El príncipe de rostro cubierto

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Antes de responderle y hacerlo pasar, sus dedos se entrelazaron, y por un buen rato el rey de la oscuridad se sintió inmovilizado, su pecho ahora cálido contrastaba con su rostro y las manos de su acompañante misterioso. Ambos estaban en silencio y Black Hat en ese momento tampoco tenía ganas de hablar, solo de sentir.

Sentía su corazón latir con fuerza y no sabía por qué, pero no le fastidiaba y tampoco lo hacía sentirse mal. Era una sensación extraña de seguridad, como si supiera que estaba totalmente a salvo en ese momento y que nada lo iba a lastimar, como si sintiera que aquella persona lo había cuidado mucho y ahora se encontrase reposando en una cama.

Se aclaró la garganta. -Insisto. Puedes pasar. -Le respondió tratando de no sonar desesperado, sentía sus latidos mucho más fuertes de lo normal pero no trato de parar lo que estaba pasando en ese momento. Simplemente porque nadie en su larga vida lo había tomado de la mano, acariciado, entrelazando sus manos . Tal vez era algo ridículo de lo cual estar emocionado, pero nadie se había puesto a su altura y mostrado algo así sin miedo a ser despedazado, no había sentido algo así de cálido ni de pequeño, ni a sus padres les gustaba tomarlo de la mano con tanta delicadeza.

El príncipe lo soltó y retrocedió volteando su cabeza, en eso Black Hat no hizo más que esperarlo, 'de seguro se siente tan avergonzado como yo' pensó. El rey agacho su cabeza y acarició su cuello abochornado, por primera vez en su vida mostrando debilidad y vergüenza sin miedo a ser juzgado.

-No eres mudo, ¿verdad?, estaba bromeando con lo de ser mi dama de compañía... se que eres un muchacho de la realeza y disculpame si te ofendi, me retracto. - De nuevo mostró su educación, de modo sincero y esperando ansioso que le contestaran.

Escuchó al otro aclararse la garganta y susurrar algo que no pudo escuchar ni entender bien, luego por fin el príncipe emitió palabras claras.

-De verdad lo aprecio mucho. Y espero que se cure pronto y despierte.

¿Que se cure pronto?, ¿despierte?.

-Y a decir verdad, las cosas no son para nada interesantes sin usted, el trabajo es bastante aburrido cuando no tengo a alguien diciéndome exactamente qué hacer ¿sabes? y yo..

Inclinó su cabeza en confusión y analizó lo que decía, seguro era un príncipe que lo estaba esperando hace mucho, y que el 'despierte' era para hacerlo ver algo que él aún no se daba cuenta de. Su voz le sonaba familiar y conocida, era obvio que le había ordenado a trabajar mucho por lo que mencionaba, después de todo para el rey hasta miembros de la realeza terminaban siendo sus asistentes y lacayos. Miró al pálido príncipe encapuchado frotar sus propias manos en señal de nervios y este continuó.

-Me gusta mucho trabajar aquí. Contigo. Me gusta que me exijas trabajar hasta muy tarde y que me vigiles, se que no es muy sano para mi horario de dormir, tal vez es que me siento necesitado y útil, no lo sé.. ¡pero me gusta!

Le... ¿gustaba?¿trabajar para ÉL?.

Escucho al muchacho reir, ocasionándole ternura, luego sin previo aviso este se quitó la capucha. Su rostro estaba borroso pero brillante como si un resplandor de luz, esta vez angelical, tapara su vista al igual que varias otras cosas en su visión en sueño.

El demonio entrecerró sus ojos para verlo mejor, era como una mota de color naranja, una mota a decir verdad bastante ... tierna , y con ojos totalmente negros, grandes y con pequeñas pupilas blancas. Al parecer, pensó, era de un sitio bastante alienígena y lleno de criaturas adorables como él, aunque ciertamente no le causó repelo como otras cosas tiernas que había visto en su despiadada vida. Ese era un alien villano, que le gustaba trabajar para él, era educado, tal vez era un asesino, se merecía su respeto por su servicio.. y además.. no estaba feo, y le transmitió una sensación que nunca había sentido, esas cálidas y suaves manos le hicieron ver que no le tenía miedo . Algo ya demasiado valiente, en efecto el muchacho tenía que ser el ser más valiente para acercársele de esa forma, y hasta trabajar con él y disfrutarlo, aquellas cosas hicieron que Black Hat obviamente lo apreciase mucho.

Teorías de Amores VillanosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora