Mañanas

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Intro a 505 y Demencia. La edad de Demencia según Alan (creador) es de 20 años.  

. . . . .

Esa mañana, Flug despertó con el libro que había leído en brazos y en ese momento se sentía mucho más descansado y calmado que en varios meses. 

Los pensamientos a los que él identificaba como "infatuación amistosa" habían cesado y solo tenía ganas de desayunar junto a su retoño osezno: 505. 

Su oso genéticamente alterado siempre hacía muy buenos desayunos, lo ayudaba a despejar su mente de cualquier angustia usando sus poderosos abrazos y suaves gruñidos, que más parecían las de un cachorro bostezando.

Tomó su libro, su experimento y demás implementos para la grabación del día y las metió en su mensajero de cuero, luego procedió a cambiarse y retirarse con sus cosas.

Black Hat por el otro lado despertó más cansado que nunca, esa noche se fue a la cama apenas desvistiendose un poco, con su sombrero aun bien puesto por supuesto, y arrojándose de cara a su almohada. Aunque fuese un ser inmortal su cuerpo le pedía más reposo, pero sabía bien que había programado la grabación del día para las 10am. ¿Por qué lo programó a esa hora? Oh, claro, para cambiar de tema de una vez y no volver a mencionar la competencia que el humano había mostrado el día de ayer. Se frotó en entrecejo con una mano y cogió su reloj de muñeca para verlo de nuevo. Ah, sí.. el reloj que Flug observó anoche y al que le echó un cumplido. Que asco. Se lo puso solo porque sí, viendo que eran un poco más de las 7am, y en su cabeza empezó a planear una forma de zafarse de tener que conversar con el doctor.

El ente se paró y caminó por su habitación hasta llegar a su espejo de piso, acomodó su sombrero que en ese momento se encontraba inclinado para un lado, luego chasqueó sus dedos y sus prendas anteriormente revueltas, arrugadas e incompletas ahora estaban impecables y planchadas, en perfecta armonía con su figura. Sonrió vanidosamente a la figura que se encontraba en frente y giró para ambos lados, admirando su figura y su atuendo. Se sentía tan bien ser él, no solo era un villano eterno, poderoso, despiadado, también era sumamente guapo. Para nada se comparaba con sus subordinados o con ningún otro villano, si tomaban una foto de todos en la mansión era más que obvio quien iba a ser el que resaltaba de lo atractivo que era. No dudó dos veces en pensar en Flu- ¡¿FLUG?! MALDICIÓN.

Black Hat gritó como si quisiera ensordecer a alguien, y en eso Demencia y 505 despertaron de su suave sueño también en gritos. Flug salió disparado de donde se encontraba y corrió a socorrer a su oso en la salida de su habitación.

-¡Chimuelito! ¿Qué pasó? -El médico había entrado ya con su mensajero y prendas bien puestas, era un espacio amplio y lleno de peluches coloridos en el que se encontraba su retoño, se agachó y acarició su cabeza y estómago con dulzura. Aquel mutación poseía un pelaje perfectamente sedoso, esponjoso y de color turquesa con un tono más claro de azul en el estómago, una flor amarilla brotaba de su esponjoso mechón en la cabeza. 

505 ronroneó, todavía se encontraba revuelto en su cama de cachorro junto a sus peluches. -Ya está, no pasa nada mi chiquito. ¿Quieres desayunar?. - Su crío asintió, y en seguida se retiraron y dirigieron a la cocina que estaba a unas puertas de distancia.

-¡AMORCITO! - Era la voz de la niña--ehm, señorita Demencia. Ella se sacudió de la cama y dió un salto hacia su ventana, abriendola con un fuerte golpe. Los pocos transeúntes mañaneros podían apreciar la resaltante pijama color limón que cubría todo su cuerpo para el frio. Flug pudo escuchar desde lejos su agudísima voz cantar Las mañanitas , según ella "como una princesa en su castillo" a los pajarillos y ardillas que rodeaban la casa, estos siendo electrocutados por el sistema de seguridad instalado en toda la mansión. Con esto ella saludaba el día, una sonrisa envidiable para cualquiera adornaba su claro rostro y sus luminosos ojos verde y negro, siempre se le veía tan feliz de vivir en una mansión donde se encontraba el hombre más despiadado, más "churro", más extravagantemente diabólico y--

-¡¡DEMENCIA CALLATE!! ¡¡FLUG, REPORTATE!! - Flug no logró escuchar aquel llamado, pero la joven sí, y suspiró amorosamente tras escuchar aquellos gritos de su "cariño inalcanzable". Demencia se rascó su larga y suelta cabellera rojiza, se puso sus pantuflas de osito y bata roja encima de su pijama, y para culminar: sus fieles guantes color rojo y negro.

Salió de las ventanas de su cuarto para reptar en las paredes de afuera de la mansión... directo a la ventana de Black Hat. Por desgracia de todos en la casa, los guantes que usaba Demencia eran de goma y se podía trepar en cualquier lugar con facilidad, el inventor también había arreglado el dispositivo de seguridad de la mansión para que no hiciesen trizas a la pobre.

-A ti no te llamé. -Dijo la voz ronca y cansada de Black Hat mirando a su ventana, el rostro de la que parecía una adolescente combinada con lagartija en época reproductiva estaba presionada en la ventana con la lengua afuera y el cabello totalmente suelto y revuelto. Aunque ella casi cumplía los 21 años, Black Hat se cuestionaba mucho en mandarla a una guardería en vez de tenerla como espía de héroes entre otras misiones que solo una dama, una muy loca , podría realizar.

-¡Te ADORO! -Chilló la muchacha y siguió trepando hasta llegar a la ventana de la cocina, visualizando el interior en búsqueda de sus dos "roomates". Esperó un rato y vió a Flug entrar a la cocina, esto haciéndola soltar un fuerte grito para asustarlo, lo cual funcionó.

-...DEM--Demencia..¡rayos! - El doctor rápidamente bajó la guardia al ver que solo era ella la que gritaba, ella rió de oreja a oreja al verlo y tocó la ventana inocentemente para que le abriesen, a lo que Flug respondió con una risa incrédula.- Yo no te abro ni aunque estuviera loco de remate como tú... - Este colgó su maleta en la silla a un asiento lejos de Black Hat y se sentó allí como de costumbre, su oso en cambio rezongó y fue rápidamente a abrir la ventana y tomar a la princesa en brazos para luego sentarla en el asiento ubicado justo a la otra esquina de la mesa, donde el jefe de la mansión le había ordenado sentarse siempre. A ella le parecía perfecto ese sitio ya que podía ver de frente al guapísimo villano.

-¿Arrooow?- El oso preguntó observando al doctor, y este le respondió asintiendo con la cabeza. En seguida el azulado animal se dispuso a buscar los ingredientes para preparar los panqueques con miel que tanto les gustaba a su hermosa pero muy peculiar familia.

Demencia miró con una mueca al joven sentado en la mesa. -¿Qué es lo que tienes en la maleta, nerd?.

Flug frunció el ceño y le devolvió la mirada a la muchacha, con ojos entrecerrados y voz cansada. -Es para el corto, Demencia. Hoy grabamos.

-¡¿Y YO?! Black nunca me dijo que íbamos a grabar, ¡y se supone que lo hagamos juntitos él y yo!. - Flug solo la escuchó y rodó sus ojos en fastidio, negándole con la cabeza.

Teorías de Amores VillanosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora