One More Time [Ryden]

22

Ha pasado ya casi un año desde que comenzaron a salir oficialmente como novios. Brendon abandonó la casa que rentaba y junto con Ryan se compraron una para los dos. Finalmente vivían juntos.

—Ry —entró Brendon a la oficina de Ryan. Éste volteó a verlo, haciendo sonreír al menor.— Has estado aquí todo el día, ya son las nueve y media de la noche, ¿qué hacés aquí? —Ladeó su cabeza, acercándose a Ryan hasta que quedar parado a lado de él, Ryan en su silla.

—Oh, solo escribía una canción, pero hace poco ya que se me fue la imaginación. —Rió levemente, agarrando todas las hojas que habían en el escritorio y las juntó, acomodandolas y dejándolas dentro de un folder.

—Vamos a dormir. —Murmuró Brendon, viendo todos los movimientos del mayor. Éste volteó y solo negó.— ¿Por qué no? Tengo sueño. —Hizo un puchero, poniendo ojos de perrito.

—Porque te tengo una sorpresa. —Sonrió Ryan, golpeando levemente la punta de la nariz de Brendon. Brendon de inmediato quitó aquella expresión a una emocionado.— Pero primero déjame comer, que muero de hambre.

Ambos salieron de la oficina y caminaron hacia la cocina, Brendon calentando la comida para Ryan. En lo que la calentaba, le contaba al mayor sobre su día. No era la gran cosa, pero le gustaba contar lo que le ha pasado.

Le pasó el plato de comida a Ryan –el cual se encontraba sentado ya en la mesa– y se sentó frente a él, mirando a Ryan comer. Ninguno de los dos hablaba, el único ruido que se escuchaba era a Ryan comer y los carros pasar por la calle.

Pasaron diez minutos, y Ryan finalmente había terminado de comer. Brendon se levantó emocionado y tomó el plato y los utensilios de Ryan, llevándolos al fregadero y lavandolos rápidamente –algo que no solía hacer, pero la emoción le ganaba–.

Fue hacia Ryan, el cual se levantaba de su silla e iba caminando hacia la sala, Brendon caminando detrás de él.

—Siéntate. —Habló Ryan apuntando hacia el sofá cuando ya se encontraban ambos en la sala. Brendon obedeció.— Bueno, realmente no sé si te lo esperabas, o a lo mejor no aún, pero es la tentación de hacerlo ya, el de ser feliz para siempre haciéndolo. Brendon, sabés que soy mega feliz contigo, y lo he sido desde que volvimos a hablar. Te amo, muchísimo. A pesar de todo, alegras mis días, mis días tristes los pones tú feliz, y los días felices los pones súper felices. Tuvimos nuestros altos y bajos, sí, pero a pesar de todo, aquí seguimos, juntos y amándonos como nunca. Y te agradezco eso, sé que a veces puedo llegar a ser pesado, pero no te importa, y aquí sigues, llenándome de alegría. El día del choque hace casi un año, yo... Tenía muchísimo miedo de perderte nuevamente, no sabía que sería de mí. Hace muchísimos años nos habíamos alejado y no podía con mi vida. Como lo haces en este momento, hace años igual alegrabas mis días. Brendon, siempre he estado enamorado de ti. —Con cada palabra que decía se volvía más nervioso, movía muchísimo las manos y de vez en cuando soltaba una pequeña risa forzada. A veces ni siquiera miraba a Brendon por los nervios. Volteó a ver a Brendon, éste se encontraba al borde de las lágrimas, si Ryan decía una palabra más Brendon explotaría.— Bueno, ya, basta de rodeos —se burló Ryan, haciendo sonreír a Brendon. Buscó entre su chaqueta algo, sacándolo dejando a Brendon ver una pequeña cajita, después arrodillándose frente al menor, haciendo que éste cubriera su boca con ambas manos, dejando salir finalmente las lágrimas.— Brendon Boyd Urie, ¿me harías el hombre más feliz de todo el mundo aceptando casarte conmigo?

Se quedaron en silencio, solo se escuchaban los lloriqueos de Brendon. Ryan comenzaba a ponerse nervioso al no recibir respuesta.

Dos minutos habían pasado, la sonrisa de su rostro ya se había borrado.

Brendon, de tanto llorar, ya se estaba hiperventilando. Miró a Ryan y ladeó un poco su cara, sonriendo un poco y asintiendo.

—Sí, Ryan. Acepto casarme contigo.

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Bueno, va, perdónenme por hacer la fic tan corta kaksja, el siguiente capítulo ya es el final.