Nueva York
Luka llegó a la habitación y se tiró sobre la cama, agotado.
¡¡¡HABÍAN GANADO!!!
Aún seguía sin creérselo del todo.Después de la ceremonia hubo una fiesta, pero en esta ocasión decidió controlarse con el alcohol. No quería una nueva resaca y mucho menos una nueva tanda de recuerdos borrosos.
Respecto a eso... seguía con una sensación extraña. Había conseguido recordar más cosas gracias a la ayuda de Juleka y Kagami. Pero aún sentía que algo no encajaba. Y la actitud de la japonesa no contribuía a mejorar esa sensación.
La notaba más nerviosa, más tensa... evitaba el contacto con él, aunque la había sorprendido varias veces mirándole.
¿En serio el que ella le hubiese dado una bofetada la hacía sentir tan incómoda como para no poder hablar normalmente con él? Él no le había dado ninguna importancia.
Tenía que averiguar qué le pasaba realmente a Kagami. Ellos eran amigos y él la conocía muy bien.
<<¿Pero qué estás diciendo? No seas idiota. Tú no conoces a esa mujer. Han pasado ocho años. Ella ya no es aquella chica de la que estabas perdidamente enamorado>>
Su subconsciente tenía razón. Era cierto. Esa chica ya no existía. Se había convertido en una gran mujer. Fuerte, segura, decidida, que había tomado las riendas de su vida, alejándose de la protección (o más bien sobreprotección) de su madre y se había forjado una talentosa carrera como representante musical. Ahora se la veía como una mujer resuelta, directa y preciosa.
<<Aunque en realidad, ella siempre fue preciosa>>
-Mejor voy a dormir y dejo de pensar tonterías –dijo el músico para sí mismo anticipando hacia dónde podrían llevarle aquellos pensamientos.
Cerró los ojos y se dejó envolver por los brazos de Morfeo.
En lo que le parecieron segundos desde que había puesto su cabeza en la almohada, escuchó unos leves golpes en la puerta que lo despertaron. Miró la hora en su móvil. Las cuatro y cuarto. Apenas había dormido una hora. ¿Quién podría ser?
Se acercó a la puerta con recelo y, al abrir, se encontró con Kagami.
La chica miraba al suelo, y en su cara podía apreciarse un leve sonrojo. Venía enfundada en un tres cuartos de cuero negro, que se cruzaba por delante y se sujetaba con un cinturón.-¿Qué-qué haces aquí tan tarde o... tan temprano?
-Yo... necesitaba hablar contigo -dijo con voz temblorosa.
-Está bien. Entra.Luka dejó pasar a Kagami, cerrando la puerta tras de sí.
Apenas entró, la chica comenzó a hablar, sin ni siquiera darse la vuelta para mirarle.-Escucha, Luka, puede que esto te parezca una locura, pero... desde que volvimos a vernos yo... yo no he dejado de pensar en ti... en... nosotros. Cada día sueño con tus manos, con tus labios, con tu cuerpo... Luka yo... te deseo. Deseo estar contigo... –dijo girándose y desabrochando su abrigo, despojándose de él y dejando a la vista su cuerpo, cubierto únicamente por un conjunto de ropa interior de encaje rojo, un liguero y medias negras -...aunque sólo sea una vez más.
Kagami se acercó a Luka, que permanecía junto a la puerta, atónito, inmóvil y sin saber qué decir.
Ella se lanzó a su boca y le besó.
Al principio él estaba estático. Sus brazos colgando a lo largo de su cuerpo, sus manos sujetándose a su pantalón, dejando que los labios de la japonesa acariciaran los suyos, sin decidirse a corresponderla.
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FANTASÍAS QUE SE HACEN REALIDAD [[+18 AU MLB]] (TERMINADA)
FanfictionMarinette está en una relación estable y feliz, con un chico maravilloso del que está totalmente enamorada, donde el sexo es genial y cualquier fantasía puede hacerse realidad. Pero ¿qué pasa cuando una de esas fantasías toma un rumbo diferente al q...