era un numero desconocido, supe enseguida que era Siro ya que me decía que tenía noticias.

-Lo siento Teo, tengo que irme- dije parándome enseguida y emprendiendo mi camino hacia el patio donde Siro me esperaba.

-Te tomaste tu tiempo- dijo inhalando su cigarrillo.

-¿Puedes apagar eso?-

Sin decir nada lo arrojó al suelo, pisándolo para que se apagase.

-Vamos. Asa nos está esperando-

Pasamos a recoger a Matilda de su casa para después dirigirnos al apartamento de Asa. Espero que por fin podamos saber en que anda Adela. 

Ice Cold Donde viven las historias. Descúbrelo ahora