𝘊𝘶𝘳𝘪𝘰𝘶𝘴

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Amo verte brillar, en la noche como el diamante que eres.

~•~

Caminábamos en silencio, habían pasado alrededor de cinco minutos desde que habíamos salido de la casa de Kenneth y aún no entendía por qué Sean había decidido acompañarme hasta el hotel, aunque si era honesta, Dios santo me encantaba la compañía de Sean, así que no me podía quejar.

El silencio me estaba poniendo nerviosa, solo podía escuchar nuestros pasos.

Llevé las manos a los bolsillos de mi chaqueta — Okay creo que es demasiado silencio, Charles – dije llamando su atención ya que caminaba mirando a sus pies.

— ¿Charles? Wow ¿quieres que te llame Miya Lew? – dijo sarcástico y divertido al mismo tiempo. 

Okay momento de actuar.

— Debo adivinar que por Miya, te refieres a tu madre – muy bien Ellen otro Oscar para ti.

Sean me miró fijamente por un momento, comencé a sentir como nuestros pasos al caminar carecían de una velocidad normal y me aterré al pensar que pasaba por su mente en ese instante.

— Sean... Oye, ¿hay algo mal? – pregunté mirando a otra parte ya que no dejaba de mirarme y me sentía intimidada.

— No, no perdón–dijo haciendo un ademán con sus manos–. Sí, es mi madre –hizo una pausa– perdona si te miro demasiado es solo que yo..., realmente no quiero hacerte sentir incomoda ni nada...

Lo interrumpí — Oye, hablas muy rápido, calma. Realmente no es nada, mejor pregúntame algo y yo a ti, así nos conocemos un poco mejor ya que solo se que te llamas Sean, bailas y tu que tu madre se llama Miya –bromeé para ablandar un poco la situación.  

— Okay..., me parece bien ya que aún no llegamos – respondió con una sonrisa ladeada.

 si supieras que me estás asesinando ahora mismo, creo que dejarías de hacerlo para que mi corazón tome un ritmo normal.

— ¿Tienes hermanos? –pregunté, pero duh, ya sabía la respuesta.

— Sí, tengo dos hermanas, Sarah y Serris; Yo soy el único chico ya que hasta mi mascota es una niña, creo que estoy condenado a vivir rodeado de niñas– dijo en tono dramático y yo reí, nada se sentiría mejor que esto– ¿Y tú? ¿Tienes hermanos? – preguntó de vuelta.

— Sí, su nombre es Jeremiah, él es sólo un año mayor que yo pero aparenta más de 17 – respondí encogiéndome de hombros.

Nos la pasamos haciendo preguntas el uno al otro por un buen rato, hasta que su última pregunta me tomó por sorpresa.

— Okay..., esto puede parecer raro pero, ¿sales con alguien? – preguntó haciendo que la pregunta me cayera como agua fría y creo que se notó ya que siguió hablando, para darse a entender– digo, me surgió la curiosidad ya que te escuché hablando por teléfono con alguien antes de venir a casa de Kenneth con nosotros... y no estaba espiando, es que mientras iba a preguntarte si ya nos íbamos y dijiste... – Wow comenzó a hablar muy rápido. 

— Sean, respira, comienzas a hablar muy rápido–reí, tranquilizandolo–. La verdad, no tengo a nadie, probablemente mi soledad se puede comparar con la de un hongo, te lo aseguro. Hablaba con mi tía, le avisé que vendría con ustedes para que no me esperara para cenar, ella se está encargando de mi aquí en Los Ángeles, mientras mis padres están en Minnesota.

Sean abrió su boca para decir algo y luego la cerró de repente.

— Okay, oye solo era curiosidad, no es por nada más... estábamos haciendo preguntas así que..., sí, sólo curiosidad – dijo un par de minutos después rascando su nuca y yo asentí sonriendo, se veía demasiado tierno. 

— No es nada, mejor quiero saber ¿como se llama tu mascota?– lo tranquilicé cambiando de tema.

— Su nombre es Oreo – respondió con una sonrisa.

Obviamente ya lo sabía pero tendría que seguir en mi papel.

— Que nombre tan ingenioso –sonreí genuinamente, siempre lo había pensado– Oye..., y si te digo que me encantaría conocerla ¿me dejarías? – rió de nuevo y yo me sentía en el cielo.

— Claro que sí, te la presentaré antes de que tengas que regresar a Minnesota.

Sean y yo nos miramos, solo hicimos eso mientras ambos sonreíamos en silencio, pero esta vez no era incomodo. El resto del camino fue callado, no más preguntas, sólo nuestros pasos y el ruido de la ciudad de Los Ángeles bajo la noche.

Finalmente llegamos a una esquina antes del hotel y dejé de caminar llamando su atención.

— Aquí está bien – dije sonriendo. Él miró a su alrededor confundido ya que lo único que había alrededor eran restaurantes, un semáforo, una señal de tránsito, un café, otros locales y el hotel pero ni una sola casa.

— ¿Donde se supone que vives? – preguntó cruzándose de brazos y yo señalé el hotel.

— En el Vermont – respondí caminando de nuevo. 

— Pensé que tu tía se hacía cargo de ti... –explicó confundido.

— Lo hace, pero mis padres me pagan una habitación de hotel para mí. La verdad, solo quería un poco de independencia esta vez, fue difícil convencer a mi madre. Y mi tía es como mi madre, me protege bastante, llama todos los días para saber si necesito algo.

Sean asintió en mi dirección y yo saqué mi teléfono mirando la hora. Iban siendo las 23:00 era más tarde de lo que pensé.

— Oye, vives lejos ¿no es así? – pregunté.

— Un poco, algo cerca de walnut, pero puedo tomar un Uber o caminar – lo miré incredula, negando repetidas veces, a lo que él me miró confundido.  

— Ni de broma te vas hasta walnut solo, te llevaré a casa – expliqué y él me miró sin comprender.

— Ellen, no es necesario.– dijo poniéndose en frente mío y tomándome por los hombros, pero volví a negar.

— Es muy tarde Sean, no hay manera de que deje que te vayas así no más.

Probablemente estaba siendo muy exagerada para él pero walnut quedaba más lejos de cinco calles y no es nada, pero Los Ángeles a esta hora y alguien caminando solo no creo que sea una buena idea.

~•~
¿Muy temprano para actualizar? Espero que les esté gustando hago lo mejor que puedo, muchos errores ortográficos pero los voy a estar corrigiendo :)

New girl [EDITANDO]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora