Después de ese momento con gabe, llegamos a mi casa y este me dejo en la puerta y no se marchó hasta que abrí la puerta.
Semanas después, mi madre y mi padre me dijeron que regrsaríamos a Minnesota para las vacaciones de navidad a visitar a los abuelos. No seríamos los unicos viajando, porque tía Susan vendría con nosotros despues de varios años de no haber regresado a Minnesota.
Cuando me encontraba empacando lo último en mi maleta mi celular vibró en el bolsillo trasero de mis jeans.
Tomé el aparato en mis manos y vi un mensaje de Grace.
Grace
Necesito hablar contigo.
9:35 am.
Me asombré al ver su mensaje tan repentino sin algún tipo de emoji o signos de exclamación.
Ellen
Te he avisado que hoy no
puedo salir :( .9:38 am.
Tengo que salir al aeropuerto
en una hora.9:38 am
Ella vio el mensaje al instante y su respuesta me hizo comenzar a sentir un vacío en mi estómago.
Grace
En realidad eso me importa
un carajo ahora mismo.9:39 am.
Vas a venir ya mismo.
9:39 am.
Y si no vienes, creo que nuestra
amistad se muere más de lo que
ya está. Ven al Starbucks que queda cerca al Millennium9:40 am.
Guarde mi teléfono mientras sentía mi corazón latiendo cada vez más fuerte, sabía que había ocurrido algo.
Cerré mi maleta y salí de mi habitación yendo escaleras abajo, le escribí un mensaje a Jeremiah diciéndole que si mis padres preguntaban, había ido a comprar unas cosas de última hora.
Tomé un taxi y en menos de 10 minutos ya estaba pagando el taxi, que se encontraba aparcado fuera del café.
Caminé mientras entraba por la puerta y busqué a Grace con la mirada. Finalmente la encontré sentada en una de las mesas con su teléfono encima de esta, un café al otro lado.
Llevaba un hoodie negro a causa de que en Los Ángeles, la mañana estaba demasiado opaca y una lluvia en Los Ángeles era algo que no pasaba muy seguido, pero parece que esta vez sería algo diferente.Cuando estuve al frente de ella, alzo su mirada hacia mi, dejándome sin respiración.
Su nariz estaba roja al igual que sus ojos, tenía demasiadas ojeras, un poco de rimiel corrido, ademas sus labios estaban partidos y su mirada emanaba rabia pura.
— Grace... ¿qué te ha pasado? — pregunté sentándome en frente suyo pero ella seguía mirándome fría.
Sonrió cínica — ¿Quieres saber qué me pasa? – preguntó y sin esperar a que yo respondiera siguió – Me pasa que hace unos días tú y yo estábamos bailando juntas. Me pasa que hace unos días tú me diste consejos sobre cómo superar a Sean y cuán poco valía que llorase por él. Me pasa que pensé que éramos amigas cuando en realidad yo era la única amiga, ¿porque tú? Bueno, tú besabas a mi novio mientras yo no estaba, tú besabas a mi novio en un puto armario como si no fuera mañana. ¿Quieres que siga? ¿O ya tienes una pista de lo que me pasa?
Y no sé cuándo comencé a llorar porque sentía como mis lágrimas bajaban sin parar y sin control, creo que no me lo esperaba. Solo guarde silencio, mientras ella asentía.
— Eso pensé – dijo poniéndose de pie.
Pero rápidamente la detuve — Grace quiero aclararte que muchas de las cosas he ya sabes pasaron antes de que tú y yo nos conociéramos, yo no sabía que Sean y tú...
Me interrumpió — ¿Qué cosa? ¿Que Sean y yo llevábamos años de conocernos y que estábamos comenzando una relación? Eres una mentirosa.
— Grace, en serio, yo no lo sabía yo no tenía idea. – sollocé llamando la atención ya de todos los presentes.
— Mira Ellen, tú y yo no somos amigas, yo no quiero verte jamás, tengo mis razones porque, honestamente ¿quieres saber otra cosa? – preguntó con sarcasmo y sentía que algo no terminaría bien – Que yo no quiero a una perra mentirosa como amiga.
Acto seguido y sin yo esperarlo,tomó su café y sin sentido común, me lo echó en la cara. El ardor se esparció por mis mejilla y éste se encontraba escurriéndose por mi rostro, mi ropa y cabello.
Grace al darse cuenta de lo que había hecho tapó su boca con ambas manos e intentó acercarse, pero creo que aunque yo sabía que era un perra mentirosa y me merecía muchas cosas, la rabia me llenó demasiado, haciendo que manoteara alejándome de ella.
— Okay Grace, te perdí, lo entendí, soy una perra mentirosa – dije y ella me miró con incertidumbre y un poco de culpa – pero en serio dudo que quien sea que te haya dicho la verdad, te lo haya contado completo – hice una pausa – Y creo que me merezco cualquier cosa y esto me lo esperaba de cualquiera, menos de ti.
— Ellen... yo... – lo interrumpí.
— No Grace, tú y yo ya no somos amigas, así que no me hables, porque desde que según tú, yo sabía que ustedes eran algo e incluso que tú existías cuando yo me metí con Sean y desde que tú me quemaste la cara con un café hirviendo, dejamos de ser amigas. Porque alguien como tú no puede ser amiga de una perra como yo.
Caminé ignorando sus llamados y salí a la calle, mientras algunas gotas de lluvia comenzaban a caer. Tomé el primer taxi que vi y me dirigí a mi casa.
Al llegar me recibió Jeremiah quien al notar mi rostro lleno de café y lágrimas no hizo más que solo abrazarme mientras yo lloraba desconsoladamente.
Sabía que esto pasaría en algún momento, pero no tengo idea de quién le haya dicho todo, no me sentía la más digna al haber hecho todo lo que hice, pero realmente me dolió saber que la perdí.
Me ardía la cara al apoyarla en el hombro de mi hermano y este me hizo hacer que lo mirase. — ¿Qué carajos te hicieron en la cara Ellen? – dijo mirándome con severa preocupación.
— Nada, no te preocupes, me pondré hielo y un poco de maquillaje, así no se notará y mañana estaré como nueva.
Dije aún con lágrimas saliéndome de los ojos sin parar.
Creo que todo estaba comenzando a decaer, y consigo yo también, pero de alguna forma u otra se tenía que saber todo, y algo me decía que todo acabaría muy pronto.
•••••••
Y.... FIN DEL MARATÓN!!!!
Okay hasta aquí nos hemos leído por hoy, en serio creo que me dolió escribir esto porque, ay Grace...
Y admito que lo del café surgió de la nada, iba a ser un golpe pero nahhhhhh, esto no es una novela mexicana.
Nos leemos el próximo viernes!!! Pra cerrar esta historia, por ahora ;)
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New girl [EDITANDO]
Fanfiction- Entonces, ¿ ya sabías quien era? - preguntó mirando sus manos. Traté de no sonreír ante su pregunta, mientras aún las lágrimas llenaban mi rostro. - En realidad si, me preparé mucho para conocerte y también esperé demasiado pero quiero que entien...