Wish You Were Here
Capítulo Siete: Emociones
Después de cenar, los dos fueron a la sala con una amplia chimenea donde en otro tiempo se reunían a jugar al ajedrez. Erik condujo a Charles en la silla sin tocarla, a través del metal de las ruedas. Encendieron el fuego. Erik se sentó en un sillón y se desabrochó la camisa para que pudiera palparle el vientre.
-Cierra los ojos y relájate – ordenó Charles con suavidad. Erik cerró los ojos poniendo lo mejor de sí para calmarse -. Tranquilízate. Estás tenso. Si hay ondas, no podré sentirlas en este estado.
-Aún sigo nervioso – bufó -. Te digo que no sé qué me pasa.
Charles apartó sus manos. Tenía que pensar en otra estrategia.
-¿Qué tal si intento primero entrar en tu mente? – sugirió -. Quizás así entiendas qué te ocurre y puedas calmarte.
Erik estuvo de acuerdo y se inclinó hacia él. Charles apoyó los dedos a los costados de la sien de Magneto y se concentró. La mente de una persona inteligente como Erik era un laberinto iluminado fascinante. A Charles le costó mantener la concentración entre tantas vueltas y destellos. La primera vez que había entrado, once años atrás, se había dirigido directamente a su recuerdo más brillante, pero ahora tenía que buscar y buscar en esa red de luces, más potentes y dinámicas que en 1962.
En medio del entramado, Charles encontró finalmente lo que indagaba: las emociones. Erik había intentado dominarlas durante demasiado tiempo y ahora fluían como la compuerta rota de una represa. Eran tan enérgicas que poco faltó para que lo echaran de la mente. Charles luchó contra ellas, no en vano era el telépata más poderoso, y consiguió sentirlas sin que le golpearan. Allí estaban los sentimientos liberados hacia su madre con la imagen idealizada que se había hecho de ella a lo largo de los años, el odio y la sed de venganza hacia Shaw, la bronca por su estadía injusta en prisión, la furia hacia Trask encarnizando a todas las personas que discriminaban a los mutantes, su orgullo por ser uno, su sensación de superioridad, y envolviéndolo todo, la inseguridad y el afecto que comenzaba a sentir por su hijo. Charles percibió como un torrente caluroso el amor que Erik guardaba por la criatura y se alegró. Usó su poder para que Erik pudiera también sentirlo de manera consciente y pensó en regresar. Mas la curiosidad lo carcomía y tras meditarlo un segundo, decidió buscarse él mismo en la mente de su viejo amigo.
No demoró en encontrarse. Si el niño envolvía a los demás sentimientos, la imagen de Charles los coronaba. Arriba, en la cúspide de esa red luminosa de recuerdos y sensaciones, se encontraba su imagen. Charles la observó como si lo hiciera a través de un espejo: allí se vio, idéntico y sonriente. Hizo un esfuerzo por escalar hacia ella pero el torbellino de emociones que la rodeaba se lo impidió. Charles aspiró para sentirlas: eran alegría, confianza, amor profundo y frustración. Tan poderosas que lo empujaron hacia la realidad.
Parpadeando, Charles abrió los ojos y se apartó de Erik.
-¿Qué encontraste? – quiso saber Magneto.
Charles se masajeó la frente para enfocarse. Había sido un trabajo demasiado intenso.
-Encontré el afecto que le tienes a la criatura y lo esparcí para que pudieras hacerlo consciente.
-Es verdad – sonrió Erik, aspirando -. Lo estoy sintiendo. Sabía que la había aceptado pero no sabía que ya la estaba queriendo tanto.
-También me encontré a mí mismo allí dentro – añadió Charles.
-¿Y qué sentiste que sentía por ti?
-Alegría – suspiró -. Confianza en mí, amor. ¡Erik, sentí que me amas!

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Wish You Were Here (Cherik)
Romantik"Ojalá estuvieras aquí", pensaban tanto uno como el otro después de separarse nuevamente tras el incidente con los Centinelas. Una mutación inesperada en Erik los obligará a cumplir este deseo. Pareja: Erik L. y Charles X. ErikMpreg.