7 minutos en el paraíso

520 36 310
                                    

7 minutos en el cielo:

Es un juego donde dos escogidas personas se encierran en un armario oscuro, donde los participantes pueden hacer lo que quieran durante 7 minutos, ya sea hablar, besos u otra cosa, pero los jugadores tendrán que respetar el límite de tiempo y no podrán hacer cosas que su acompañante no desee

~•~•~•~

Al terminar la batalla, los chicos se dispersaron en sus diferentes sub-grupos, mientras que las chicas aún seguíamos celebrando nuestra pequeña victoria, que aún sin premio, se sentía demasiado bien.
Sean pasó por mi lado chocando su hombro con el mío, haciendo que me tambaleara un poco.

Fruncí mi ceño mientras él seguía caminando. — ¿Disculpa? – dije llamando su atención – ¿Tienes algún problema conmigo Lew?

Alzando ambas cejas y abriendo sus ojos con alta sorpresa, se acercó prudente y pasó su pulgar fugazmente por sus labios, haciendo que mis ojos revoloteasen sobre ellos mientras lo hacía.

— No, para nada, tú te cruzaste en mi camino, eso fue todo. No es mi culpa – dijo mientras se encogía de hombros, restándole interés.

— No lo creo, en serio, si tienes algo que decirme dilo ya, no estoy para arruinar mi noche con tus juegos estúpidos y actitudes infantiles – refuté también encogiéndome de hombros.

Él rio con ironía y se pasó la mano por su cabello — ¿Quieres que te diga qué pasa? – asentí y el abrió su boca para comenzar a hablar pero una voz detrás suyo nos interrumpió.

— Chicos, vamos a jugar 7 minutos en el paraíso, quienes quieran entrar acérquense – informó Tati. Algunos asintieron animados y riendo mientras que otros simplemente negaron y siguieron en sus conversaciones.

Sean suspiró frustrado y susurró un "olvídalo" para dirigirse hacia donde estaban Josh Price , Julian, Kenneth y el resto de los chicos, incluyendo a Buchamp y a Gabe, quienes al ver a Sean se dirigieron a donde comenzaría el dichoso 7 minutos en el paraíso.

— Ellen, ven, juguemos – me llamó Bailey y yo negué arrugando mi nariz, ella insistió – Vamos, por lo menos ven a ver.

Suspiré y caminé no muy convencida hacia la sala donde se encontraban todas las chicas, incluídas Grace y Kaycee, esta ultima al darse cuenta de que los que estaríamos presentes seríamos los más cercanos a ella, decidió sacar al resto, haciéndolo todo un poco más privado.
Me senté en el suelo con mi teléfono en mano, por si de alguna manera mis padres decidían enviarme algún mensaje, o llamarme.

— Bien, habrá una botella en el centro, tendremos que girarla dos veces para decidir quién entrará en el armario. Pero recuerden que solo serán 7 minutos – explicó Tahani
Todos los presentes asintieron, entendiendo las reglas del juego.
Suspiré y de alguna manera, sentí un vacío en mi estómago que bajaba desde mi pecho y me removí incomoda en el suelo, Price que se encontraba sentado a mi lado lo notó.
— ¿Está todo bien? Te ves un poco palida Ellen.

Negué sonriendo tranquilizadoramente.

— No te preocupes Price, todo está bien solo me ha dado un escalofrío, es todo.

El rio un poco — Okay no te me acerques morticia, no quiero que me contagies tus dones malignos – Bromeó haciendo referencia a que estaba pálida – o por lo menos no una gripe – dijo haciendo una gesto extraño de asco fingido con su rostro haciéndome reír, sus faciales eran de lo mejor.

Nos reímos un buen rato de ello hasta que comenzaron a girar la botella.

Giro una, dos, tres, cuatro, cinco... y se detuvo en Grace quien arrugó sus cejas mientras bebía un poco de agua de su botella.
Tahani le sonrió y tomó la botella para volver a girarla. Una, dos, tres, cuatro, cinco y... se detuvo de nuevo en Sean.
Y si todos nos encontrábamos riendo, en ese instante las risas dejaron de resonar en la habitación para tornarse en un silencio sepulcral e incómodo.

New girl [EDITANDO]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora