EL MISTERIO (Editando)

10 LA VENGANZA

Y cuando abro la puerta miro cabizbaja la mueca de enfado de la señora. Me extraña porque no me recrimina nada, solo se queda mirando hacia Drake, mientras yo salgo de la habitación la señora le dice a su sobrino:

-Has solicitado que te subiera el desayuno y se lo he permitido, pero no dejaré que hagas...

Ya no es audible la voz de la señora ya que me encuentro en la planta baja, se que a Drake no le pasara nada, es su tía y aparte si la señora intentara algo el tiene la fuerza suficiente de pararla en cualquier momento, no como yo, el es de fuerte complexión. También que el esta en otra posición muy distinta a la mía, el esta a su nivel yo estoy por debajo, soy la empleada, la señora es la mano que me da de comer. No podría revelarme contra ella, porque las consecuencias serían catastróficas. Esos pensamientos se me escapan de la cabeza mientras pienso lo que debo de hacer. Llego a la cocina, al mismo tiempo dejo la bandeja y miro la lista para la comida de hoy. Me pongo manos a ello, primer plato ensalada rusa con tartar de zanahoria. Pongo los huevos y los guisantes a hervir en distintos cazos, empiezo a trozear las cebollas, las zanahorias y patatas. Deshueso las aceitunas a la señora le gustan sin hueso. Despues de haber hervido los huevos y los guisantes los junto con las cebollas y las patatas. Les aplico la mayonesa y luego utilizo un molde circular que relleno de zanahoria y acabado. El segundo es cordero con guarnición de manzana. Precaliento el horno a 250°, para que no empiece a calentarse en un entorno frío, posiciono la manzana y el cordero en el horno durante 40 min a 160°. Por último y postre realizo el sirope de malva, trituro los caramelos de mariposa malvas y los mezclo con leche. Y justo a la 13:30 tengo todo finiquitado media hora antes de lo previsto. Descanso sentandome en una pequeña silla de la cocina, cojo las cerillas, aprovecho y salgo de la casa ya que la señora no ha solicitado de mi atención. Y me enciendo el cigarro que me ha comprado Drake. Me arde la garganta, toso, pero a la vez la sensación de tranquilidad me inunda. Empiezo a temblar, a marearme, me tambaleo y me apoyo en la pared sólida y fría de la casa. Me acabo apoyando en la pared y cuando termino de fumarme el cigarro lo tiro y lo piso para que se apague, ya que la casa esta alrededor de un gran prado. Justo cuando entro a la cocina y cierro la puerta oigo la impaciente petición de la señora y me apresuro. Sirvo todo, lo recojo y me sirvo mi parte y como.

***

-Has solicitado que te subiera el desayuno y se lo he permitido, pero no dejaré que hagas lo que te plazca en esta casa y...

Mi tía sigue con su discurso y me ausento de la conversación y recuerdo que tenía que ir al árbol milenario como ayer. Vuelvo a escuchar su monólogo y escucho que dice:

-Vete de mi vista (se me queda mirando y su cara pasa de enfado a asombro cuando la rodeo y salgo de la habitación medio corriendo para wur no la de tiempo de seguirme). Cuando ya estoy a mitad de camino, relajo el paso, pero de repente empiezo a escuchar pasos de algo que parece gigantesco. Y los pasos se acercan y la respiración de eso me llega como una fuerte brisa. Nose si enfrentarlo o no, si quisiera luchar contra el colo lo haría, sólo tengo una pared invisible. Mi xuerpo se gira y veo a un gran caballo con cuernos de toro y cola de escorpión, lo que me asusta bastante. El caballo realiza una envestida con sus cuernos, detenida pof mi con un pared invisible, pero esta noo tiene mucho aguante, se rompe en mil pedazos y la chica menuda con pelo con reflejos dorados con la que pelee ayer me aparta de la embestida del caballo. Aparece en el cielo la mujer del árbol milenario que crea un rayo de luz gigantesco y acaba con la criatura, ue se derrumba frente a mis ojos en el suelo. La mujer que llevo viendo aparecer y desaparecer dos días se acerca a mí y me dice:

-Mas cauteloso ser deberás , o sino con otro de estos te vas a encontrar. ¿Has una decisión tomado ya?

-Realmente no he pensado mucho en la pregunta.

-¿Tu más tiempo necesitar?

-Algo más necesito.

- ¿Cuanto tiempo tu necesitar?

-Pues creo que si me respondes a una pregunta tendré la decisión más clara.

-Tu pregunta debes formular.

-Si me escapará contigo, ¿podría llevarme a alguien conmigo?

-El destino lo dirá, una semana podrás tardar, en una defnitiva respuesta dar.

Me quedo pensando y dandole vueltas mientras ando de camino a la casa de la tía Hopkings. Entro por la puerta y mi tía se encuentra sonriente en el sofá.

- ¿Que te hace estar tan sonriente?

- He invitado a un matrimonio y a su hija a cenar, espero que no los desagrades.

- ¿Que les desagrade?

- Con tu vestimenta o con tu actitud, se amable con ellos, te he dejado ropa para esta noche en tu habitación y espero que te la pongas.

Subo las escaleras y entro en la habitación y veo un traje negro, con una camisa blanca y corbata. Me lo pongo, salgo y se choca Amber conmigo, veo que Amber se queda boquiabierta y susurra:

- Te queda fabuloso (con cara de asombro).

- Gracias, respondo sonriendo.

La doy un beso en la boca, ella baja y yo me espero arriba. Hasta que llaman al timbre y escucho voziferando a mi tía, riendose de manera muy forzada y gritando mi nombre. Bajo con tranquilidad, veo a un hombre que será de la edad de mi tía y a una mujer de mi edad entrando por la puerta. Mi tía me coge de la mano y me acerca a los visitantes.

- Hola, me llamo Ed, encantado, tu tía nos ha hablado largo y tendido de ti, (estrechamos las manos), te presento a mi hija, Diane.

- Encantado Ed.

- Encantada de conocerte (dice Diane y me da dos besos).

En ese momento me sorprende su impresionante belleza, me quedo hipnotizado de ella y me preocupo por estar guapo me retoco el flequillo e intento hablar con ella todo el tiempo. Intentando ser agradable y cuando llegamos a la mesa la aparto la silla para que se siente. La cena pasa rápido y solo tengo ojos para ella. Cuando la criada ha recogido todo, invito a Diane a subir a mi habitación y me acompaña sonriendo. Llegamos a mi habitación, nos tumbamos en la cama, nos besamos y nos quedamos dormidos.