Los invitados comenzaron a llegar poco a poco, tanto Ángel como Elisa, se encontraban a la entrada del jardín dando la bienvenida a cada uno de ellos.
-Felicidades pareja –David se acercaba sonriente, a pesar de que Elisa le había visto pocas veces le parecía un hombre simpático y lo cierto es que se reía mucho con el y se sentía bien en su compañía. Se acerco a Ángel y le apretó la mano, para después tomar la mano de Elisa y besársela –Estas preciosa bella dama
-Gracias –después se dieron dos besos en las mejillas, tenían bastante confianza como para saludarse de esa manera –Tu tambien estas muy elegante
Elisa vio llegar a sus amigas Ana y Elena y se acerco a ellas a saludarlas, las cuales corrieron a abrazarla y felicitarla. David sonrió ante el panorama y guiño un ojo a su amigo mientras se dirigía al interior del jardín.
-Buenas noches hermosuras –Ángel se acerco a saludar a las chicas, eran muy guapas y muy locas, eran totalmente el tipo de mujeres que a el le gustaban, claro que ni se le ocurriría acercarse a ellas, nunca pudo entender como se llevaban tan bien con su esposa cuando eran tan distintas –Estáis muy guapas, acaso estáis intentando eclipsar a mi esposa, pues dejad que os diga que no lo conseguiréis.
-Tienes razón hoy nadie puede eclipsar a la novia –Elena reía dándole la razón a Ángel mientras se saludaban dándose dos besos
-Y menos ante un esposo tan adulador –Ana le seguía el juego a su amiga y saludaba a Ángel detrás de ella
-¿Por qué no vamos a tomar una copa y así charlamos? –invitaban a Elisa a seguirlas, seguramente tendrían curiosidad por saber que le había regalado su esposo.
-Lo siento chicas, pero tengo que recibir a los invitados- mientras se disculpaba su esposo se acerco a ella y la tomo por la cintura
-Ve con ellas, seguro que tu madre esta encantada de hacer de anfitriona –le susurro al oído, tan cerca que la hizo estremecerse y lo cierto es que el disfruto del olor del perfume que su esposa llevaba puesto al estar tan cerca de ella.
-Bueno chicas pues mi marido me cubre las espaldas, vamos –todas sonreían a Ángel, lo cierto es que parecían una pareja muy feliz, Ana y Elena dudaban que el pudiera amar a su amiga, pero o estaban equivocadas o el era un buen mentiroso
-Y dime ¿Qué te a regalado? –Ana pregunto a su amiga con mucha curiosidad
-Este anillo –Elisa levanto la mano para situar el anillo frente a los ojos de su amiga
-Vaya es precioso – A Ana le gustaban mucho las joyas, quizás demasiado, parecía que tuviera toda una colección en casa y aun así no dejaba de comprar mas
-Pero a ti no te gustan demasiado las joyas –Elena se dio cuenta de que aunque el regalo era realmente bonito no era el adecuado para su amiga –¿No esperabas algo mas tuyo?
-Es muy bonito –Elisa no sabia que responder realmente no le había ilusionado para nada aquel anillo, solo le hacia pensar que quizás su esposo no la conocía tan bien como ella pensaba –Y el estaba muy ilusionado al entregármelo