Capítulo 20

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Tenía que admitirlo, se sintió mal por el hecho de que Katia no le dijo nada del asunto, ¿pero qué esperaba? ¿una propuesta de matrimonio? Tenía que ser realista en un mundo donde le gustan los golpes cuando tan sólo quieres fantasear un poco.

Pensar en ello poco era lo que tenía que hacer.

Después de pagar, tenían que reunirse con sus amigos tal y como habían quedado. Estarían con la furgoneta, la llamada que recibió Cory de su madre los había inquietado un poco, apenas habían salido de sus casas  y no era hora de volver.

— En serio, podemos llamar a alguien que sabe de estas cosas.

— Mecánico —le hizo saber Evan sin quitar su cara de concentración.

— Eso pues.

— ¿Y desperdiciar dinero del que estoy seguro podremos necesitar? No, y más cuando creo saber que tiene.

— ¡No tienes ni idea! Sólo te gusta como las chicas de te quedan viendo cuando pasan.

— ¿Qué chicas? —se hizo presenciar Scarlett con los demás.

— Esas —Cory señaló a unas muchachas que pasaron y se quedaron viendo los brazos bien formados de Evan con su abdomen marcado por su camiseta.

— ¿Y tú playera? —quiso saber Katia con diversión — Si bien que te gusta la atención.

— No es así —se alejó un poco del capó y los miró con una sonrisa — y además saben que hace muchísimo calor.

— Bueno, en ese caso —Scarlett llegó hasta Evan y le dio un beso en la mejilla — ¡Fuera! Zorras —les gritó a las chicas que recientemente se habían frenado para admirar como el sudor de Evan delineaba sus músculos.

El chico la miró divertido y alzó una ceja.

— Solo fue para salvar tu pellejo amigo, no te ilusiones.

Cedric suspiró con discreción, creo que no sabría cómo manejar el hecho de que la chica que tanto le gusta tuviera sentimientos por uno de sus mejores amigos, sería mucho más que un balde de agua fría, sería un tsunami que lo destruiría por completo. No podría siquiera imaginarlo, con solo pensarlo unos días antes de que ella se fuera con Evan para ver a su padre casi terminaba con él. Pero al saber que no pasó nada entre ellos en el viaje y durante los días que los ha conocido, no le ha cruzado eso por la cabeza.

Se preguntó si Scarlett le haría lo mismo como a Evan, espantar a las chicas aunque sea para "salvar el pellejo".

— Y uno aquí, con un hueso de pollo —Cory con tristeza fingida mostró y señaló su brazo.

— Y yo con cero sentido del humor —consoló Cedric.

— Mentiras —Naomi comenzó a reír.

— Tal vez pero ¿amigo necesitas una mano? —se quitó la playera y fue alado del pelinegro, podía sentir los labios ensanchados de Scarlett.

Sabía lo que hacía. Puso su mano en la cintura y esperó otra de las tonterías de Cedric con diversión. Como era de esperarse, algunas chicas dejaban caer sus ojos en su abdomen, sus músculos y sus horas trabajadas en el gimnasio, y para ser honesta, bendito sea quien inventó tales ejercicios.

Unas mujeres descaradas se pararon y comenzaron a reír, saludando a ambos.

— ¡Oh no! ¿Quién me salvará? —su exageración en sus palabras era demasiada para evitar soltar unas risitas.

El mejor amigo de Scarlett puso sus dedos en su frente y bajó un poco la mirada, controlando su risa. Era demasiado.

La rubia sonrió más al ver las sonrisas de todos esperando su reacción.

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