¿Alguna vez han visto una obra de teatro en persona? ¿Acaso han experimentado la sensación de vivir dentro de un drama? ¿Acaso han siquiera visto lo hermosa que es una actriz de teatro? Si no es así pues se pierden de lo más hermoso que puede tener una obra, la obra puede llegar a ser una sensación mundial por dos formas: la primera es porque es la mejor historia que alguna vez alguien escribió y es una atracción única; la segunda es por su reparto, su la protagonista es hermosa entonces la obra se convertirá en la más hermosa, no importa es trágica, siempre seguirá siendo hermosa esa obra maestra...
Debo admitir que siempre me he sentido una persona bastante fascinada por la actuación, es un tema que sinceramente es bastante embriagador de ver, el poder ver como las personas pueden llegar a fingir ser alguien más me parece maravilloso, aunque me parece inconmensurable la
manera que tienen algunos de poder sentir y vivir como lo hacen sus personajes, se me hace algo bastante dificultoso de realizar, no es tarea a para muchos, es como un don que se les da a ciertas personas, ya que es algo propio, ellos le dan vida a sus personajes o al contrario sus personajes le da vida a ellos, no podría ni cómo explicar la sensación que siempre me han dejado esas personas del segundo grupo, algún día me encantaría ser como ellos, poder tener la vida que yo quisiera con tan solo tener que pensar en que ya soy quien quisiera ser “Quiero ser iguales a ellos” –pensaba de
niño- pero no era tarea fácil para alguien como yo, que era tan transparente. Aun puedo recordar como cuando era niño me tenía que escapar de la escuela para poder crecer
como “un niño normal” aunque nunca lo pude hacer por la horrible forma en la que crie. Recuerdo cómo es que cada viernes faltaba a clases para ver las interpretaciones de los del grupo de artes escénicas practicar una y otra vez sus diálogos, sus acciones, sus expresiones, hasta sus
emociones, me sentía embriagado cada vez que los podía observar mientras se transformaban en sus personajes o mejor dicho ellos los transformaban en otras personas, otros mundos, otros seres, simplemente los convertían en algo magnifico y agradable delante de la vista de todo el mundo, amaba estar en ese lugar y sobre todo amaba esos ojos color miel de la protagonista, que ojos más
intensos aquellos que expresaban lo que estaba expuesto en el papel, me enamoré de ella, ella fue
y siempre será la razón por la cual yo no podía salir de ese lugar, ella es la culpable de tanto sufrimiento cuando llegaba a casa y mi padre sabía que no había ido a clases, pero por aquellos ojos todo lo valía. Cuando mi padre ya estuvo harto de escuchar como faltaba a clases decidió cambiarme de aquella
escuela, no puedo ni describir el sentimiento de desolación que estaba sintiendo, sentía que jamás podría volver a ver esos ojos reflejar lo que tenía que expresar, no podría volver a ver esas hermosas facciones que tenía ella, no podría simplemente nunca más volver a ver esos ojos que me reflejaban a mí y solo a mí todo o que sentía cada vez que interpretaba a un persona, amaba su forma de expresarse, pero todo aquello termino aquel día y no volví a ver más a esa hermosa actriz que cautivo mi joven y estúpido corazón.
O al menos pensaba que nunca podría volver a verla, pero miren me, estaba ahí parado con la
sonrisa más ridículamente enorme que he tenido en esta vida al ver un gigantesco cartel de una próxima obra de teatro que se estaría realizando en el teatro central de la ciudad, y ahí, ahí estaban aquellos ojos que me invitaban y me exigían que fuese a verlos otra vez, que volviera a sentir todo aquello que llegue a sentir en aquel entonces, ahí estaban, maldición, me estaba volviendo loco con tan solo ver un cartel, si la veía en persona no sabría siquiera cómo reaccionar, pero ya estaba decidido, iría a verlos otra vez y a enamorarla como no pude en aquel entonces.
No puedo ni describir ese sentimiento que me atrapaba y no me permitía pensar con claridad, puedo jurar una y mil veces que ella era el único pensamiento que había en ese momento en mí, no era capaz de siquiera sentir hambre o sed, ya que sentía que nada podría satisfacerme como ella lo
podría hacer, ella simplemente ella me hacía sentir que estaba vivo, me hacía necesitarla, me hacía amarla, maldición, ella era una egoísta al no dejar mi mente, al hacerme sentir, tan necesitado de ella y eso que ni siquiera la había visto aun, pero eso no podía impedir que estuviese ahí en mi mente desde que los vi en aquel cartel, los amaba y necesitaba con urgencia el poder verlos, el que me mirasen, el que fueran únicamente míos y de nadie más, solo míos y ya lo eran, solo que ella no lo sabía.
Y llego, simplemente llego el día de volver a reencontrarme con ellos, de poder verlos y hacerlos
míos, llego el día en el que ellos me volvería a ver y expresar todo lo que alguna vez reflejaron al mirarme, amor, pasión, desesperación por tenerme junto a ellos, sus ojos no podían mentir, ya que ellos son las ventanas del alma y no podían mentir por más que uno quisiese, yo los amaba, los ame desde que los vi y sabía que ella sentía lo mismo, solo que al igual que yo nunca fue lo suficientemente valiente como para decirlo.
Llegue hasta mi lugar, aunque me quede sin dinero compre el mejor lugar de todo este sitio,
necesitaba el mejor lugar para el reencuentro más esperado por todo este tiempo, necesitaba que esto comenzara y la espera no era más que el más agonizante de todos los dolores, era la tortura
más asquerosa que se podría sentir, era simplemente algo que no debería pasar, necesitaba con urgencia y desespero que aquellos ojos se fijaran en mí, lo necesitaba con todo el hambre y el deseo del mundo.
Las luces se apagaron y fue ahí, fue en ese momento en el que pude volver a ver aquello que tanto había extrañado y anhelado por tanto tiempo, por fin estaba al frente de mis ojos, por fin estaban allí, estaban el objeto de mi mayor sufrimiento, estaban allí aquellos preciosos objetos de tortura y de amor, por fin podía sentir como volvía a nacer desde lo más oscuro y recóndito de mi ser el amor
más pasional que nunca había sentido.
Cada acción que hacía, cada palabra que decía, cada pequeño movimiento, cada fracción de
segundo sentía como lo hacía para mí, sentía como ella era mía, como nuestros corazones se unían después de tanto tiempo de búsqueda y de incesante dolor, pero allí estábamos, ella y yo siento los únicos en ese lugar o al menos así se sentía. Después de un largo periodo de tiempo venia la escena final y ahí fue el momento en el que mi corazón abandono mi cuerpo y mi alma se fue al lugar más oscuro y siniestro en el que se podía encontrar, él simplemente la beso, la beso delante de mí, que soy su más grande amor, no podía más con esa escena, pero para mi suerte y la de él, era un corto beso y todo fue mejor así.
Termino la función, los actores hicieron una reverencia y cuando ella levanto la cabeza, aquellos me miraron a mí de entre todo el público y ella…
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Ojos Color Miel
Kinh dị¿Qué quieren que les diga? Pues si, si yo la mate, no soy un asesino, los asesinos matan por rencor, yo mate por pasión, la mate para que nadie volviera a hacerle daño, yo no la odiaba yo la amaba y el amor nos hace cometer cosas locas por la person...