Brendon salió de su hogar, con la esperanza de salir a dar la vuelta o algo, ya que se acababa de pelear nuevamente con Sarah. Resulta que ella se dio cuenta de lo que pasó en casa de Pete, ya que Mikey le contó lo que pasó a uno de sus amigos; Awsten, el cual le contó a alguien más y así sucesivamente, haciendo que alguien lo publicara en las redes sociales como un rumor. Sarah lo había visto, ya que todo Twitter se había vuelto completamente loco por aquello. Habían etiquetado a Sarah en unas cosas, le enviaban mensajes si era cierto y si no le molestaba y más cosas al estilo, haciéndola enojar más.

El problema, esta vez, es que durante la pelea, ella se soltó llorando y corrió a Brendon de casa, mínimo unas horas o tal vez un día.

Brendon iba caminando hacia el auto cuando de repente volteó y miró a Ryan ahí parado, nervioso. Se mordía el labio inferior, jugaba con sus dedos y temblaba un poco. Brendon se acercó a él, y antes de decir algo, Ryan habló primero.

—Perdón por todo el caos que hay, todo esto es mi culpa, si yo no hubiera vuelto a hablarte, todo estaría como antes. Estaría mejor. —Habló Ryan, su voz cortándose de vez en cuando. Era mucho más que obvio que se sentía culpable por todo. Brendon solo lo abrazó y le acarició la espalda, intentando calmarlo. Ryan le correspondió el abrazo segundos después, apoyando su frente sobre el hombro del menor y cerrando los ojos.

Se quedaron en esa posición por segundos en silencio, el único ruido eran de pájaros cantando y los autos pasando. Alrededor de unos dos o tres minutos, se separaron. Brendon colocó una mano sobre la mejilla de Ryan y acarició éste con su pulgar, así mirándolo a los ojos.

—No, Ryan, no es tu culpa. Tú no tenías planeado que tod esto pasara. No te preocupes, ¿sí? —Intentó calmarlo, Ryan asintió lentamente, bajando la mirada. Brendon susurró un “Bien” y besó la frente de Ryan. En eso, escuchaban cómo la puerta de la casa se abría, así saliendo Sarah, viendo la escena, obviamente pensando lo peor. Brendon se dio cuenta de la posición en que estaba y se separó, así comenzando a acercarse a su esposa.

—No escuché el carro irse y pensé que estabas así, iba a perdonarme, pero ya vi que no era mentira todos los rumores. —Dejó escapar un par de lágrimas, Brendon solo acercándose más.— Ni pienses en regresar, darme un abrazo y decirme un no es lo que piensas —dijo haciendo comillas en aquellas palabras, así riendo.—, solo déjame en paz. —Y con eso, cerró la puerta de un portazo, cerrando la puerta con seguro.

Brendon se sintió más que culpable esta vez, a lo que se sentó en los escalones frente a la entrada y miró el suelo, dejando escapar las lágrimas, mordiéndose el labio, teniendo cuidado de no dejar salir ningún sollozo.

Ryan se encontraba en el mismo lugar, arrepintiendose de haber ido a aquella casa. Se acercó lentamente a Brendon, con la intención de disculparse, pero cuando vio que el menor alzó la vista, se detuvo. Se miraron unos segundos, el corazón de Ryan partiéndose en mil pedazos al ver a Brendon así. Ryan abrió la boca para hablar, pero Brendon lo interrumpió.

—Tú no tienes la culpa de nada, no te disculpes. —Ryan se sorprendió, era como si el menor hubiese leído sus pensamientos. Éste solo asintió y se acercó al menor, sentándose a lado de él y abrazándolo por los hombros.

—Igual, no puedo evitar sentirme culpable de todo. —Susurró, después dejando escapar un suspiro. Brendon negó con la cabeza y recostó su cabeza sobre el hombro de Ryan, así calmandose un poco. Se quedaron así un rato, hasta que decidieron ir a despejar su mente, dando una vuelta en el auto de Brendon.










Brendon se encontraba sentado sobre el sofá, pensando mientras su pie rebotaba contra el suelo. Tenía rato pensando, a lo que estuvo callado buen rato, preocupando a Ryan. Éste último entró a la sala con una taza de té en una mano, acercándose a Brendon y se la dio, a lo que éste salió de sus pensamientos. El menor le dio un sorbo y el mayor se sentó a lado de él.

—Brendon, ¿te sientes bien? —Preguntó el mayor mientras Brendon bebía del té. Éste dejó la taza de lado y solo asintió, sin siquiera mirar al contrario. Ryan hizo una pequeña mueca.— Di algo, llevas buen rato callado. —Suspiró, se preocupaba por su amigo, ya que tenía más de veinte minutos sin decir palabra alguna. Finalmente, Brendon volteó a verlo.

—Creo que deberíamos ser solo amigos, Ryan, salir como amigos, pasar el rato como amigos. No besarnos, ni acariciarnos, ni abrazarnos, ni nada al estilo. —Suspiró y apartó la mirada, volviendo a beber del té. Ryan solo miró el suelo, pensando en aquello. Le dolía eso, pero sabía que si debían dejar de hacerlo para no meterse en problemas.

—Está bien. —Murmuró. Se quedaron un rato en silencio, no de esos que a ambos les gustaban, sino uno que los incomodaba. Ryan se levantó, dispuesto a ir a la cocina, pero se detuvo cuando sintió un agarre sobre uno de sus brazos, a lo que se detuvo y volteó a ver al menor.

—Pero podemos seguir siendo amigos. —El menor se levantó y abrazó al contrario. Ryan se puso un poco más incómodo, pero solo se limitó a asentir y corresponder el abrazo. Había estado años sin verlo ni sentirlo, y se sentía mal por no haberlo correspondido cuando él aún era parte de la banda. Antes, lo máximo que habían llegado era besarse, tanto en conciertos como en privado, y ahora, se arrepentía de todo. Sabía que no iban a llegar a más, porque ahora Brendon ya tenía un par de años casado, mientras que él seguía soltero.

Se separaron segundos después y Brendon le sonrió, a lo que Ryan forzó una sonrisa, a lo que solo le salió una mueca. Brendon notó aquello, pero no le puso mucha importancia. Ryan dio media vuelta y volvió a tomar camino hacia la cocina, a lo que Brendon solo le siguió. Miró lo que hacía el mayor, tosiendo un poco para poder llamar su atención. Cosa que logró.

—Creo que debería irme, quisiera arreglar las cosas con Sarah y... Ya sabes. —Fingió una sonrisa mientras subía y bajaba una mano por su brazo, un tanto nervioso. Ryan dejó de hacer lo que hacía y soltó un suspiro, después asintiendo. Ambos caminaron hacia la puerta, Brendon abriéndola y saliendo, no sin antes voltear a ver a Ryan.— Hasta luego. —Sonrió, Ryan se acercó para besar sus labios, pero recordó la conversación anterior y se detuvo, a lo que volteó y plantó el beso sobre la mejilla de Brendon.

—Hasta luego. —Forzó una sonrisa el mayor, Brendon solo asintió y caminó a su auto. Aunque no volteó, Ryan no dejaba de verlo. Vio cómo el auto se iba, y cuando ya no lo tenía en vista, se adentró a su casa.










—Me siento un maldito idiota, Mark. —Suspiró Brendon, terminando lo que quedaba de su bebida. Le pasó el vaso a Mark, así indicándole que quería más, a lo que éste solo agarró el vaso y fue a servirle más. Unos segundos después, le pasó el vaso ya con la bebida.

—Tranquilo, hablalo con Sarah, dile todo, si ella no te quiere escuchar, dale su tiempo. Recuerda que ella es tu esposa y te casaste con ella por algo. Hazle a entender que solo la amas a ella y a nadie más. —Respondió mirando a Brendon mientras limpiaba un vaso con una servilleta. Brendon solo asintió y se acabó la bebida, así saliendo de aquel lugar después de haber pagado, dispuesto a ir a casa.

One More Time [Ryden]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora