Parte Dos

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TaeHyung tragó saliva mientras miraba hacia otro lado.

-¿Ah sí? ¿Qué pasa? ¿Estás buscando libros para estudiar lo que trabajamos hoy? -Volvió su vista al menor, que puso las manos en los bolsillos de su pantalón y se acercó a TaeHyung hasta que solo quedó un paso entre ellos.

Mirándolo desde arriba, JungKook alargó una mano hasta el rostro del castaño y apoyó su dedo índice sobre los labios de TaeHyung, como si quisiera callarlo. El mayor se quedó petrificado por el contacto.

-No exactamente. -La voz de JungKook sonó mucho más suave y algo ronca, como si estuviera contándole un secreto.

El pelinegro sólo movió un poco su dedo, justo entre los labios de TaeHyung y este los separó con acto reflejo, permitiendo que el dígito tocara sus blancos dientes. El castaño estaba a punto de decir algo pero JungKook movió su dedo fuera de su boca TaeHyung creyó que pasaría a su lado y se iría. Pero fue tomado desde ambos brazos rápidamente sólo para ser girarado y empujado hacia atrás. El aire abandonó los pulmones del chico cuando su espalda chocó con la estantería repleta de libros. Abrió su boca para inspirar y todo pasó en medio segundo: JungKook se acercó mucho más y chocó sus labios contra los de TaeHyung. Los ojos del castaño se abrieron en demasía por la sorpresa de la intromisión, mientras podía sentir como las manos de JungKook bajaban por sus extremidades hasta encontrar sus manos.

TaeHyung ya había besado antes. De hecho, varias veces. JiMin le había presentado a varias chicas y chicos con los que estuvo saliendo y por supuesto que hubieron algunos besos. Pero JungKook había sido ese chico para TaeHyung, por lo que ser besado por él era algo completamente diferente. No tardó nada en cerrar los ojos y relajar su cuerpo, el que se había puesto en alerta por la sorpresa. No se detuvo a pensar demasiado, aunque por su cabeza circulaban interrogantes como: ¿Por qué está besándome? ¿Esta es la ayuda que necesita? ¿Por qué me siento tan débil así? Simplemente no tenía tiempo para eso en ese momento.

Las manos del menor buscaron la cintura del contrario, aferrándose a ella y acercando sus cuerpos. TaeHyung soltó un gemido de sorpresa en la boca del menor, lo que este aprovechó para meter su lengua en esa cálida cavidad, chocando con la lengua de TaeHyung. Las grandes manos color canela subieron al cuello del pelinegro, tocando inseguras la piel debajo de las orejas. TaeHyung no sabia exactamente que estaba pasando. Sí, se estaba besando con Jeon PlayboyKook, el príncipe de sus sueños más locos pero aún no caía en cuenta de ello completamente.

Podía sentir como la lengua de JungKook exploraba toda su boca, acariciaba cada parte de ella de una manera tan experta y excitante; como sus dedos se habían colado por debajo de su camisa del colegio y acariciaban directamente su piel y como el aliento del chico se mezclaba con el suyo, calentando el pequeño espacio entre ellos. Era por lejos la situación más comprometedora en la que TaeHyung se hubiera encontrado alguna vez en toda su vida y lo que más le asustaba era esa sensación de placer que le generaba aunque no fuera en las condiciones "adecuadas".

Siguiendo un impulso venido desde algún lugar razonable de su cerebro, bajó sus manos al pecho del pelinegro y lo empujó hasta que sus labios se separaron y sus cuerpos quedaron lo más alejado que sus brazos le permitían. TaeHyung no tenía que preguntar para saber que sus mejillas estaban rojas, puesto que las sentía calientes y sus labios hinchados, debido a la manera el la que los sentía palpitar levemente. Miró un momento a JungKook hacia arriba, esperando a que este dijera algo.

-Eso estuvo muy bien... -JungKook sonaba satisfecho, como si hubiera obtenido lo que estaba buscando.

TaeHyung abrió la boca para hablar pero nada vino a ella. ¿Qué podría decir?

-¿Por... p-por qué fue eso? -Su voz estaba algo alterada por el momento.

JungKook soltó una pequeña sonrisa de lado, todo socarrón al ver la forma en la que había dejado a TaeHyung con tan solo un beso. La de cosas que le haría...

-¿No le gustó, hyung?

Se acercó un poco más con ese rostro de matador que tiene y los brazos de TaeHyung flaquearon. Antes de que este pudiera decir algo, los labios del pelinegro ya se encontraban en su cuello y TaeHyung sintió que iba a desmayarse. Levantó su rostro como acto replejo, tragó saliva y soltó un suspiro ahogado, aferrando sus manos a unos de los estantes llenos de libros a un lado de sus caderas.

-J-jungKook, ¡Estamos e-en la biblioteca! -Su voz fue más un gemido desesperado, pero pareció tener un poder sobre el menor.

Este subió su boca a la del castaño para dejar un beso y morder su labio inferior antes de separarse con una sonrisita. TaeHyung respiraba algo entrecortadamente, mirándolo a los ojos. El pelinegro se alejó un poco antes de hablar.

-Cierto, no es un lugar apropiado. -Su mirada recorrió las estanterías unos segundos antes de volver su vista al mayor frente a él. -Tengo que irme, hyung. Pero nos veremos pronto...

Guiñó un ojo, tomó su mochila del suelo sin quitar su mirada de la del mayor y se dió la vuelta para caminar por el pasillo hacia la entrada de la biblioteca, dejando a un TaeHyung sonrojado y caliente.

¡Estamos en la biblioteca! ♤KookV♤Donde viven las historias. Descúbrelo ahora