De: Rousse
Mañana en la escuela te digo la respuesta.No iré, estaré limpiando mi casa.
Dímelo ahora ¿quieres que te llame?De: Rousse
No. Prefiero hablarlo en persona.Mañana no habrá tiempo para hablar, Rousse.
De: Rousse
¿por qué?¿enserio lo preguntas? Estaré muy ocupado con mi madre y mi hermana, más aparte tengo que cocinar y estar con ellas. No puedo descuidarlas.
De: Rousse
Entonces espera a pasado mañana.¿por qué haces esto tan difícil? En vez de gastar saldo en estos mensajes pudiste haberme dicho la respuesta.
De: Rousse
Sólo quiero hablar contigo de esto en persona. Siento que es muy informal hablarlo por mensajes o por una llamada telefónica.¡Diablos Rosa! Yo te amo. Tú me amas. Ambos nos amamos ¿qué demonios hay que hablar? Sólo necesito tu respuesta ¡Carajo!
Nunca me sentí tan desesperado como ese día. Al otro día llegaría mi madre y mi hermana, y aún no sabía cómo iba a presentar a Rosa ante ellas.
Revisaba los mensajes y me desesperaba aún más por la tardanza de su respuesta. Llevaba tres horas desde el último mensaje. Eran las once cuarenta y siete de la noche.
Tenía mi celular en la mano cuando sentí que había vibrado.De: Rousse
¿por qué me hablas así? Por eso yo podría decirte que no quiero ser tu novia ¿sabes?"No lo puedo creer ¿me está chantajeando?"
Rousse, sé consciente querida, de toda la desesperación que siento en estos momentos. Yo sólo quiero ser felíz a tu lado.
Mi desesperación había incrementado al límite de sentir ganas de vomitar y querer golpearme la cabeza hasta matarme.
De: Rousse
También quiero ser felíz a tu lado. Pero entiende que eres muy importante para mí, y quiero que esto sea formal."¡Mierda, Rousse!" Gritaba dentro de mí mientras golpeaba una almohada con toda mi fuerza.
¡será formal, maldita sea! No importa en dónde o cómo me digas que sí; seremos novios formalmente.
Rousse ¡me matas de desesperación!De: Rousse
¡no me hables así! ¿y quién dijo que yo te diré que sí?Nunca creí que me dijera algo tan cruel. Miraba el celular y leía una y otra vez el mensaje, para encontrar el malentendido, pero no había ningún malentendido.
"Mi primera declaración, fue rechazada"¿sabes qué? Olvida que me declaré. Olvida que te besé. Olvida que alguna vez te dije que te quería. Olvida todo de mí.
Eres simplemente una niña infantil.Apagué el teléfono y comencé a llorar, supongo que me quedé dormido porque desde ese momento no recuerdo nada. Sólo a Ángela acostada encima de mí.
...
Me levanté a las siete y treinta de la mañana, dispuesto a recoger mi casa entusiasmado por la llegada de mi familia.
Mi padre a veces iba a visitarlas a Italia, y él a veces venía desde Alemania a visitarme a mí.
Nunca salí de México a visitarlos, pero tenía contacto constante con ellos (video llamadas, mensajes de texto, llamadas Telefónicas, cartas, etc)
Seguía pensando en Rosa, que vendría a pesar de la discusión de ayer- lamentablemente ella era la única que sabía dónde vivía- y que la presentaría como una amiga nada más.Pasaron las horas volando. Mi casa estaba impecable, y la comida olía delicioso.
Eran las dos cuarenta y cinco. No tardaban en llegar.
Escuché de repente que tocaban la puerta, me quité mi mandil y salí de la cocina a abrir.
Inmediatamente al abrir gritó una niña- con tes morena, ojos color verde oscuro, pelirroja, chaparrita y un poco regordeta- lanzándose a mí con rudeza y cariño.-¡Teté!
-¡Hola Mari!- la cargué y comencé a besarle toda la cara- ¿cómo ha estado mi hermanita consentida?
-Hola hijo- dijo una mujer idéntica a María, sólo que sus ojos eran café oscuro y era esbelta de cuerpo.
-¡Mamá!- bajé a María abrazando fuertemente a mi madre, comenzando a llorar como niño- las he extrañado tanto.
Mi madre me correspondió el abrazo.
-Y nosotras a tí querido- escuché su voz entrecortada- no sabes cuánto tiempo hemos estado esperando para verte.
Me soltó y comenzó a apretar mis cachetes, mirando hacia arriba (por su estatura tan baja).
-¡Mírate nada más!- dijo después de unos minutos- ¡estás guapísimo, y muy alto!
-¡estás tan alto como papá!- grita María.
Reímos mi madre y yo.
-¿enserio?- me dirijo a la pequeña- ¿tan alto estoy?
-Supongo que sí- contesta mi madre sonriente.
Entran a la casa y comenzamos a platicar sobre los viajes que han realizado y las visitas a mi padre.
Eran las tres cuarenta y dos, y aún no llegaban mis amigos.
Ya estábamos sirviendo la comida cuando de repente vuelven a tocar la puerta.
Nuevamente me quito mi mandil (siempre lo traigo puesto cuando hago alguna labor en la casa) y salgo a abrir.-¡Ya llegamos!- dijo alegre Julio.
Uno por uno fueron entrando saludándome alegres, y al final estaba Rosa, impecable y hermosa. Se acercó besándome en los labios, susurrando que sí aceptaba ser mi novia, sonreí y le contesté que lo discutiríamos luego.
Acerqué a todos hacia la mesa de la cocina y fui presentándolos uno por uno.
-Y, mamá, María- termino tomando la mano de mi amada- ella es mi novia Rosa.
Todos- incluyendo a mis amistades- se sorprendieron con tal declaración hecha.
-Es un placer conocerlas- dijo Rousse sonriente, extendiendo su mano.
Mi madre se levantó y la abrazó, con lágrimas en los ojos, susurrándole algo.
-Claro que si señora- contesta Rosa.
-¡Ya vamos a comer!- grita María.
Todos reímos a carcajadas por la desesperación de mi hermanita.
Hicimos que esa día fuera inolvidable para todos. Hasta Ángela disfrutó del festejo.
"Cómo las extrañaba"
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El Novio Perfecto
Romance"El chico ideal"... ¿quién será el chico ideal? ¿existirá el chico ideal? ¿será bueno tener este tipo de ilusiones? Mi chico ideal es diferente a como lo imaginan las demás chicas. Mi chico ideal (estoy consciente) no existe; pero seguiré buscándol...