NOTA: Los próximos capítulos los van a narrar varias personas porque creo que es importante para entender el cambio que se produce en los personajes. Agoney empieza a mirar a Raoul de una forma diferente. Raoul experimenta lo que es ser feliz por primera vez en mucho tiempo y empieza a tomar decisiones importantes. Y Nerea y Pablo asisten como expectadores privilegiados.
AGONEY
Cada vez estoy más cansado.
Ayer, cuando le enseñé las llaves de mi nuevo piso a mi tío volvió a caerme un sermón. Al final, agotado ya, zanje la discusión de malas formas. Soy mayor de edad y quiero irme a vivir solo y tomar mis propias decisiones. Ese señor está convencido de que voy a tirarme a una vida de lujuria y desenfreno o algo así. Pues si supiera que de eso tengo muy pocas ganas...
Terminada ya la discusión, al menos por mi parte, me concentré en planificar el traslado. Bueno, lo de concentrarme es un decir. Se me iba constantemente el santo al cielo entre el agobio por un planning que resulta del todo imposible y los recuerdos constantes de un Raoul entusiasmado como un niño pequeño. Recuerdos que me producen una ternura infinita.
No alcanzo a entender cómo su familia y amigos pueden haber dejado que un chico tan estupendo se fuera encerrando en sí mismo hasta el punto en el que yo le conocí hace 2 semanas. Yo nunca me permitiría perder al Raoul de las últimas 24h. Solo de pensarlo me entran ganas de llorar.
Así que no fue hasta las 9 de la noche que bajé al supermercado de la esquina a pedir unas cuentas cajas para empezar a empaquetar todas mis pertenencias. Menos mal que de eso ando escaso y a las 12 tenía el primer paso de mi planning terminado.
Ahora solo me queda todo el resto. Por mucho que simplifique, sin coche y yo solo no podré hacerlo. Me veo durmiendo sin sábanas sobre ese colchón roñoso.
RAOUL
Estuve un rato dando vueltas a todas las posibles combinaciones de distribución que se me ocurrieron, incluso las más locas y al final reduje las opciones a 3. Decidí que sería buena idea pedirle a mamá su opinión porque es una persona sabia y tiene experiencia en eso de amueblar pisos. Así que durante la cena saco los bocetos y los pongo sobre la mesa.
- Mama, échale un vistazo a estos 3 planos y me dices pros y contras, anda
- Para qué es, hijo? Es un trabajo de la universidad?
- No. Es para un amigo. Es de Canarias y ha encontrado piso pero la distribución actual es un desastre y necesita hacer unos cambios.
- Y vas a ayudarle?
- Por supuesto. Él no tiene a nadie aquí. Debería de poder contar con los amigos, verdad? Y yo soy su amigo, su mejor amigo aquí – ignoro la cara de sorpresa burlona de Alvaro - A por cierto, este fin de semana estaremos liados con el traslado así que no contéis mucho conmigo.
- Esa no es una gran novedad, hermanito – interviene en la conversación Alvaro – lo que no sé es que opinará Clarita, porque es evidente que no encaja en ese plan.
- Déjame en paz, tete. Y a Clara también.
- No, si yo con tal de no verte resacoso y deprimido los domingos ya soy feliz – me responde agriamente mi hermano – a por cierto, a qué hora llegaste el miércoles, Raoul?
- Álvaro, dale un respiro, por favor – apacigua mi madre – A ver, cariño, déjame ver los planos
Mi madre inspecciona los planos y me hace algunas preguntas y comentarios. Al final descartamos uno de ellos y nos quedamos con los otros dos a la espera de que Agoney escoja el que más le gusta.
Decido que, ya puestos, es buen momento para hacer una pregunta que lleva rondándome la cabeza toda la semana.
- Mama, papa. A finales de octubre hay un viaje de la universidad a Nápoles. No es obligatorio pero me gustaría ir. Os importa?
Los 3 se quedan mirándome fijamente. Saben perfectamente que llevo 1 año sin apunarme a nada de la universidad.
- Por supuesto, Raoul. Seguro que lo pasas en grande – responde mi padre
Fin de la conversación. Cambiamos de tema. Para lo bueno y para lo malo mis padres siempre me piden menos explicaciones que a Álvaro.
NEREA
- Buenas chiquitina – me dice Raoul cuando descuelgo el teléfono. Se le ve alegre.
- Buenas Raoul, qué cuentas? – le conozco lo suficiente como para saber que quiere algo
- Verás! Ago ha encontrado piso! Pero tiene muchísimo trabajo por delante y él solo no podrá hacerlo todo. He pensado que podríamos ayudarle.
Solo por el milagro que ese chico ha obrado en ti, hago lo que sea, amigo. Aunque estoy segura de que hay algo que me estoy perdiendo porque eres una persona completamente diferente de la noche a la mañana.
- Claro, Raoul. En qué consiste el plan. Porque tienes un plan, verdad?
- Pues el viernes tenemos que ir a Ikea y a Leroy a comprar todo. El sábado toca pintar y el domingo montar muebles y terminar el traslado. Cómo lo tienes?
Yo tengo la sensación de que el plan de Ago es mucho más humilde. Ese chico no se complica tanto la vida como tú, Raoul.
- Raoul... Ago ya está de acuerdo en esto?
- No lo sabe aún. Si le preguntas dirá que no hace falta y que ya lo irá haciendo poco a poco
- Y porqué te lías?
- Princesa, el piso ahora es un poco deprimente, bueno, un poco no. Mucho. Con algo de trabajo quedará chulísimo pero tal como está ahora no es muy agradable. Ago se callará y lo asumirá pero me da rabia.
- Estás seguro?
- Nerea, le he pedido a mis padres permiso para ir al viaje de Nápoles. Gracias a él. Los amigos están para eso, para ayudarse, verdad? Si él me ayuda yo le ayudo a él. Pero te necesito.
Ojala yo supiera ayudarte como lo hace ese chico canario. Quizás la clave es que necesitabas un amigo. Siempre te rodeas de chicas. Quizás el problema es que yo no sé comprenderte como lo hace él.
- Por supuesto, cuenta conmigo y con Pablo
- Genial! Hasta mañana. Un beso, princesa. Cuando refunfuñe por lo complicado del plan te pones de mi parte, eh!
- Siii, Raoul - dice riéndose -buenas noches, anda.
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El Faro de Lobos
FanfictionEn Canarias hay un pequeño islote al norte de Fuerteventura llamado la Isla de Lobos. Un sitio tranquilo y un tanto agreste. Tras un camino que puede resultar más complejo de lo inicialmente esperado encontramos un Faro. El Faro de Punta Martiño. Es...