Clasocade

X El plan

-¿Abi?¡Abi!
-¿S-Suad?¿Eres tú?
-Si, soy yo. Tranquila, estas a salvo.
-¿Que ha pasado?
-Te desmayaste durante el funeral... el funeral de mi madre. Cuando te vi en la lejanía, corrí a socorrerte.
-Suad, muchas gracias.
-Shhh. No gastes fuerzas. Has de reposar. Mañana nos contaras todo, ¿De acuerdo?
-De acuerdo.
-Buenas noches Abi.
-Buenas noches, Suad.
Tras un corto beso se volvieron a dar las buenas noches y Suad se fue a su alcoba. Pero Abi no se quedó sola en su alcoba. Había alguien más, o más bien, algo más. Abi sintió esa misteriosa presencia, pero la ignoró y se fue a dormir.

***

Abi despertó en un recinto cerrado hecho de piedra vistiendo una túnica gris harapienta, cuando, de repente, sintió una presencia
-¿Quien anda ahí?
-Tranquila, no temas.
-¡Revélate!
-De acuerdo.
Ante ella apareció un espíritu con forma de hombre.
-¿Quién eres?
-Soy el espíritu de un antiguo gobernante de estas tierras.
-¿Que quieres de mi?
-No tengo mucho tiempo. Vengo a avisarte. Terribles acontecimientos van a suceder próximamente en el creciente fértil.
-El creciente fértil es la zona de costa que hay entre Egipto y Mesopotamia
-De acuerdo. Pero... ¿Qué va a pasar?
-recuerda no contarle nada a nadie. No tengo mucho tiempo. Puedo decir que quien me persigue tiene relación con los acontecimientos que están sucediendo.
-¿Y quién es?
-Ella es... ¡Ah!
-¡Espera! ¿Quién es? ¡Espera!

***

-¡Ah! Menos mal, solo ha sido un sueño.
Ya era de día cuando Abi se despertó en Egipto, así que se vistió y salió de su alcoba, cuando, de repente, vio a Suad dormido en una silla al lado de su cama.
Abi se sentó suavemente en el regazo de Suad y le despertó dándole un beso. Casi instantáneamente, Abi se vio entre los brazos de Suad.
-Buenos días Abi.
-Buenos días mi amor.
-¿Que tal has pasado la noche?
-He tenido un sueño en el que...
-¿Si?
-En el que todo se arreglaba y podíamos proclamar nuestro amor abiertamente.
-Abi, sobre eso...
-¿Que pasa?
-Mi madre... lo sabía
-¿¡QUE!?
-Así es. No sé cómo se enteró, pero lo sabía.
-Bueno, de todos modos, ya no puede contarlo...
-¡OYE! Más respeto, que es mi madre.
-Ya... Perdón, mi amor.
-De acuerdo.
-Bueno te espero en el desayuno.
-De acuerdo.
El día transcurrió con normalidad. Abi pasó el día en el jardín con Suad.
-Ahora vuelvo. Dijo Suad dándole a Abi un beso en el cuello.
-De acuerdo amor.
Suad fue a la biblioteca a buscar un libro para Abi, cuando sintió una presencia espectral que ya había sentido antes.
-Vaya vaya, así que finalmente te has reunido con tu amada.
-¡Que quieres de mi!
-Tu aceptaste los poderes a cualquier precio.
-Cierto, pero ya me has agrietado los brazos.
-Pero quiero más.
-El que.
-Tu cuerpo.
-¡No!¡No te lo daré!
-Entonces te poseeré.
-Tendrás que atraparme.
-De acuerdo.
Suad intentó escapar de la biblioteca, pero las puertas estaban cerradas.
-Adiós, Suad...

-Toma Abi, he encontrado esto para ti.
-Gracias Suad. Voy a darme un baño.
-De acuerdo.

Sin embargo ese "De Acuerdo" no lo dijo Suad, sino el espíritu.
El espíritu lo había conseguido. Había poseído a Suad, y, por tanto, su plan ya había empezado. Las cosas iban a cambiar, y nada volvería a ser como fue.