Estética

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¿Por dónde podía empezar a explicarle a su jefe cuantas especies se le venían a la cabeza? Ninguna de un extremo comparable con la figura y elegancia del hombre al frente suyo. El inventor miró al espejo que se encontraba al frente, los ojos de su maestro se encontraban concentrados en su misma apariencia. No podía juzgarlo, era una apariencia sumamente atractiva posiblemente para cualquier dama, tal vez hombre, tal vez hasta de él mismo...de una forma platónica desde luego.

-Señor, pues..yo se que usted uhm, usted se me asemeja a varios seres terroríficos de leyendas urbanas, su figura es alargada y esbelta, cuando se transforma puedo recordar que se asemeja a varios seres Lovecraftianos, al Chupacabras, incluso a Slenderman, a demonios que solo han sido presentados en papel ya que sería peligroso hacer representaciones en piedra, y con respecto a su actual figura, con varios dioses de nuestra mitología egipcia, y a la griega también. - Black Hat tapó sus labios con un sutil puño, ocultando una sonrisa en ellos y observó al muchacho que se encontraba a su costado, su mirada fija a sus gestos.

El otro estaba sumergido en su propio mundo mientras miraba los rincones de la habitación de su jefe, lleno de retratos de este. Flug prosiguió.

-Se que nos compara con primates y eso jefecito, pero tengo un argumento para explicar cómo la figura humana puede llegar a ser estéticamente bella. - Su culto doctor empezó a elaborar a la par haciendo gestos con las manos.- Yo uhm, podría hasta explicarlo de una forma matemática: La proporción áureo, o rectángulo dorado fue una forma estética de la perfección evidenciada desde el antigüo egipto, desde entonces supuestamente fue utilizado como cálculo para comprobar la belleza de muchas obras de arte, esculturas, diseños, incluso obras arquitectónicas colosales de ámplio trabajo, qué decir de los inventos más hermosos jamás conocidos. - Un suspiro de emoción escapó los labios del científico y en cuanto a Black Hat, una media sonrisa se dibujaba en su rostro al ver tan apasionada sustentación, ya sabía exactamente a donde se estaba dirigiendo al hablar y el demonio no era para nada inculto, se volvió aplicado en las ciencias del arte luego de miles y miles de años de ver el trabajo humano evolucionar era tras era en frente de sus propios ojos. El chico hablaba con la razón pero a la vez con el corazón, dos combinaciones que no muchos desean que vayan de la mano, pero era exactamente la cual el ente del mal halagaba desde un principio.

-A lo que me refiero señor, es que todos nosotros contamos con ello, no somos tan perfectos pero si asemejamos a dioses, y usted particularmente me recuerda a algunos de los dioses y demonios más admirables y fuertes de mitología griega, como Tánatos, Tartarus, Erebus.. hasta puedo mostrarle con un dibujo si desea. -Flug tomó el cuaderno de apuntes que llevaba en su maleta y Black Hat aclaró su garganta como deshaciéndose de la sonrisa que traía desde hace rato para volver a pintar un semblante serio, uniendo sus manos por detrás de la espalda, el doctor abrió su bitácora y de ella eligió un análisis del cuerpo humano que había hecho de la escultura del dios del Olimpo Perseo, obra llamada "Perseus with the Head of Medusa", la cual fue inspirada para que Flug la use en uno de sus recientes experimentos en los que con facilidad construía esculturas por medio del poder de la cabeza de Medusa. -Se que Perseo fue un semidiós supuestamente heróico, pero su fuerza fue bastante admirable, soberbia, y actuaba con mucho egoísmo, hasta convirtió a Atlas en piedra usando la cabeza de Medusa. Todo por su propia conveniencia, lo cual en mi opinión, lo hacía un villano. Y pues...en personalidad, como cazador de monstruos débiles y en apariencia me recuerda mucho a usted, jefecito.

El dibujo era de trazo preciso, era hecho en carboncillo y de forma que parecía haberse hecho como saliendo de un apuro, y aún así precisa y hermosa, esto impresionó bastante a Black Hat, quien también era pintor de decenas de cuadros donde el protagonista era él, cuadros que se encontraban por las paredes de su mansión. El ente no dudo dos veces en hacerle notar su admiración. -Eres...bastante bueno. No tanto como yo, pero lo eres. - Dijo de forma arrogante mientras no quitaba su mirada del cuaderno del chico, este ya parecía estar apunto de explotar un chillido como los de Demencia hacia Black Hat, pero se conformó con simplemente cerrar sus ojos alegremente y encogerse de hombros, su pierna derecha frotando tímidamente su otra pierna.

Su jefe volteó su vista de nuevo al espejo, satisfecho de haber aclarado aquellos inconvenientes en su cabeza. Por supuesto que los humanos tenían algo de estética, pero no se comparaban con una figura mítica, divina como la de un dios, temible como todo ser perturbador de los pasajes más oscuros de la ficción y la realidad. El demonio le dedicó a Flug una puntiaguda sonrisa sin nada más que decir.

Con la espalda erguida y la quijada apuntando al cielo, Black Hat convocó su bastón de sombra y se dirigió al pasaje que llevaba a la cocina.

Flug muy feliz tomó sus cosas y campante fue detrás de su jefecito, aquello había sido una mañana pacífica y sorprendentemente llena de halagos, ambos habían disfrutado bastante de su tiempo juntos, sin siquiera mostrarlo implícitamente.

Teorías de Amores VillanosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora