Capítulo 6 | Alguien Más

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KEVIN

No puedo entender las cosas o encontrar la explicación de cómo llegamos a esta situación. A pesar de ello, creo que es una decisión correcta, aunque cueste aceptarlo. Casey no ha tenido tiempo de pensar en nosotros o en ella misma por sus problemas que la presionan demasiado. Necesita tiempo. Al paso de los días hará que las cosas mejoren y sé que no nos estamos separando, sólo necesitamos entender nuestras situaciones nosotros solos.

Me levanto de la cama al estar pensando por un buen rato con la mirada en el suelo. Tomo mi mochila con mis cosas ya empacadas y salgo de mi habitación. Al bajar las escaleras puedo oír los sollozos de Casey. Cuando nota mi presencia, toma aire para después soltar un suspiro profundo mientras se retiraba las lágrimas de las mejillas. Me acerco a la entrada al igual que ella y nos detenemos cuando nos encontramos cerca los dos.

—Puedes llevarte el auto—Menciona en voz baja y con la mirada fija en el suelo—, no quiero que pases la noche en la calle.

Su voz delataba su preocupación pero también su tristeza. Deseaba en mi interior que ella me abrazara y detuviera esto. Podríamos hablar y arreglar las cosas como lo haría una pareja normal, pero las cosas no se dieron así.

—Estaré bien—susurro—, ambos nos enfocaremos en nuestros problemas hasta que estemos listos para enfrentarlos juntos. Nuestras vidas están fuera de lugar por ahora.

—Eso lo entiendo—hace una breve pausa para aclarar su voz—. Suerte, Kevin.

Aunque no era un buen momento para besarla, decidí hacerlo. Beso su frente mientras sujeto con delicadeza su cabello, cierro los ojos para ahuyentar las lágrimas que se aproximaban. Al momento de separarme de ella y tomar las llaves del auto, me marché sin dar un último vistazo a la casa. Sé que volveré con ella muy pronto y tendremos la vida que yo le prometí que le daría.

El frío de la noche golpea mi cuerpo con fuerza. Cierro la puerta para evitar que los vientos entren a la casa. Me acerco al auto mientras presiono el botón del seguro para abrirla, tomo lugar en el asiento y dejo la mochila en el asiento del copiloto. Miro la luz reflejada en la ventana que atraviesa las cortinas de la estancia, las luces se apagan en segundos. Puedo jurar que esta noche no podrá dormir Casey al igual que yo. No tengo a nadie con quien quedarme, técnicamente no tengo a nadie. Quiero dejar de sentir ira mezclado con la tristeza, quiero que mi mente se aclare de alguna forma y sé cómo puedo ayudarme con eso.

Enciendo el auto para ir en marcha al bar más cercano.

...

Entro al lugar, respirando aquel aroma que representa un bar—alcohol y sudor—. Me acerco a la barra y pido una cerveza fría mientras me siento en el taburete. Cuando recibo mi bebida no tardo mucho en dar un largo sorbo.

— ¿No crees que una cerveza es muy simple?

Observé a mi lado y veo como una chica rubia toma asiento a mi lado, mirándome con una sonrisa en su rostro.

—Quiero tomar ligero hoy—respondo con seriedad.

La observo disimuladamente mientras doy unos cuantos sorbos a la cerveza; su piel es blanca como la leche y sus ojos son azules como el cielo en pleno verano, lleva un vestido que resalta su figura al igual que el escote que mostraba más de lo que debía.

— ¿Una noche difícil? —sigue sin quitarme la mirada mientras da un sorbo a su margarita.

No quería responder, ni siquiera debería apreciar su estilo, no es lo que pensaba hacer esta noche. Sigo amando a Casey y me siento horrible al pensar todas esas cosas sobre esta chica misteriosa. Al notar mi silencio, decidió presentarse:

Una Parte De Mí | Segunda temporadaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora