13 PRIMER DÍA

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Abro los ojos y me doy cuenta de que alguien me esta tocando el pecho. La miro, le doy un beso a Diane en la boca y esta se despierta con una sonrisa. Bajamos a la sala de estar, miro al reloj y son las 11:00 ya esta el desayuno puesto en la mesa y mi tía y Ed están sentados viendo la tele conversando. Nos tomamos el desayuno riendo y lo recoge la sirvienta que tiene la expresión seria y pregunta con un tono áspero:

-¿Quieren café?

-Si, respondemos a la vez.

La sirvienta va a toda prisa a prepararlo, Diane y yo seguimos en nuestro mundo, sus ojos azules reflejan mi cara. Ella me dice:

-Que pena tener que irme después de desayunar...

-¿Te vas? (la pregunto alarmado).

-Si, estábamos de paso. Tenemos por delante un largo viaje.

-¿A donde?

La sirvienta trae el café y se le derrama en Diane y se cae al suelo. Lo que me enfada en sobremanera. Diane la empieza a gritar, pero yo la paro. Me levanto de la mesa, la doy una bofetada y la digo en un tono amenazante:

-Esta sirvienta no sirve para nada, ni para traernos café. Recoge este estropicio.

La sirvienta se agacha a recoger, se arrodilla y la piso las manos con la suelas de mis zapatos, la chica se retuerce de dolor, pero es lo que se merece. Cuando acaba la grito:

-¡¡¡Vete a la cocina escoria!!!

La chica con los trozos de la taza de café recogida en la mano, va medio sollozando a la cocina, no entiendo por qué. Diane sigue todavía un poco enfadada, la tranquilizó besandola. Ellos, Diane y Ed, recogen sus cosas, mi tía se despide dando dos besos a cada uno, yo me despido dandole la mano a Ed y a Diane un abrazo. Ella recibe el abrazo y acerca su boca a la mía dándome un interminable beso hasta que su figura se ve cegada por el sol. Finalmente desaparece detrás de la puerta. Me quedo quieto sin saber que hacer, asustado en parte, decido salir de la casa para poder volver a ver su cara, porque puede que sea esta la última vez que la vea. Salgo corriendo, pero no la veo sigo el camino que lleva a la carretera corriendo lo más rápido que puedo y cuando llego el coche está en frente de mi. Busco su mirada y levanto la mano para despedirme, pero ella ni me mira a la cara acaba mirándome con una expresión de odio y el coche en el que va montada desaparece por la curva de la carretera. Saco un cigarro del paquete, me lo enciendo y empiezo a llorar sentandome en la carretera. Se ha ido el amor de mi vida, no llego a concebirlo, nadie la querrá tanto como la quiero yo. Me inunda un gran enfado, al recordar que quien hizo que ella se enfadar a era la criada, me levanto veloz y corro de vuelta a la casa. Llego a la puerta y la abro de par en par, me desató el cinturón y me dispongo a azotar a la criada, la voz de mi tía me detiene diciéndome:

-No vayas a estropear la tarima del salón o de la cocina, llévala a su habitación.

Me acerco a la cocina y pongo cara de arrepentido y la digo con la voz más calmada:

-Perdoname Amber por favor, vamos a tu habitación y te lo explicaré todo.
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No consigo parar de temblar, pensaba que Drake era diferente, no como su tía (un tirano) , me inunda la tristeza, tiro los cristales de la taza a la basura, me siento en el taburete de la cocina. Allí me quedo pensativa un largo periodo de tiempo hasta que oigo unas voces provenientes del salón que hablan entre ellas, luego unos pasos decididos llegando a la cocina. Me levanto y aparece Drake, parece más calmado:

-Perdoname Amber por favor, vamos a tu habitación y te lo explicaré todo.

- De acuerdo, le respondo.

Me acompaña a mi habitación, cuando llegamos cierra la puerta con llave, yo me siento en una silla y le invito a el a sentarse en una contigua. Pero repentinamente él coge una cuerda me ata a la silla y muestra el cinturón escondido en su mano. Empiezo a gritar como una descosida, me balanceo y el me sujeta para poder azotarme con el cinturón. Logra azotarme un par de veces, hasta que hago que se tambalee la silla y caiga boca arriba y me intente soltar de las cuerdas. Drake tiene una expresión de enfado terrorífica que me hace estremecerme, vuelve a poner la silla de pie. Me coje de la garganta y me dice en el oído:

-Tu eres la culpable de que Diane se haya ido, así que lo vas a pagar. Vas a sentir todo el dolor que yo siento ahora mismo.

-¿Culpable de qué? ¿Qué dices Drake no te entiendo?

-Culpable de hacer que el amor de mi vida se esfume delante de mis ojos sin yo poder hacer nada, dice más alterado.

Levanta el brazo para azotarme, yo ya he dejado de temblar y de llorar, cierro los ojos, estupendo, azotada por el hombre al que amaba, pensé en ese momento. Pero justo oigo el cinturón golpear y no siento el dolor, abro los ojos y me encuentro la cuerda desatada en el suelo. Cuando Drake se da cuenta arremete contra mi, se lanza encima de mi, y levanta otra vez el cinturón y sale disparado en dirección a la puerta. Esto me desconcierta, pero esto que está pasando (de lo que no tengo ni idea) me ayuda a pensar que soy fuerte. Me levanto a la vez que Drake al otro lado de la habitación, me acerco de manera veloz y el se abalanza por segunda vez sobre mi, en ese momento siento algo dentro de mi y le beso. Después de eso repentinamente su semblante se transforma en sonriente, esta contento, como si de no saber lo que ha pasado hace un momento, me ha intentado azotar. De momento no se lo quiero recordar, me siento bastante agotada, aunque pienso que a su tía no la costará recordárselo.

EL MISTERIO (Editando)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora