El 25 de diciembre a las seis y media de la tarde Elisa, Sara, Mara y Joseph ya estaban en Hawai Se dirigieron al hotel a la casa que el señor Lorentz Walter habia dispuesto para ellos Cada uno organizo sus habitaciones y despues decidieron pasear por la isla haciendo tiempo para recoger a Cesar Llevaron a Mara a un parque y se lo pasaron genial jugando como si fueran niños pequeños
-Oh ya son las nueve –Elisa miraba su reloj alarmada –Deberiamos ir a arreglarnos para recoger a Cesar
-Se nos ha hecho muy tarde –Sara sonrio a Joseph -¿Por qué no vas tu a recojerle? Si nos arreglamos todos al mismo tiempo llegaremos retrasados
-Buena idea –Joseph seguia el plan de Sara –Ve tu preciosa, cuando regreses con el a la casa ya estaremos listos para salir a cenar
-Bueno esta bien –Ella tomo su bolsa y se apresuro a la casa
Se ducho rapidamente y se vistio con una falda porla rodilla, de un tono grisaceo, una camiseta rosa y unos zapatos blancos a juego con su bolso Despues se rizo el pelo rapidamente para dejarselo suelto y se puso unos aretes blancos Monto en el auto, que Lorentz tambien habia dejado alli para ellos y marcho al aeropuerto
Estaba nerviosa, no conseguia estarse quieta, caminaba de un lado para el otro moviendo las manos y suspirando, cuando le vio Saliendo por la puerta de embarque con un carro en el que cargaba dos maletas y el transportin con Coper Iba vestido con un pantalón baquero y una camisa blanca que resaltaba su bien formado cuerpo, miraba de un lado a otro, buscandola a ella Entonces una sonrisa se dibujo en el rostro de el, la habia visto, y sin saber porque algo en ella la impulso a correr hacia el
Salto a sus brazos y el la abrazo fuertemente, como si la vida se le fuera en ello, permanecieron asi durante unos minutos, mientras la gente les miraba como si fueran una pareja de enamorados
-Ves, me has hechado de menos –El se aparto un poco, le sonrio y le guiño un ojo –Ni te has acordado de Coper
-¡Coper! –Ella se sobresalto, su pobre perro permanecia moviendose, encerrado en esa caja y muy nervioso, llorando y ladrando –Hola precioso –ella se acerco y metio la mano entre las rendijas de la puerta para acariciarle -¿Me has hechado de menos?
-No –Cesar sonreia mirandola –Estaba con migo, hemos compartido momentos de verdaderos hombres, bueno machos
-¿Qué le has hecho a mi perro? –Ella le miraba entrecerrando los ojos -¿No le habras pervertido?
-Prefiero pervertite a ti –el se acerco a ella, la tomo por la cintura y la acerco hasta quedar sus caras a pocos centímetro –Pero eso solo sera, cuando tu me lo pidas
-Pues espera sentado –Elisa trato de que no se notara que estaba nerviosa se alejo de el manteniendole la mirada y sonriendole – Vamos tu hermana y tu sobrina nos esperan
-Ehh, ¿no tengo ni un beso de bienvenida? –El puso cara de puchero –Desde que eres modelo no quieres nada con migo ¿eh?
-¿Desde cuando he querido yo algo con tigo? –Ella le miro de forma altiva burlandose de el