Primavera IX

5 0 0
                                        

Tenía miedo, pensaba que Alaia iba a cambiar su forma de ser después de haberle contado que era una anoréxica y bulímica pero no, ella siguió conmigo. La noche que le siguió a la noche de la confesión me desperté por que la escucha llorando, estaba teniendo un ataque de pánico, pensé que era por mí y seguramente lo era pero nunca me lo dije. Solo me quede con ella y la abrazaba, no sabía qué hacer, pero quería que supiera que estaba con ella y para ella. Cuando se calmo me abrazo, me beso y se fue durmiendo de a poco entre mis brazos.

El día siguiente llegaron sus padres y los míos se iban de viaje porque mi abuela estaba grave y no le quedaba mucho tiempo. Ahora teníamos mi casa para quedarnos, además que sus papás no sabían que estábamos juntas, los míos tampoco. Mis padres se iban hasta que mi abuela falleciera, podía quedarme sola por dos días como por un mes, no lo sabía, pero Alaia se instalo en casa y eso me encantaba.

Esa noche decidí hacerle una cena, nunca fui buena en la cocina pero esta vez me había preparado, vi varios videos en youtube y busque recetas por internet, todo iba a salir bien. Por ahí pareciera que quería tener sexo con ella y una parte de mí sí quería y otra parte no, pero no por ella sino por mí.

Tener sexo con alguien implica desnudarse en todo sentido ante otra persona y no sé si yo estaba preparada para eso, además no sabía qué hacer. Quiero decir entre un hombre y una mujer era más predecible, el tenía que penetrarme pero entre dos mujeres ¿Qué se hacía? No quería buscar en internet, no quería que sea algo porno, solo quería hacer el amor con la persona que amaba. De todas maneras lo que más me preocupaba era que iba a tener que verme desnuda. Si bien había ganado algo de peso últimamente seguía estando flaquísima, el vello inundaba zonas de mi cuerpo donde no debía, mi pecho parecía el de una nena de 13 o 14 años y ella era todo lo contrario, ella tenía un pecho y un peso acorde a nuestra edad. Pensándolo bien no sé si tener sexo con Ali es una buena idea.

Esa noche llego y con ella Alaia, el reloj marcaban cerca de las 20:30 hs, los días empezaban a hacerse más largos, el verano estaba próximo a llegar. Venía vestida acorde a la ocasión y eso que yo no le había contado mis planes. Traía un vestido bordo oscuro con unas medias de lanilla negra, unos zapatos negros y una campera de cuero. Por supuesto no le podía faltar su pequeña mochila de cuero, ella no salía sin esa mochila. Todo lo que se pusiera le quedaba bien, toda la ropa parecía estar hecha especialmente para ella. En cambio yo volví a usar mis viejos jeans negros, mis piernas estaban más gorditas y me lo podía permitir, los acompañaba con un sweater bordo clarito y mis clásicas vans. Ambas llevábamos el pelo suelto y negro, ella seguía conservando su mechón violeta. Nunca se maquillaba, pero ese día se había pintado los labios y delineado los ojos. Tal vez también llevaba base, no tengo idea de maquillaje. Pero se veía hermosa.

No voy a redactar toda la cena pero la comida me salió genial, según ella y según yo también, pero a decir verdad yo estaba tan nerviosa que me podrían haber puesto una vaca muerta delante de mí y me la hubiese comido.

Entre risas y risas la noche transcurrió, ella quería ver una película en la cama pero yo quería ver una serie, terminamos viendo una película, ella siempre ganaba. Siempre la dejaba ganar, ponía una cara tan tierna cuando lo hacía. Todo lo que yo hacía era por ella, todo lo que hice fue por ella.

Los créditos aparecieron en la pantalla y ella se acomodo al lado mío. Sabía que ella también quería que pasara algo más. Hace unos días viene así, tocándome o diciéndome que la toque. Tal vez esa noche si iba a pasar algo más... 

Renacimiento.Where stories live. Discover now