¡FIESTA!

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Nueva York

Cuando Luka abrió los ojos lo primero que notó fue un fuerte dolor de cabeza y la boca seca. Apenas recordaba nada de la noche pasada.

Al principio, la fiesta había estado genial. Habían bailado y cantado sin parar, y habían bebido cantidades ingentes de alcohol. Seguro que ahí estaba el problema.

Al moverse en la cama notó que había alguien a su lado. La habitación estaba a oscuras, pero los suaves sonidos que emitía y el aroma que desprendía esa persona, le hacían sospechar que era una mujer. Pero ¿quién?

Imágenes de él bailando con Kagami al ritmo de una música sensual, muy pegados, rozando sus cuerpos, le hicieron sobresaltarse en la cama.

¿Era posible que se hubiese dejado llevar así? ¿Por qué no se acordaba de nada? Para ser sincero debía admitir que Kagami despertaba cosas en él, lo había notado casi inmediatamente al volver a verla. Pero no sería capaz de engañar a Marinette, ni siquiera estando muy borracho, ¿verdad?

Empezó a ponerse nervioso y lo único que quería era salir de esa cama y averiguar con quién estaba y cómo había llegado allí.

Se levantó y abrió un poco las cortinas, dejando que la luz del sol iluminase la habitación. Con cautela se fue acercando a la cama.

La chica que estaba allí durmiendo bostezó sonoramente.

-Pero ¿qué mierda te pasa, Luka? ¿Por qué no me dejas dormir?

La voz de su hermana le sobresaltó, pero a la vez le alivió. Sintió como su cuerpo se relajaba de golpe. Pero ¿qué hacía Juleka en su cama?

-Vamos, despierta, Juls –dijo el músico ya más tranquilo y zarandeando a la chica-. ¿Me puedes decir qué coño pasó anoche para que estés ahora aquí?

-¿Va en serio, Luka? ¿Tengo que explicártelo justo ahora? -dijo bastante molesta.

-Venga, Juleka, cuéntamelo.

-¡Vale, pesado! Pues, evidentemente, bebimos demasiado, sobre todo tú y yo. Rose se enfadó conmigo por haberme pasado tanto, discutimos y me echó, así que me vine a dormir a tu habitación. Fin de la historia. Ah, y por cierto, roncas un huevo. No sé cómo Marinette te aguanta. Y ahora ¿puedo volver a dormir o tienes más preguntas tontas?

-Está bien, hermanita, descansa.

Luka volvió a cerrar las cortinas y, cogiendo algo de ropa, se encaminó al baño, se duchó y se vistió.

Bajo a la cafetería a por un café y algo para el terrible dolor de cabeza que portaba.

Tomó su móvil para llamar a Marinette. Los últimos días habían sido una locura y apenas había podido hablar con ella. Necesitaba oír su voz, ver su sonrisa, sus ojos y esos preciosos y jugosos labios que lo volvían loco.

De pronto una imagen fugaz de Kagami humedeciéndose los labios de manera sensual pasó por su mente.

<< ¿Pero qué...? >>

Movió la cabeza.

Desbloqueó su móvil y vio varios avisos de mensajes en la pantalla. Todos de Kagami. Estaba intrigado, pero en ese momento lo que más deseaba era hablar con Marinette. Lo necesitaba.

Se fue a una mesa, en la esquina más retirada del salón, que estaba casi vacío, y optó por una videollamada.

En cuanto la imagen de Marinette apareció en la pantalla, una sonrisa iluminó su cara.

-¡Hola morenita! ¿Cómo está mi preciosa niña?
-¡Hola Luka! –dijo ella con una enorme alegría.

Se veía que estaba en su habitación, con un montón de ropa tirada por encima de la cama. Llevaba el pelo envuelto en una toalla y parecía que el cuerpo también.

FANTASÍAS QUE SE HACEN REALIDAD [[+18 AU MLB]] (TERMINADA)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora