Almas Gemelas - Eres solo mía Kim Hyun Joong #1 (Editando)

CAPITULO 25

Entramos a la habitación de antes, el olor a podrido aun seguía y realmente no era un buen lugar para el nacimiento de mi hijo, Aaron miraba con desagrado todo y trato de armar un lugar limpio para que pudiera estar. Ya listo todo me recostó en la cama y no se a donde se había ido para lavarse las manos. Sentí el venir de otra contracción y pronto solté un chillido al sentir como el bebe se retorcía de nuevo, no podía aguantar mas.

- Aaron no aguanto! - Grite alterada, el entro de nuevo a una velocidad inhumana y se coloco a mi lado para poder analizarme.

- Ya estoy aquí - Toco mi rostro para poder ver si no tenia fiebre, reviso mis ojos y luego se fue hasta mis piernas. Las abrió con cuidado y levanto mi vestido para poder ver que estaba pasando. 

- No entiendo nada de esto pero creo que ya estas lista - Rodee los ojos y le di una patada como pude en el brazo. - Mierda Annel! - Quería reírme al notar lo nervioso que estaba

- Ya por favor - otro dolor atravesó mi abdomen y tome de la mano a Aaron, ya no podía aguantar mas.

- Esta bien, espero salga bien - El me bajo las bragas y me abrió mas las piernas - No puedo creer lo que hare - Se quito su saco y se arremango las mangas de su camisa - Puja Annel - Asentí y comencé a pujar, trataba de tomar aire rápido después de cada pujada, sentía como algo se deslizaba hacia fuera de mi y era tan fuerte el dolor, que los sollozos no se hicieron esperar. Sentía como cada parte de mi se desgarraba por dentro, pero valdría la pena por que mi hijo estaría bien. 

- No sale Aaron - Dije preocupada, el me sonrió y me indico que siguiera pujando, jamás había visto a Aaron de esta forma, tomando mis piernas para que no pudiera cerrarlas y dándome miradas de aliento para poder seguir. De pronto su mirada de terror inundo su rostro y la preocupación me entro. -¿Que sucede? 

- Annel esta muy pequeño el espacio, el bebe no logra salir y si no lo saco pronto morirá - El se jalo los cabellos desesperado y volvió a mirarme - Tengo que hacer algo de inmediato

- Solo sácalo Aaron ya! - Maldición el dolor seguía siendo insoportable y no entendía como el bebe se movía de manera brusca. 

- Aaron ya estoy aquí - Mi mirada se dirigió hasta la puerta donde Daniel veía la escena con miedo, cruzamos miradas por un instante y el pareció palidecer mas de lo normal.

- No va a lograr salir por ese orificio, es muy pequeño para el bebe - Daniel estaba igual de preocupado que Aaron.

- Sabes muy bien lo que debes hacer, el bebe morirá si no lo sacamos de ahí 

- Aaron duele - Solloce mas

- Maldición! - Sentí sus pasos acercarse - Tienes que aguantar un poco mas, se fuerte mi amor y perdóname por lo que hare - Levanto su mano enseñando unas largas y afiladas uñas, me llene de terror al ver lo que iba a hacer, antes de poder negarme Daniel me tomo de las manos y paso lo que menos quería, una de sus uñas rasgo mi vientre de manera horizontal haciendo que se abriera una herida con el tamaño necesario para sacar al bebe, los gritos que sacaba eran muy feos, cualquiera que los viera pensarían que me estaban matando. Me sentía débil, mis ojos comenzaron a ver borroso, todo iba a estar bien, mi bebe estaría vivo al fin. El dolor desapareció y solo podía sentir como metían manos y sacaban de mi vientre abultado. Escuchar el llanto del bebe hizo que respirara tranquila. Se había terminado todo, sentí la calma llegar, mi cuerpo dejo de luchar y di mi ultimo respiro para poder cerrar los ojos por siempre.

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Narra Aaron

No podía creer al ser que tenia entre mis brazos, mis ojos se llenaron de lagrimas al sentir su cuerpo contra mi pecho, sus hermosos ojos habían salido como los míos, los destellos dorados la hacían ver adorable, no sabia como alguien que acababa de nacer se convirtiera en lo mas importante de mi vida. Seria la persona que la va a proteger toda su vida, con la cual podría contar. Una sonrisa apareció en mi rostro cuando levanto su pequeña mano hacia mi rostro, me miraba de manera curiosa siendo algo nuevo para ella. Mi hermosa princesa ya estaba con nosotros. 

- Es una niña Daniel - Se la enseñe a lo que el sonrió feliz.

- Estoy seguro que será una mini versión tuya - Asentí emocionado, aunque aun me quedaba la duda, ver sus ojos iguales que los míos me indicaban que era completamente vampiro. Recordé que Annel esperaba ver a su hija así que se la acerque.

- Cariño ¿Quieres cargarla? - Cuando la mire sentí como la respiración me falto, el miedo me inundo y mis ojos dejaron de emitir el brillo que me caracterizaba. Algo dentro de mi comenzaba a desaparecer, mi amada Annel estaba muerta, el lazo que nos unía poco a poco dejaba de sentirse.

- Aaron haz algo!  - El grito de mi hermano hizo que lo mirara, mis ojos comenzaron a aguarse y el corazón se me oprimía cada vez mas. 

- No puedo hacerlo - Solloce, esto no debía ser así, ella no debía ser así. 

- Tienes que hacerlo, hay tiempo para poder salvarla - Asentí resignado, no era la mejor opción pero no podía perderla. Le tendí a la bebe y el la cargo, mire a Annel con los ojos llenos de lagrimas.

- Llévate a mi hija, entrégasela a mi madre, llegare después - El asintió y antes de irse volvió a mirarme.

- Sálvala - Susurro y salió de aquí. 

- Perdóname Annel - Me acerque a ella y escuche el lento sonido que hacia su corazón al latir, se estaba deteniendo aun podía salvarla. - No era mi intención lo juro - Solloce por ultima vez.

Mordí mi muñeca y abrí una pequeña herida de donde comenzó a salir sangre, se lo pegue a su boca para que la sangre entrara en su sistema, pero deje de escuchar su corazón, la preocupación entro de pronto. No podía ser cierto, no podía morir, no ahora. Deje salir mis colmillos y mordí su cuello dejando pasar todo mi veneno por su vena. Esto debía ser suficiente. No escuchaba su corazón solo esperaba que funcionara.