las fieras domadas

capitulo 5

Las Fieras Domadas cap.5

Mientras María se bañaba, Héctor llamó a la casa de Esteban para que también fueran ellos a cenar. Ella salía del baño en braguitas y sujetador cuando vio a Esteban sentado en el sofá, él se la comía con los ojos y ella deseó que se la tragase la tierra, iba a matar a su hijo por no haberle dicho que Esteban estaba allí. Y para colmo de males tenia que pasar al lado de él para coger el pantalón que había planchado antes de meterse a bañarse
E-(apretando los puños), ¿no crees que es indecoroso que pasees asi?
M-es mi casa. No sabía que había visita
H-(saliendo de su habitación con Ángel), ¿mami? ¿se están peleando?
M-(enfadada) no, pero debiste decirme que había visita. Alcánzame el pantalón.
El niño se lo dio y se quedó triste al ver la cara de enfado de su madre, Esteban se dio cuenta y se puso al lado del niño que intentaba no llorar
E-no te preocupes Héctor, tu mami está enfadada conmigo no contigo
H-(sollozando) yo quiero que sea feliz, hoy es su cumple y lo he fastidiado.
E-escucha campeón, tu mama esta enfadada porque es la única mujer de aquí y puede que le de vergüenza que nosotros la veamos como tu la ves.(le acarició el pelo), ve y pidele perdón por no haberla avisado de que Ángel y yo estábamos aquí. Solo tú la has visto a ella en ropa interior
H-no, Ángel también la ha visto así
E-(tragó saliva), pídele perdón.
Héctor que llevaba puesto un pantalón vaquero y una camisa azul, entró en el cuarto de su madre, ella ya estaba vestida con un pantalón en beige y una camisa rosada pálida con un nudo a la cintura y se estaba terminado de hacerse la trenza
H-(tímido), ma, mami. Perdóname no sabía que te ibas a enfadar por invitar a Angelito y a Esteban a tu cumple
M-no es por eso por lo que estoy enfadada Héctor, no me importa que los invitaras, pero debiste avisarme de que estaban aquí y al menos hubiera salido con la bata y no con ropa interior. No me importa mucho que tu o Ángel me vean con ropa interior, al fin y al cabo es como si fuera un bikini, pero no con Esteban, el es un hombre
H-él también ha visto muchos bikinis mama, Ángel me ha dicho que van a la playa
M-(suspiró), Esteban es un hombre y.(mirando a su hijo y dándole un beso) la próxima vez, dímelo.
H-vale mama. Entonces, ¿ya no estás enfadada?
María comenzó a hacerle cosquilla al niño para que viera que ya no estaba enfadada con él, salieron del cuarto de la mano. Esteban estaba mirando con Ángel un libro de animales de Héctor, los niños salieron corriendo en dirección al coche, mientras que Esteban le dedicó unas miradas y unas sonrisas que la hicieron estremecer.

Héctor entró de la mano de su madre al restaurante del mini golf, Ángel y Esteban detrás de ellos, el camarero los llevó a la mesa que Esteban había reservado.
Comieron varios platos combinados, Esteban estaba frente a ella y a veces se tocaban las manos al coger las papas fritas o las alitas de pollo y ella retiraba la mano, pero las niños. Cuando terminaron la comida, dos camareros llevaron a la mesa una gran copa de helados variados mientras le cantaban el cumpleaños, ella estaba ruboriza cosa que a Esteban le encantó, no parecía tan fiera como querría parecer. Los cuatro comieron de la gran copa y después se pusieron a jugar al mini golf, mas tarde fueron a dar una vueltita caminando al parque, los niños iban corriendo delante de ellos mientras que ellos iban hablando, se sentaron en el banco mientras Héctor y Ángel se columpiaban.
Ya se iban a sus casas, cuando un chico joven, más o menos de la edad de María caminaba hacia ellos, no tenia camisa y se notaba que tenía el cuerpo lleno de tatuajes, el pelo largo, y un pantalón ajustado.
X-adiós preciosa
María y Esteban se pararon, aunque Esteban parecía estar dispuesto a llegar a las manos con aquel tipo, pero María esbozó una sonrisa y se echó a sus brazos. Él chico la cogió en brazos y le dio un beso en los labios y la abrazó con fuerzas cosa que a Esteban no le estaba gustando mucho.
M-Gonzalo, ¿Qué haces por aquí? (seguía entre sus brazos), nunca me lo imaginé
G-llevo casi un año aquí, vine a vivir con mis tíos.
M-(viendo que los niños se alejaban), me tengo que ir, pero ya hablaremos con calma.
G-vale (dándole otro beso en los labios), me alegro de verte.
Antes de seguir caminado, Esteban la agarró de un brazo e hizo que se quedara mirándolo, los niños habían ido a donde estaban ellos
E-¿conoces a ese chico?
M-no Esteban, no lo conozco. Es un vicio malo el que tengo, saludar besando en la boca a personas que no conozco y dejar que me manoseen. ¿Qué crees tú? ¿debo dejar este vicio?
E-no tientes a tu suerte María (celoso), no me gusta que beses a otros hombres
M-(enfadada) pero.¿quién te crees tú quien eres para decirme lo que hago o no hago?
H-¿mami?
AN-¿papi?
M-vamos niños, vamos a casa
Caminaron en silencio, la tensión entre los adultos era palpable los niños hablaban cerca de ellos
H-tu papa y mi mama cuando se enfadan parecen fieras
AN-si, pero con nosotros se tranquilizan, nosotros los tranquilizamos
H-si, es verdad, parecen fieras domadas cuando estamos nosotros
Los adultos se miraron entre si, y empezaron a reírse. Al despedirse quedaron para ir al día siguiente al centro comercial.
Después de comer los cuatro fueron a comprarse los disfraces, Héctor de esqueleto, Ángel del zorro, Esteban de soldado, pero María entró sola y se compró uno que no quiso que ninguno de ellos lo viera.
El domingo Esteban se tuvo que ir a la empresa y Ángel se quedó con ellos, María hacia una fuente de lasaña, los niños fueron a comprar y después a ponerse el bañador para jugar en el jardín con las pistolas de aguas, y pusieron la piscina hinchable llena, poco después salió al jardín María con su bikini, la braguita del bikini llena de bombas y la parte de arriba en un pecho el coyote y en el otro el correcaminos.
Y empezaron una guerra de agua, María se valía de un pequeño cubo de su hijo, y los dos niños con las pistolas súper grandes, ella le tiraba el agua y ellos le lanzaban con las pistolas, ya Héctor estaba sin jugar porque era el más mojado que esteba, ahora la guerra era entre Ángel y María, Héctor sentado dentro de la piscina animaba a su amiguito
M-(haciéndose la enfadada), a si..conque animando a su amigo y no a su mami linda y preciosa. (seguía esquivando el agua del niño), esta va a ser mi gran victoria
María tiró el cubo lleno de agua, pero en vez de mojar a Ángel mojó a Esteban que estaba mirando completamente extasiado el cuerpo femenino y esa agua le vino pero que muy bien. Los tres empezaron a reírse del pobre Esteban, tenía la camisa y el pantalón mojados, pero parecía no importarle mucho el estar mojado, le encantaba oír las risas de los niños y de esa mujer que estaba delante de él casi desnuda.
M-(riéndose y acercándose a el), perdón, no te vi. Si te hubiese visto cojo el cubo más grande
E-¿a si?, (la cogió en brazos y la metió en la piscina), ahora estamos en paz
Pero los niños parecían no estar de acuerdo ya que ambos lo mojaron completamente, y al final Esteban se quitó la camisa, los calcetines y los zapatos y se metió con los pantalones a la piscina, donde no dejó la oportunidad de tocar, abrazar a María, piensa que estamos jugando se dijo para si mismo, pero la verdad es que quería tenerla para siempre asi. Intentar formar una familia con ella y con los niños.
AN-Héctor dijo el viernes que ustedes cuando están sin nosotros son como fieras,
E-y ¿Quién nos doma?
H-nosotros,
M-vale domador, me ayudas a traer los vasos y cubiertos para comer aquí, en el jardín
E-(quitándose los pantalones y quedándose en splis rojo) yo te ayudo
M-(sin apartar la vista de un sitio bien señalado), ¿Qué diablos haces?
E-(pícaro), quedarme en bañador.
Ella se secó con la toalla y entró, poco después entró Esteban y la arrinconó en la esquina de la encimera.
M-¿Qué crees que estás haciendo?
E-(agarrándole la cara con ambas manos), María no puedes negar que entre nosotros hay química.
M-me gusta mas la literatura(intentando apartarlo de ella),
E-tenemos que hablar, solos, sin los niños.
M-no Esteban, Héctor es mi prioridad, por encima de mis necesidades y de nuestra química. Me prometí que no tendría a un hombre a mi lado hasta que Héctor fuera mayor
E-vas a renunciar al amor por el niño
M-(se mordió el labio), si, por mi hijo hago el sacrificio que haga falta.
Las voces de los niños pidiendo la comida,
E-se que sigues amando al padre de Héctor, pero.dame una oportunidad, déjame hablar contigo
H-¡¡mami!!
M-(saliendo con la fuente de lasaña), aquí esta golosos. A ver si se la comen
No dejaron nada de la gran fuente de lasaña que había hecho, ni tampoco dejaron nada de la macedonia. Recogieron el jardín y la mesa donde habían comido y se pusieron a ver una película, tanto los niños como María se quedaron dormidos y Esteban se enfrentó mentalmente al hombre que le sonreía en el cuadro de la chimenea, el padre de Héctor.
E-(a la fotografía de la familia y en silencio le habló al patriarca), hola Miguel, soy Esteban. No sé cómo empezar, pero me he enamorado de tu mujer aunque ella sigue enamorada de ti, también quiero que sepas que quiero a Héctor. María me ha enseñado a querer a mi hijo y al tuyo, los niños se llevan muy bien. Ella es una mujer extraordinaria, cuando quiere se convierte en una fiera o en un osito de peluche. Cuando esta con los niños ella se trasforma en una niña, pero creo que eso ya lo sabías. Te prometo que es la primera vez que siento lo que estoy sintiendo por una mujer pero.dime como hago para conseguir su amor, me gustaría formar una familia con ellos. Mi hijo Ángel la quiere como si fuera su madre y con Héctor como si fuera el hermano mayor, jamás había visto a mi hijo tan contento y feliz, todo gracias a ella y a como ha sabido educar a vuestro hijo parece que ya no hay celos entre ellos. Miguel, la vida no me ha tratado muy bien que digamos, vale soy rico pero me refiero al ámbito familiar, mi padre falleció siendo yo joven, mi padrastro era el amante de mi mujer, una mujer que me drogó para que me atara a ella mediante un hijo, un hijo al cual le di la espalda cuando me necesitaba, pero ahora veo que es un gran chico, al igual que Héctor. Quiero que sepas que si consigo el amor de María los cuidare y protegeré siempre. Pero por favor has que tenga alguna oportunidad con ella, ayúdame a conquistarla.

Cuando Esteban giró la cabeza vio a María mirándolo con una expresión extraña pero le sonrió y él tuvo que contenerse para no ir a cogerla y besarla de nuevo.
M-(voz baja), ¿quieres café?
E-si.
Ambos fueron a la cocina, él se sentó en la silla mientras veía como ella preparaba la cafetera, instante mas tarde llegaron los niños con caritas somnolientas
E-buenas tardes caballeros, que tal la siesta.
H-bien. ¿Podemos ir al parque?
M-podemos ir al cine a ver sherk 3
AN-si, si, anda papi vamos
E-por mí no hay problemas
M-Ángel, en la habitación de Héctor esta la ropa que dejaste el otro día cuando te quedaste a dormir aquí, póntela
AN-vale mama
H-(empujándolo), no es tu mama, es mi mama. Ahora no quiero ir con ellos al cine (Ángel fue a llorar a los brazos de su padre)
M-(poniéndose de cuclillas), amor, a Ángel se le escapó esa palabra. Yo sé que no soy la mama de él, pero lo quiero mucho mucho, como si fuera otro hijito (miró a Esteban y después al niño), como también creo que eres como un hijo mayor para Esteban. Héctor, tú y Ángel parecéis casi hermanos, estáis mucho tiempo junto y se llevan muy bien. No seas tan posesivo conmigo sabes muy bien como lo pasamos cuando. (el niño le tapó con el dedito la boca), deja que Ángel también me quiera un poco, ¿si?, tu sabes que mama le encantan los niños. Venga dame un abrazo fuerte y pídele perdón a Ángel y vayan a vestirse porque esa película no me la perdería.
H-(se acercó donde estaba Ángel y Esteban), Ángel perdóname por empujarte. Te presto mi camisa de los cuatro fantástico
Los niños se fueron corriendo a la habitación, Esteban se levantó y abrazó fuertemente a María por la cintura, se miraron a los ojos sin decir una palabra, él agachó la cabeza y se besaron apasionadamente. Pero las voces de los niños hicieron que separaran las cabezas pero no los cuerpos, Esteban la tenía abrazada por la cintura ella intentó apartarse pero él la apretó mas contra él. Los niños entraron en la cocina vestidos casi iguales pantalones vaqueros negros, y la camisa de Ángel con los cuatro fantásticos y la de Héctor con spiderman, al ver a sus padres asi abrazados los niños sonrieron y salieron al comedor
M-suéltame Esteban, (enfadada) ¿estarás contento?
E-por el beso muchísimo, pero por esta actitud tuya ahora de dama de hielo no mucha
M-yo intento quitar hierro al asunto de los celos de los niños y tú te comportas siendo más pequeño que ellos, ya te he dicho que no voy a querer a ningún hombre
E-María (se puso serio e hizo que lo mirara), te voy a decir una cosa y quiero que la escuches muy bien, me he enamorado de ti. Y voy a hacer todo lo posible para ganarme tu amor y el cariño de Héctor. No digas nada, ponte otra ropa que nos vamos al cine.
Héctor y Ángel se sentaron en las butacas delante de las de ellos, María no disfruto de la película ya que estaba muy tensa y él se dio cuenta.
Le sigo ?
Que les pareció?