Almas Gemelas - Eres solo mía Kim Hyun Joong #1 (Editando)

XX. Unión.

La celebración transcurria de manera agradable y divertida, los invitados bailaban o platicaban entre ellos. Aaron me había presentado a algunos miembros del consejo y familiares lejanos, el sol no tardaba en desaparecer. A mi vista vislumbre a Daniel al otro extremo del jardín, enseguida chocamos miradas y una sonrisa escapo de ambos discretamente, de pronto mi campo de vista se vio obstruido por el pecho del vampiro, levanté la mirada encontrandomé con un gobernador disgustado.

— Tu y mi hermano no pierden ni un segundo la oportunidad de coquetear ¿Cierto?

— Aaron — Lo regañe — Soy tu esposa ahora ¿Crees que tengo ojos para alguien más?

— Realmente espero que no — Me acerque a el y me levante de puntitas para susurrarle en el oido.

— Ya quiero que veas lo que traigo debajo del vestido amado esposo.

— No me tientes Annel — Su cuerpo se puso rigido por lo que sonreí satisfecha.

— Lo espero con ansias.

— Te prometo que no saldrás por unos días de la habitación con el castigo que te daré.

— Eres un malvado!! — Me aleje de el con diversión.

— Y no sabes cuanto — Sonrió con malicia.

— ¿Qué le haces a mi nuera? — Su madre se acerco hasta nosotros y miraba a Aaron molesta.

— Solo jugaba con ella pero no sabe jugar — Rodéo los ojos y me soltó, mire a Sun un tanto nerviosa, que horror que me tocaran este tipo de situaciones. 

— No arruines su boda! — Le dio un golpe en la cabeza con la palma de su mano y se fue. Trate de no reírme por que se que me iría mal después. 

— Ya oíste, no lo arruines — Le recalque. Luego le saque mi lengua como niña chica y el solo comenzó a reírse. 

— No vas a dormir hoy te lo juro — Sentí mis piernas temblar al escucharlo, la verdad de todo era que nunca había estado con un hombre en ese tipo de situaciones, la madre de Aaron lo sabia y me explico todo lo que conllevaba tener relaciones sexuales y había estado practicando mentalmente lo que haría. 

— Hijo, es mejor que se vayan a la cabaña ahora — El padre de Aaron se veía preocupado, enseguida note que algo andaba mal.

— ¿Qué pasa? 

— Yuri esta aquí y esta pidiendo verte — Sentí la molestia recorrer mi cuerpo, no podía creer que tuviera el valor de presentarse.

— Es hora de irnos Ann — El tomo mi mano y nos despedimos de sus padres y de algunos invitados, salimos directo al auto y emprendimos camino hasta la cabaña. Estaba bastante molesta, se suponía que iba a conocer a más personas y por culpa de ella no lo logre. 

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Llegamos a la cabaña, baje del auto y camine por todos lados mirando lo hermosa que estaba; me di cuenta de que había un jacuzzi en la sala. Me dirigí a la habitación y mire a Aaron quién estaba acostado en la cama mirándome de manera pervertida, trate de no reírme. Aun tenia el vestido puesto, sabia que iba a terminar rompiéndose esta noche. 

- Veo que ya te cambiaste - Mi voz temblorosa hizo que se riera un poco de mi, el se sentó sobre la orilla de la cama y siguió mirándome.

- Veo que tu no - Me miro de arriba a abajo y mordió su labio de manera sensual. Joder! eso me había encantado. 

- No - Susurre, el se levanto y camino hasta mi, me dio la vuelta para quedar de espaldas a el, una de sus manos toco el inicio del cierre y el otro fue a parar sobre mi cintura. Con cuidado bajo el cierre y el vestido caño sobre mis pies. Me dio la vuelta y su mirada era de asombro y satisfacción al notar mi ropa interior. Estaría agradecida siempre con la madre de Aaron por su elección. 

- Eres bellísima -  Susurro, me acerco a el y enrollo sus brazos en mi cintura, una de ellas poco a poco bajo hasta mi trasero y le dio una leve palmada, chille del asombro. 

- Mierda Aaron! - Lo mire mal pero el solo sonreía feliz.

- Hora de estrenar en la cama - Sonreí divertida y logre abrazarlo antes de que me besara.

Como había hecho durante estos meses pego sus labios a los míos y comenzó a moverlos lentamente, sus manos en mi cintura se apretaron e instintivamente me apegue más a el, logre sentir su dura erección, trate de no sonrojarme, sus labios poco a poco fueron bajando hasta mi cuello pero pronto volvió a mirarme como pidiéndome permiso para morder, a lo que asentí y sin pensarlo clavo sus colmillos lentamente. Esta vez por una extraña razón no había dolor, sentí un placer extremo recorrer cada parte interna de mi cuerpo, no sabia que estaba pasando pero quería más. Después de un rato se separo de mi y me miro con los labios llenos de sangre, verlo así me había excitado de sobremanera. Sus manos viajaron hasta el broche de mi sostén, cuando termino de desabrochar, los dejo caer al suelo y sus ojos viajaron hasta mis pechos desnudos.

- Me encantas demasiado - Susurro cerca de mi oído haciendo que me estremezca.

Me recostó en la cama quedando el encima mío y volvió a devorar mis labios con urgencia, su lengua exploraba la mía como todo un experto, sus manos acariciaban mi cuerpo de una manera exquisita, sus labios bajaron hasta uno de mis pechos y comenzó a lamer desde la punta hasta los alrededores, me retorcí de placer al sentir tan extraña sensación, deseaba que acabara y pasara a lo otro rápidamente, cuando termino de lamer ambos bajo hasta mis bragas, las bajo y me miro con deseo, una sonrisa apareció en sus labios, se levanto por completo y se quito la ropa quedando desnudo ante mis ojos, mire su miembro bien dotado y me mordí el labio excitada. ya quería tenerlo dentro, poco tardo para que mi sueño se cumpliera cuando ya lo tenia encima mío.

Sus ojos me examinaban de arriba a abajo y una sonrisa escapo de sus labios contagiándome con el, tomo su miembro entre sus manos y me miro pidiendo permiso para introducirlo, asentí y lo metió lentamente, un quejido salió de mis labios al sentir una pequeña molestia, espero un momento e introdujo todo, comenzó a moverse lentamente y el dolor poco a poco dejo de sentirse, sus movimientos se volvieron mas rápido y los gemidos pronto empezaron a salir de mis labios, sus manos sujetaron las mías y comenzó a moverse mas fuerte, dio un par de embestidas mas cuando ambos llegamos a nuestro orgasmo, antes de quitarse de encima mío me miro y me dio un beso en la mejilla.

- Te amo Annel - Mi corazón comenzó a latir frenéticamente al oír esas simples palabras

- Yo igual te amo Aaron...