ᴄᴀᴘíᴛᴜʟᴏ 7

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En la puerta se encontraban unos hermosos ojos azules observándome, algo confundidos. Me quede atónita en su apariencia. Quise exclamar algo, pedir perdón por mi discurso fuera de lugar, pero su mirada me robaba todas las palabras.

Un rayo rebelde del sol atraviesa su rostro y me deja observar las pecas que se esparcen por su nariz, lo hacen ver como el ser más inocente del planeta. Tiene una nariz fina y proporcionada para una composición perfecta. Me resultó llamativa la forma en que sus rasgos poseían la medida justa para sumergir a cualquier persona en cada detalle. Como el delicado espacio que había entre su nariz y su boca, allí se profundizaba un relieve que hacía ver sus labios como algo embriagante.

Tal vez suene extraño pero repasando sus largas pestañas y sus comisuras declinadas, parecía un felino convertido en hombre, pero no en uno cualquiera, sino en uno que tranquilamente podría ser una escultura de las que abundaban en el país, y que había decidido aturdirme en la puerta de la habitación.

Al lado de él me sentí inferior, ¿cómo Cel puede tener este primo y estar llorando por mi hermano? Okey eso no es correcto. Si creía que había visto demasiada belleza, era una incrédula. Porque esa persona parada bajo el marco de la puerta, era una obra de arte y nadie podía refutármelo. Su mirada es circunspecta, cuidadosa, como si se tratara de un depredador analizando a su presa antes de atacarla.

No sé cuánto tiempo estuvimos mirándonos pero ni los veinte mensajes de Luke que hacen vibrar el teléfono en mi mano, ni que el almuerzo está listo, ni que tengo que terminar de preparar mis cosas, son problemas. No es tan alto ni tan bajo, tiene el cabello castaño oscuro, despeinado perfectamente, tiene una piel que parece ser suave, y de repente me dan ganas de acercarme a él.

Descubrí que era el tipo de chico que me gustaba, y desde ahora voy a catalogar a todos a partir de él. Percibo sus ojos observando cada detalle de mi rostro, y me siento desnuda, aunque estoy vestida.

-Hola... soy Neil.-Rascó su nuca, y con eso aprendí que no voy a sentir nunca más que conozco todo, porque ésto que estoy sintiendo ahora, nunca en mi vida lo experimenté. Su voz es gruesa y ha logrado erizarme los pelos. Qué atrevido. ¿No es consciente de su belleza? No puede ir caminando por ahí como si fuese una persona simple, ¡No lo es! Pero seguro tiene novia, o novio, o a todo el país detrás de él. Sumándome a ese ganado.

No me di cuenta que me quede derrochando saliva en vez de responderle, y sonreí. El también, y eso hizo que probablemente mi cara esté más roja que un tomate. Fue una sonrisa tímida, pero hizo que yo vuelva a levantar mis comisuras con más potencia.
Él repitió mi movimiento, y así nos encontramos sonriendo sin sentido.

Me sorprende que aún no aparté mi mirada,  tampoco tengo pensado hacerlo. El niño de la fotografía ya no era eso. Era un hombre, y estaba calentando todo el ambiente. Me dieron ganas de desabrigarme.

-Yo soy Deb, Débora.-Respondí

-Débora.-Mi nombre nunca me gusto, pero cuando él lo dijo, me dieron ganas de tatuármelo. Su cuerpo también parece ser tallado a perfección. De hecho él es la sintonía reencarnada en hombre.-Debemos bajar-

Cuando mis hormonas se calmaron, y le respondí un "fuck you" a lo que sea que me mando Luke, bajamos. Miriam cocina muy bien, hizo unas hamburguesas y me encantaron, aunque tuve que disimular que en realidad suelo comer como un animal.

-Estuvieron muy ricas. Si sigue cocinando así voy a tener que quedarme a vivir.-No sé por qué dije eso pero estoy muy feliz sin ninguna razón.

Neil me mira con un poco de salsa en su comisura, y suelta una carcajada por lo bajo.¿Cómo alguien puede ser tan tierno?. Ayudo a su madre a levantar los platos, y él me sigue mirando, hasta que subo a la habitación y se pierde por ahí.

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