Capítulo Dieciséis: Conclusión

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Wish You Were Here

Capítulo Dieciséis: Conclusión

Meg llegó un par de horas más tarde y revisó a los niños. Luego Charles despertó a Erik para que lo examinara también a él y la obstetra encontró a los tres en perfectas condiciones.

Hank ayudó a Erik a acostarse en la cama junto a las cunas. Meg había aconsejado que esperaran unos días para que la herida se cerrara antes de trasladarlo a su recámara. Magneto pidió que le pasaran a sus hijos, que estaban descansando porque ya Charles y Hank los habían alimentado mientras él dormía. Xavier cargó a Wanda y Erik acomodó a Pietro en sus brazos. A pesar de seguir agotado y dolorido, se sintió el hombre más feliz del mundo.

Charles se sentó a su lado, en el borde de la cama con la niña, y Erik le hizo un gesto para que se recostara con ella. Charles se acomodó pegado a su amante, disfrutando del contacto con el hombre que amaba y con sus hijos. Sabía que Magneto no le dejaría las criaturas para marcharse a cumplir con su causa, sino que permanecería con él para criarlos juntos. Charles había perdido a su padre siendo muy joven y su madre nunca le había demostrado cariño. Ahora era la primera vez que sentía el calor de una familia, una que él mismo había construido con Erik.

Erik solo contemplaba a sus hijos. Las emociones que lo habían sacudido durante el embarazo ahora lo desbordaban. A diferencia de los primeros meses, ya no se avergonzaba de expresarlas, por eso lloró riendo, tal cual lo había hecho cuando consiguió desafiarse y mover el satélite.

Pietro bostezó en sueños y Wanda se movió para reposar la cabeza en el brazo de Charles.

Ninguno de los dos padres habló por al menos diez minutos hasta que Erik rompió el silencio.

-¿Cómo está Edward?

Charles volteó hacia él sin sorprenderse. No necesitaba hacerle una lectura mental para entender que al observar a sus hijos, Erik había recordado a Sean.

-Hank lo ha estado atendiendo. Lo bañó hace un rato, seguramente ahora debe estar por cenar. Edward preguntó por ti y Hank le dijo que estabas descansando.

-Pídele que lo traiga – solicitó Magneto -. No lo vi en todo el día y quiero enseñarle los niños.

-De acuerdo – sonrió Charles -. ¿Puedes sostener a Wanda mientras subo?

-¿Cómo estás, mi princesa? – la saludó Erik, observándola con la mirada deshecha de ternura.

Charles le acomodó los bebés para que pudiera sostener a cada uno en cada brazo, luego, besó a su amante en la frente y se retiró.

-Charles – lo interrumpió antes de que se marchara -. ¿Podrías regresar con un vaso de coca cola?

-Por supuesto – aceptó Xavier con otra sonrisa y cerró la puerta con cuidado para no hacer ruido.

Al quedarse solo con las criaturas, Erik ya no pudo separar la vista de su hija. Amaba a Pietro pero Wanda ocupada su devoción. Solo él sabía cuánto había ansiado una niña más que nada por el recuerdo hacia su madre, y ahora su sueño se había cumplido al fin. Tampoco podía olvidar lo cerca que había estado de perderla y esto aumentó su amor hacia ella. Pero Pietro también ocupaba un lugar importante dentro de su corazón y Erik sintió que no dudaría en entregar su vida por cualquiera de los dos, o por Charles, o por Edward al que estaba comenzando a querer como un vástago propio. No dudaría en hacer cualquier cosa por defender a su familia y al fin entendió que su antigua causa ahora cobraba un sentido nuevo. Luchar por un mundo mejor para los mutantes sería luchar por un mundo mejor para Charles, Pietro, Edward y Wanda.

Wish You Were Here (Cherik)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora