Todo iba genial entre Suad y Abi (Abisai), cada día su amistad se hacía más fuerte, hasta que un día...
-Suad, tu padre y yo hemos de contarte algo importante
-¿De qué se trata?
-Tenemos que darte una mala noticia. Los emperadores Mesopotámicos se marchan mañana, al despertar de Rá.
-¿¡Que!?Suad no podía creerlo, el amor de su vida se marchaba, y quién sabe si volverían a verse, afortunadamente, Sebekkara le dio una buena noticia.
-Pero también tenemos una buena noticia, y es que nos han ofrecido ir a Mesopotamia esta semana. ¿Te parece bien?
-Claro que me parece bien, madre.
-De acuerdo. Informare pues de tu decisión a los emperadores.
-Gracias madre.
Suad fue a comunicarlo todo a los criados, para que preparasen su carroza y un suministro de Ful medames (un plato típico egipcio que le encantaba, y que no creía poder encontrar en Mesopotamia). Antes de las 19:00 salió al jardín a contemplar sus flores, y allí se encontró al jardinero, y él le pregunto si podía regar una planta, a lo que el jardinero le contesto que si, y él la regó con mucho cariño.
A las 19:15 subió a su alcoba para prepararse, y allí se encontró con alguien...
-¿Abi? ¿Qué haces tu aquí?
-Suad, nos vamos a ir dentro de muy poco y no podía dejar que nos fuésemos sin hablar contigo.
-Dime, de que se trata -preguntó el en la inopia-, que es lo que quieres preguntarme.
-Veras, Suad, nos conocimos hace poco, y quería saber si...
-No hace falta que vuelvas a pedirme que fuéramos amigos. Dijo él en tono burlón.
-No, no se trata de eso Suad, se trata de algo mayor.
-Dime, Abi.
-Veras, yo...
-¿Si?
Ella se lo iba a confesar, iba a confesarle que lo amaba.
-Te amo.
-Abi, yo...
-¡¡Lo sabía, no me amas!!
-¡Espera Abi!
Antes de que Suad pudiese detenerla, ella salió corriendo, con la cara empapada de lágrimas y el corazón roto.
Suad sintió un impulso, y se lanzó a buscarla, y, como él pensaba, estaba en el jardín, en el centro del laberinto de setos, donde estuvieron observando las estrellas. Y allí la encontró, llorando, acurrucada entre dos árboles.
-Abi, yo...
-No Suad, es evidente que tu...
Ella no pudo terminar la frase, pues, de pronto, se encontró en un profundo beso entre los brazos de su amado.
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Clasocade
RomantizmEsta es la historia de dos jóvenes que harán locuras para que su amor prospere.