I.

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--Hace ya años desde la muerte de tu madre, ¿por qué no puedes aceptarlo como lo hemos hecho todos?--incrimina Reece a su hija.
--No está muerta, sé que no está muerta--dice Anna con un ápice de ilusión en la voz.
--¡Deja ya tus malditas fantasías, por el amor de Dios!--grita su padre harto.--Quiero verte en el comedor en media hora para la cena y espero que no llegues tarde como la otra vez, los invitados esperan--. Concluye saliendo por la puerta.
Añade algo más que Anna no capta con claridad, pero no hace esfuerzos en volverle a preguntar.
A su padre nunca le ha gustado eso.
Va a su habitación y se queda un momento en el tocador, tenía el pelo castaño ondulado algo enmarañado, así que se lo peinó un poco. Intentó hacerse una especie de trenza, pero al no ser buena en eso, se lo dejó suelto, era su madre quien le hacía toda clase de peinados que a ambas las encantaban.
Ojos castaños, algo claros y nariz fina, al igual que los labios.
Se quedó un poco más de tiempo observándose en el tocador hasta que se percató de que el vestido que llevaba no era muy adecuado, era un simple vestido blanco y liso, decidió ponerse uno un poco más colorido, uno rosa claro con algo más de vuelo.
--Perfecto--pensó para sí misma.

                                                                        ⛤

Mientras tanto, el criado preparaba la mesa para la cena, una vez hubo acabado, se fue a la cocina.
Reece, que pasaba por allí para inspeccionarlo todo, se quedó de piedra en cuanto vió el error.

The Witch [PAUSADA]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora