Elisa permaneció un rato tumbada en la cama, después de que su marido se marchara, realmente estaba muy cansada. Después se levanto y decidió darse una ducha para mas tarde bajar a desayunar al jardín, tomo un poco de zumo de naranja y algo de fruta. Le dolía un poco la cabeza, seguramente tomo demasiado la noche pasada, así que busco un calmante. Subió a su habitación para seleccionar el vestido que se pondría hoy, quería impresionar a su esposo, era un día muy especial y ella se sentía especial.
Escogió un vestido de un tono celeste, a media pierna, de manga corta y con algo de escote, después tomo unos pendientes largos y finos que sus amigas le habian regalado por su cumpleaños y se recogió el pelo, para después darse un poco de maquillaje de manera sutil.
Justo cuando terminaba de arreglarse sonó el teléfono, era Tania, comenzaron a charlar animadamente y entonces se le ocurrió sorprender a su esposo, yendo a buscarle a la revista para ir a almorzar, en lugar de esperarle en la casa.
En la revista la mañana paso rápidamente, la reunión duro unas tres horas, tenían muchas cosas que arreglar, Ángel había pedido a David que le acompañara a la reunión y el así lo hizo. David se sentía incomodo ante la actitud de Ángel con Natalia y estaba seguro de que los demás se daban cuenta de ello.
Cuando acabo la reunión, Ángel y David se encaminaron al despacho de dirección, estaban solos en la revista y antes de irse tenían que poner en orden unos papeles. Pero la intención de David era hablar con su amigo, hacerle abrir los ojos ante su comportamiento con Natalia y sobre todo con su esposa, a la cual le había tomado bastante cariño.
Elisa acababa de aparcar su coche en el aparcamiento de la revista, pensaba esperar a su esposo en el aparcamiento pero después decidió subir a buscarle. Entro en la revista y camino por los pasillos, lo cierto era que desde que se caso no había puesto un pie allí, no había nadie, seguramente la reunión ya había acabado. Entonces oyó voces en el despacho de dirección y se acerco, la puerta estaba entreabierta y logro ver que eran su esposo y David los que se encontraban allí. Se dispuso a entrar cuando se dio cuenta que no charlaban amistosamente sino que mas bien discutían y fuertemente, permaneció junto a la puerta oyendo lo que se decían, mientras las lagrimas caían por sus mejillas.
-¡Te parece bien lo que estas haciendo! Todos se dan cuenta de que estas enredado con Natalia, bueno todos menos tu pobre esposa –David estaba muy enfadado –Maldita sea te atreviste a llevar a tu amante a la fiesta de tu aniversario junto a tu esposa
-¡Ya basta! Es la directora de la revista, seria extraño que no acudiera a la celebración y me comporte de una manera normal, Elisa no tiene motivos para sospechar –Ángel caminaba de un lado a otro del despacho –Y tu mejor que nadie sabes cual es mi situación
-¡Tu situación! Si se cual es, estas casado, casado con una mujer fantástica, buena y cariñosa, una mujer que se entrego a ti y que tu tomaste sin objeción alguna –David empujo una de las sillas a un rincón del despacho – Y luego te revuelcas por ahí con Natalia, con la directora de la revista que pertenece a tu propia esposa.
-Tu lo has dicho, casado, con una mujer fantástica, pero con una mujer a la que no amo, una mujer que ni siquiera me atrae. Tu sabes que mi matrimonio no fue mas que un trato, un simple contrato al que mi padre me empujo –Ángel alzaba aun mas la voz y Elisa oía claramente cada una de las palabras de su esposo y le dolían en el alma cada una de ellas –Aun así he tratado de darle todo lo que necesita a Elisa, pero no la quiero y me cuesta demostrarle un amor que no siento.