Invierno II

5 0 0
                                    


Por si se lo preguntaban estoy enferma, si como engordo eso es obvio. Pero yo no quería engordar, me daba pánico subir de peso. Hay días en los que muero por comer un pedazo de pan pero lo evito, no soy tan estúpida sé que vomitar lo que como no está bien, por eso evito comer algunos alimentos. Pero hay otros días en los que la culpa es tan grande que puedo comer todo lo que haya en la cocina, sin importar que sea, esto claramente si termino vomitándolo. También estuve ingresada en un hospital por haberme querido matar cortándome las venas, estuve 5 meses a los 15 años. Creo que no se los había dicho pero ahora tengo 21 y hace mas de 6 meses volví a mis antiguos hábitos alimenticios. Estuve 5 años bien, sin vomitar y sin saltar comidas hasta había llegado a aceptar mi cuerpo pero un día me desperté con una sensación de hambre increíble y como estaba sola empecé a comer, ese día comí como nunca lo había hecho, pan, galletitas, chocolate, gaseosas, dulce, queso, todo, absolutamente todo lo que tenía en mi casa. Cuando termine solo podía pensar en lo gorda que estaba y como podía hacerle eso a mi cuerpo. De repente me volví a sentir esa niña indefensa que era a los 14 años y vomite, vomité toda esa comida que había ingerido previamente. Después de hacerlo me sentí increíblemente bien, hasta me sentía feliz conmigo misma, nunca me voy a olvidar mi cara, estaba tan contenta ese día y por ese motivo volví a caer en este abismo. Sabía que no estaba bien, lo sabía pero es que me hacía tan bien, me sentía feliz por un rato. Sabía que estaba enferma pero no lo quería aceptar, siempre lo negaba aunque dentro de mí moría de miedo. Esa pequeña yo de 15 años siendo llevada al hospital vive siempre en mis pensamientos, siempre está presente, incluso hay veces en las que me habla y me pide que por favor pare, pero ya es demasiado tarde, me duele, de verdad que duele. La garganta me quema, cada vez que quiero tragar comida es un dolor profundo que me hace llorar, el pelo me empezó a crecer otra vez en lugares donde no debía. Mis brazos y mi nuca están cubiertos por una capa de vello que trata de evitar que muera de frio. Mis huesos, mis rodillas ya no aguantan tanto dolor, suelo tomarme ibuprofeno para aminorar el dolor pero es vano. Mis uñas totalmente débiles. En los últimos dos meses no tuve mi periodo y empezaba a quedarme tildada. Hacía mucho tiempo no tenía estos síntomas. Y de alguna manera se sentía bien.

Eso sí, me prometí a mi misma nunca más volver a cortarme, aunque para ser franca conmigo con ustedes no creo que pueda cumplir esa promesa.

Tal vez sabiendo esto y sabiendo porque me cambie de turno en la universidad pueda seguir contándoles lo verdaderamente importante, la razón por la cual quiero contarles mi historia.

Renacimiento.Where stories live. Discover now