Capítulo 5: Las nubes más oscuras

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Nota: Disfruten :3
Disclamer: Los personajes de Hetalia no me pertenecen  su dueño es Hidekaz Himaruya
* Nankín, China 1937

—Paren...

—Paren por favor...

—¡Paren por favor!— grito China arrodillándose en medio de la masacre tapando sus oídos con ambas manos gritando con demasiada fuerza; su gente, su tierra, toda estaba siendo destruido por los nipones, su aprendiz, su hermano.

—¡Paren por favor!— pidió llorando mientras su cabello cubría su rostro las suplicas parecían tambores al lado de sus oídos, los gritos de agonía eran relámpagos a su lado, era un caos total, un cierto nipón se acercó a paso lento a sus espaldas moviendo su katana listo para atacar.

—¡Ayuda por favor!

Inglaterra 1940

—Tenemos varias opciones para salvar a los jóvenes— hablaba uno de los hombre moviendo las fichas en el mapa franco-británico —¿Qué saben de China?— saco de repente como si fuese la cosa más normal del mundo —Por lo que hemos visto China se está defendiendo muy fuerte de las tropas japonesas— contesto uno de los hombres.

—¿Por qué la pregunta?— le pregunto el ministro fumando un habano —Me acorde de él en la mañana camino aquí.

Extrañamente no se acordaba de China desde hace años para ser muy honestos le valía si el país de más de cuatro mil años estaba en bronca con Japón solo le interesaría si sus colonias eran lastimadas.

Hablando de colonias.

¿Qué estarían haciendo Australia, Nueva Zelanda y India con el problema de Japón? Se cuestionó en tan solo la idea de que sus hijos eran lastimados —¿Han sabido algo de Australia o Nueva Zelanda?— volvió a preguntar —Para nada señor sus hijos no se han comunicado para nada.

—Holanda ya se rindió.

La sala quedo en completo silencio ante aquella noticia toda la atención la tomo Inglaterra que se mantenía concentrado analizando la información —¿Cuánto faltara para que se rinda Bélgica?— pregunto la nación —¿Cuánto faltara para que ataquen Francia? ¡¿Cuánto faltara para que rescaten a esos hombres?!

Reino Unido tiro los bolígrafos a la mesa enfrente de él —¿¡Cuánto faltara para que vengan a atacarme!?— Les grito mientras tiraba los papeles —¿¡Ustedes creen que con palabras bonitas se gana una guerra!?— Toda la sala se quedó en silencio como perros regañados agachando la mirada por el regaño —¡Estarán pero estúpidos si creen eso, el tarado del anterior ministro fue un idiota en mandar a cientos de soldados británicos aun lugar donde no había nada absolutamente nada!

El hombre que ahora era su nuevo jefe camino hacia él ante la mirada de las secretarias y personas —Creo señor Arthur— empezó —Qué usted y yo nos entenderemos de maravilla— y muchos soltaron un gran suspiro al ver que no habría masacre.

Días después...

Eran finales de mayo y sin noticias de la evacuación de los jóvenes en Francia haciendo pensar a la nación británica que sus esperanzas de la posible evacuación eran casi nulas pero que más podía hacer solo imaginarse un lugar mejor donde la guerra nunca empezó, Estados Unidos lo visitaba todos los fines de mes y todo era paz y tranquilidad.

Se encontraba en su casa mirando la chimenea y tomando un trago de té observando el álbum de fotos por el amor a los reyes todo se estaba convirtiendo en un caos poco a poco como un caldo en punto de ebullición en este caso apenas habían puesto el agua a hervir junto a la carne faltaban más cosas.

Sus ojos poco a poco fueron cerrándose hasta quedarse noqueado ahí mismo.

Papá despierta

Papá

Arthur...

Su misma conciencia lo estaba atacando como agujas atravesando su realidad, estaba delirando, pero demasiado sino oía la voz de Alfred en su conciencia era su misma voz como el arrepentimiento o su estrés por no poder salvar a esos jóvenes.

Estaba harto de esto, de que pareciera tan frágil como lo aparentaba por el amor a la monarquía hablaban de alguien que invadió casi todo el mundo, aquel pirata de los siete mares, hombre de muchos hijos y corazón sin conquista —solo Elizabeth había conquistado su corazón— pero aun así realmente no quería mover ni el más mínimo dedo.

China

—Aniki— hablo la débil voz de Corea del sur mientras era abrazado por China quien lo intentaba consolar —Estará bien Im Yong Soo todo esto es una pesadilla, una cruel y dura pesadilla.

Con las pocas fuerzas que tenía Corea cedió a quedarse dormido —Estará bien Yong Soo saldremos de esta te lo prometo— el sonido de unos pasos aterro al chino pero aun así defendió más al coreano.

De la nada salió Japón mostrando una Katana en su mano —No lo hagas Kiku por favor— pidió mientras cerraba los ojos —Dame a Corea— le ordeno —¡Jamás!— contesto atrayéndolo más a su pecho —Ese niño ha hablado de más junto a su hermano deben ser castigados.

—¡¿Castigados de qué?! De ser alguien quien desea que la verdad sea mostrada a la luz

El silencio perduro hasta que Japón jalo al inconsciente coreano y se lo llevo lejos de la vista del chino hasta que en un abrir y cerrar de ojos oyó los gritos de Corea hasta que cesaron abruptamente y un rastro de sangre empezó atravesar por debajo de la puerta.

Lloro de impotencia por lo que más quería deseaba que esto ya acabara lo más pronto posible fuese cual fuese la solución, no importaba el costo solo quería aquella salvación.

Para volver a una guerra interna.

—¡Ven aquí malnacido cobarde!— grito reuniendo las fuerzas suficientes para pararse con el apoyo de la pared de madera —¡Venid si tienes las agallas!— volvió a gritar viendo como la puerta se abría completamente mostrando al nipón que se acercó listo para atacar pero nunca espero que China lo golpeara con sus nudillos mandándolo directo al suelo.

Lo había logrado había logrado golpear a Japón.

Por fin.

Moviendo los pies lo más rápido que pudiese se acercó a Corea y llevándoselo de un brazo detrás del cuello logro sacarlo de aquel lugar ya en ruinas.

Cientos de hombres de acercaron mostrando armas al frente asustando a la nación para luego ser cama uno de paz —Soy China aru y él es Corea del sur aru— hablo haciendo que los soldados bajaran armas —La nación de Corea está sangrando— anuncio uno de los hombres apuntando a la sangre que se derramaba del cuello del coreano mientras la herida se mantenía abierta —Si me ayudaran aru yo sería muy feliz.

Con una sonrisa de victoria fue llevado en auto junto  a los demás soldados y Yong Soo mientras esperaba que Japón no se levantara y corriera hacia ellos.

—¿Han sabido algo de Inglaterra aru?— pregunto como si fuese lo más normal del mundo —Sabemos que está en lucha con Alemania señor— contesto uno de los soldados —¿Saben de nuestra situación?— volvió a preguntar —No señor.

—Que mocoso tan ineducado.

*

Apareció China aru! (empieza a hacer fiesta a pesar de las horas) y si China sufrió mucho junto a Corea aru! D:

Como pudieron ver este capitulo se concentro más en Asia porque los asiáticos merecen ser escuchados aru.

Datos Históricos y Referencias:

En el año 1937 Japón invadió China y pues sucedieron las masacres de Nankín que fueron unas de las brutales de la historia, personas inocentes murieron y fueron torturadas.

Corea no se quedo atrás y también sufrió durante la segunda guerra mundial usaron a sus mujeres para otras cosas no muy buenas, ademas mataron a su gente e hicieron barbaridades.

El 14 de Mayo se rindió Holanda.

Y si Arthurito esta loquito :)

Bueno bye gracias por leer °3°!**

Los recuerdos más dolorososWhere stories live. Discover now